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El Pasok, de gobierno en 2011 hasta la última fuerza parlamentaria en 2015

enero 27, 2015 1 Política, Lo Ultimo No hay comentarios

Luis Alonso. Atenas, 27 ene (EFE).- Los socialistas del Pasok han pasado de ser jefatura de gobierno en 2011 a la última fuerza del parlamento griego en enero de 2015: una caída libre provocada en parte por sus apoyos a las políticas de austeridad.

El descontento social con el Pasok no ha sido la única razón de la caída socialista. También la división provocada por la deserción del ex primer ministro Yorgos Papandreu, que abandonó la formación y fundó el Movimiento de Socialistas Democráticos.

Al final, el Pasok se queda con el 4,68 por ciento (13 escaños), la última fuerza del parlamento griego, y Papandreu, con un 2,5 por ciento de los votos, ni siquiera entra en la cámara.

En las últimas elecciones generales, en 2012, el Pasok consiguió 33 escaños. En las europeas del pasado mayo, sólo un 8,6 por ciento de los votos.

La carpa electoral del Pasok en la avenida Venizelos, una de las principales arterias de la capital, era un ejemplo de la situación socialista: la puerta forzada, los papeles tirados por el suelo, las sillas y las mesas tumbadas. Todo era caos y desorden.

En la puerta y las paredes, frases en inglés y en griego con el nombre del dirigente e insultos.

La carpa electoral del partido de Papandreu también explicaba la situación de su partido. Estaban desmontando el techo y su foto había quedado a muy pocos centímetros del suelo.

Evángelos Venizelos, el líder del Pasok, que ha sido viceprimer ministro y titular de Exteriores en el gobierno del conservador Andoni Samarás, intentó tras la jornada electoral razonar las causas de la derrota y acusó a Papandreu de provocar una escisión «por razones personales».

«Resistimos lo mejor que pudimos al populismo, a la campaña del miedo, a la polarización, pero lo más importante es que resistimos a una escisión que fue provocada sin ninguna razón, motivada por razones personales», dijo Venizelos en alusión a la marcha de Papandreu del partido.

Según Venizelos, eso ha provocado que ya no sean la tercera fuerza política de Grecia y que en este lugar se hayan aupado los nazis de Amanecer Dorado.

Según analistas citados por la televisión griega, sólo un tercio de los votos socialistas se han ido a la formación del Papandreu: el resto se ha fugado a Syriza, claro vencedor en las elecciones del domingo, y a otras formaciones.

Venizelos ha admitido que la nueva fase que se inicia ahora para Grecia es más fácil que la que le tocó lidiar a él, en que tuvo que ir «con la verdad por delante». Y cree que a partir de ahora la gente empezará a mirar al Pasok «con una luz más favorable».

Dijo que en su carrera política había asumido, por razones nacionales y de partido, grandes responsabilidades, y que lo que ahora toca es «asumir plenamente su responsabilidad».

En ningún momento ocultó su trabajo. Afirmó que se sentía muy honrado de haber participado para evitar la destrucción de Grecia.

Ahora toca la hora de la reflexión y esa se traduce en un futuro congreso, que se convocará en breve. Pero ha dejado claro que «únicamente será un congreso del Pasok y no de otras formaciones que tratan de socavarlo desde fuera», en clara alusión a la formación de Papandreu.

Mientras tanto, el ex primer ministro no se da por enterado de las acusaciones de Venizelos. Centró toda su campaña electoral en la insistencia de que toda decisión que afecte a los griegos, como decisiones sobre la deuda o los planes de ajuste, sean sometidas a referéndum.

En su comparecencia tras las elecciones, en ningún momento aludió a la dispersión socialista. Defendió la «necesidad de un gobierno progresista y de coalición», porque la obra que tiene delante -dijo- «no la puede hacer un solo partido».

El problema para Papandreu, que sigue siendo presidente de la Internacional Socialista, es que los resultados le han sido adversos. Quien fue primer ministro hace tan solo tres años, ahora está fuera.

En noviembre de 2011, Yorgos Papandreu, entonces primer ministro, acudió a la cumbre del G20 en Cannes (Francia). La crisis griega estaba en plena efervescencia.

Ante sus socios europeos, allí planteó la iniciativa de someter a referéndum el plan de rescate griego. Poco después, tuvo que abandonar su iniciativa, presionado por, entre otros, el presidente de Francia, Nicolas Sarzozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.

Ambos le dejaron bien claro a Papandreu que el euro era lo más importante. A partir de ese momento su figura se desvaneció, junto a la del Pasok. Ahora él y su formación están en horas muy bajas. EFE

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