Sigue en huelga de hambre Romanós tras reunirse su padre con Samarás
Atenas, (EFE).- Nilos Romanós, un preso griego, continúa la huelga de hambre que mantiene desde hace 28 días en protesta por la negativa de las autoridades a concederle un permiso penitenciario para acudir a las clases de la universidad, pese a la reunión que ha mantenido su padre con el primer ministro, Andonis Samarás.
El padre del preso aseguró hoy, tras la reunión con Samarás, que no llegaron a un acuerdo que solucione la situación del joven. «Creo que lo discutirán de nuevo y espero que encuentren una solución. Quiero que las demandas de mi hijo se cumplan», afirmó Yorgos Romanós, tras el encuentro.
«Como padre comparto la preocupación por la salud de su hijo, pero como primer ministro respeto la separación de poderes y de ninguna manera puedo interferir en el poder judicial», dijo Samarás.
Sobre el estado de salud de Romanós, su padre explicó que se encuentra muy débil y que a medida que pasan las horas y los días «aumentan las posibilidades de su muerte».
Romanós mantiene desde el 10 de noviembre una huelga de hambre en protesta contra la negativa de las autoridades de concederle un permiso penitenciario para acudir a las clases de la universidad.
En 2013, Romanós ingresó en prisión condenado por un doble atraco a mano armada y exculpado de cargos por terrorismo.
La detención de Romanós y de sus compañeros estuvo rodeada de polémica, pues tras su captura se difundieron imágenes de estos hombres con varios golpes, unas fotos que luego la Policía modificó por ordenador para eliminar todas las heridas, con el argumento de que fuesen reconocibles para los testigos.
Tras entrar en la cárcel, Romanós emprendió sus estudios de secundaria y consiguió pasar las pruebas de acceso a la universidad para cursar estudios de gestión empresarial. El Ministerio de Justicia le otorgó incluso un premio, valorado en 500 euros, por sus esfuerzos académicos, aunque el joven rehusó recogerlo alegando que contravenía sus principios morales.
Según la ley, el juez debe fallar a favor del permiso penitenciario, pero esta vez se declinó con el argumento de que por sus antecedentes penales, Romanós planteaba riesgo de fuga.
En el encuentro de hoy participó también el ministro de Justicia, Jarálambos Athanasíu, que ha elaborado una nueva legislación que permitirá a los presos estudiar. Está previsto que el texto se envíe el martes al Parlamento, pero Romanós ya adelantó el pasado sábado que si no se hace algo más dejará de beber agua, el único líquido que toma.
El sábado las manifestaciones en recuerdo del adolescente Alexis Grigorópulos, asesinado hace seis años por un policía, estuvieron marcadas por el apoyo a Romanós, que era amigo de Grigorópulos.
El revuelo social también se ha trasladado al escenario político, pues gran parte de la oposición ha criticado la gestión de este asunto, lo que ha precipitado la reunión de hoy y marcó buena parte del debate parlamentario del fin de semana en que se aprobaron los presupuestos del Estado para 2015.
Tras la manifestación del sábado por la tarde se produjeron graves disturbios en el barrio ateniense de Exarjia, donde fue asesinado Grigorópulos, de 15 años, que concluyeron con 296 personas detenidas.
Los manifestantes montaron barricadas con contenedores a los que prendieron fuego y lanzaron cócteles molotov a los agentes antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y vehículos especiales que lanzaban agua.
Desde hace días algunos ayuntamientos de distintas ciudades griegas están ocupados en solidaridad con el joven.