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El BCE, dispuesto a adaptar el programa de compra de deuda si es necesario

julio 2, 2015 1 Política, 2 Economía, Lo Ultimo No hay comentarios

Arantxa Iñiguez. Fráncfort (Alemania), 2 jul (EFE).- El Banco Central Europeo (BCE) está dispuesto a adaptar el programa de compra de grandes cantidades de deuda pública y privada, si es necesario al cambiar las circunstancias.

En las actas de la reunión del pasado 3 de junio, publicadas hoy, el BCE advierte de que la incertidumbre sobre el resultado de las negociaciones entre Grecia y sus acreedores es fuente de volatilidad en el mercado, lo que significa que crea riesgos para el crecimiento de la economía.

El BCE no cita directamente a Grecia, pero está claro que se refiere a este país cuando indica que «la incertidumbre sobre el resultado de las negociaciones entre un Gobierno de la zona del euro y sus acreedores oficiales fueron vistas también como posibles fuentes de incertidumbre en el mercado y de volatilidad».

La entidad señala que, «como se ha manifestado en anteriores ocasiones, el diseño del programa ampliado de compras de activos proporcionó suficiente flexibilidad para ser adaptado si las circunstancias cambian y surge la necesidad» de ello.

En junio pasado, el consejo de gobierno del BCE decidió no actuar y su presidente, Mario Draghi, concluyó que este órgano «era unánime en su valoración de que debería revisar la reciente volatilidad en los mercados financieros».

El BCE alerta de que permanecen los riesgos geopolíticos y hace hincapié en que está decidido a implementar hasta el final su actual programa de compras de grandes cantidades de deuda y, en cualquier caso, hasta que la inflación de la zona del euro llegue hasta casi el 2 %.

El Riksbank (banco central de Suecia) bajó hoy por sorpresa 10 puntos básicos los tipos de interés hasta el -0,35 % y anunció que aumentará sus compras de bonos públicos en 45.000 millones de coronas suecas (unos 4.900 millones de euros), ante la creciente incertidumbre económica mundial y la apreciación de la corona.

«La inflación sube y la coyuntura en Suecia sigue reforzándose, pero la inseguridad en el mundo circundante ha aumentado y las consecuencias de la situación en Grecia son difíciles de analizar», manifestó el Riksbank en un comunicado.

El BCE quiere comprar hasta finales de septiembre de 2016 deuda pública y privada por valor mensual de 60.000 millones de euros, en total un billón de euros.

El Banco Central Europeo prevé que va a persistir esta volatilidad en un entorno de bajos tipos de interés en el que los precios de los activos tienden a ser más inestables, como muestra también la experiencia en otras jurisdicciones.

«A pesar de la reciente volatilidad en los mercados financieros, se consideró que las medidas de política monetaria funcionaron en la dirección correcta», según las actas de la reunión.

Según la entidad monetaria, «las compras de activos procedieron bien y los efectos positivos eran visibles».

El BCE cita que las condiciones de financiación para los bancos, empresas y hogares han mejorado considerablemente, el tipo de cambio del euro se ha debilitado y las expectativas de inflación se han recuperado.

Esta institución comenzó el 9 de marzo a comprar grandes cantidades de deuda pública y privada en el mercado secundario, sobre todo del primer tipo.

La entidad monetaria ha adquirido hasta ahora bonos públicos por valor de unos 194.000 millones de euros.

«Hubo, por tanto, un amplio acuerdo entre los miembros de que la expansión monetaria proporcionada por todas las medidas de política monetaria del BCE estaba dando frutos», contribuyendo a la recuperación económica y la subida de la inflación, pero que «era demasiado pronto para declararlas un éxito», agrega.

El Banco de Inglaterra considera también que el recrudecimiento de la crisis por la deuda griega es un riesgo para la estabilidad financiera en el Reino Unido, pese a que la exposición de las entidades británicas es pequeña en este momento.

La crisis se podría extender a través de los mercados financieros globales, según la entidad monetaria británica.

En el mismo sentido se mostró el pasado fin de semana el Banco de Pagos Internacionales (BPI), que actúa de coordinador de sesenta entidades monetarias, en su informe anual.

El BPI considera que el potencial contagio político de la crisis griega es difícil de evaluar y que la política monetaria es una solución fácil para ganar tiempo, que acaba soportando la mayor parte de la carga por no acometerse ajustes. EFE

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