Sobre lectores y libros electrónicos: opciones y libros electrónicos en español
Soy una lectora incansable. Me puedo pasar horas y horas hojeando libros en una librería y me parece que hay pocos placeres más baratos y cómodos que sentarse a leer un libro.
Cuando hace unos años empezaron a salir al mercado los lectores electrónicos de libros, los llamados e-reader, acogí la noticia con cierto escepticismo. ¿Libros en los que no pasas páginas? ¿Leer en una pantalla? No, gracias. Yo quería seguir sintiendo el tacto de las hojas impresas, subrayando los pasajes que me interesaran, oliendo la tinta… Pero llegó la navidad de hace tres años y con ella un regalo de Papá Noel: un e-reader.
Algo recelosa empecé a recorrer páginas web donde se vendían libros elecrónicos y encontré sobre todo títulos –especialmente si de novedades se trataba- en otros idiomas. Acababa de empezar por aquellos días “Un mundo sin fin” de Ken Follet, en inglés, y como siempre pasa con este autor, me había enganchado desde la primera página. Llegaba el momento de ir a pasar la Nochevieja a España, y cargar con semejante ladrillo no me atraía mucho. Así que me lo compré en formato electrónico. Y me enamoré de mi e-Reader, un iLiad (de iRex) que, una pena, se ha dejado de fabricar.
Descubrí que leer en la pantalla no me resultaba cansado. La tinta electrónica (e-ink) no es igual que la pantalla de un ordenador, sino muy parecida a la experiencia de leer un libro. Además podía cargar en el e-Reader un diccionario y cuando no entendía una palabra, con sólo señalarla en la pantalla, me la traducía. La batería daba para muchos días de lectura sin recargarla y por fin se habían acabado las incomodidades que produce leer un libro gordo tumbada en la cama, si se me cansaba la vista, le ponía la letra más grande, por no hablar de lo poco que ocupaba en mi bolso. En el verano, además, descubrí que podía leer a plena luz del sol, al contrario de lo que pasa con una pantalla de ordenador.
Durante un par de años leí en el e-Reader casi exclusivamente libros en otros idiomas, por la facilidad que daba el diccionario incorporado (en algunos casos hay que comprarlo aparte, en otros, como los lectores SONY, llevan incorporados hasta 12 diccionarios) y porque en España no se habían puesto todavía de acuerdo con los derechos editoriales y no se publicaban prácticamente novedades en este formato.
Sin embargo, en España, este verano nació LIBRANDA
LIBRANDA (www.libranda.com) es una plataforma que ofrece servicios auxiliares para la comercialización de contenidos digitales y para la promoción de los mismos. Actúa como un operador logístico que presta servicios de almacenaje y distribución digital a las editoriales y a las tiendas on-line. Su principal objetivo es poner a disposición de las tiendas on-line el contenido digital de las editoriales con las que trabaja.
Enseguida, las tiendas de libros on-line en las que tantas veces había comprado libros en castellano para que me los enviasen a Grecia, crearon la sección de e-books, incluyendo en ellas títulos que se publicaban a la vez que los libros “físicos”. La Fnac, El Corte Inglés, La Casa del Libro, por nombrar las más conocidas, tienen ya cientos de títulos de los que disfrutar.
El precio de un libro electrónico (del archivo) es algo menor que el del tradicional, aunque hay quejas de que todavía resultan caros. Nos cuesta pagar lo mismo por algo que, en principio, es intangible. Pero también nos libramos de almacenar libros y libros que rara vez volvemos a abrir. Y podemos prestarlos (siempre que el prestatario tenga un aparatito para leerlo, claro), y además, como las librerías guardan el archivo en nuestra biblioteca particular, si tienes algún percance con el archivo una vez descargado, puedes volver a hacerlo tantas veces como quieras.
Sigo pensando que el placer de pasar las hojas de un libro no puede ser reemplazado por ningún aparato. Y seguiré comprando, leyendo y regalando libros –de los de siempre- mientras el cuerpo aguante. Pero creo que no hay que darle la espalda a las nuevas tecnologías, sobre todo porque nos ofrecen ventajas, como las que he comentado, que nos harán disfrutar –de otro modo, en otras circunstancias- de uno de los más sanos pasatiempos que existen: leer.
¿Y CUÁL ME COMPRO?
Poco a poco la oferta se va ampliando, y estoy segura que para el momento en que leáis esto, ya habrán nacido un par más. Creo que lo interesante es qué es lo que hay que pedirle a un buen e-Reader:
La pantalla.
La mayoría tienen una pantalla de 6”, aunque existen algunos más pequeños, de 5” como el Sony Reader Pocket. Creo que no merece la pena ir a por el de bolsillo. Al final la diferencia de tamaño real no es tanta, ni tampoco el precio, y se agradece que la superficie de lectura no sea muy pequeña, que para eso ya tenemos los Smart phones.
Además del tamaño, hay que elegir entre pantallas táctiles y las que no lo son. La comodidad de las táctiles es evidente, pero hay que tener cuidado porque si son “táctiles puras”, puedes tocar la pantalla por error y perder tiempo volviendo a dónde estabas. Otros dispositivos tienen pantalla táctil (o sea, que no hay teclados que suelen hacer el aparato más grande), pero para ser activadas con un lápiz óptico incorporado, lo cual elimina las posibilidades de error.
De los actuales, ninguno se ha atrevido con una pantalla de 8” como tenían los lectores de iRex que como he dicho, tristemente, no han superado la crisis mundial y han cerrado.
La memoria
Casi todos tienen una capacidad de memoria interna suficiente para que no te quedes sin lectura durante meses. Sin embargo es de agradecer que tengan ranura para tarjeta SD, que hace que la posibilidad de almacenamiento de libros sea infinita. Por ejemplo, el Kindle, de Amazon, No la tiene.
Los formatos
Con los libros electrónicos ha pasado como con casi cualquier adelanto tecnológico anterior, que hasta que no ha sido muy usado por el gran público no se ha determinado qué formato es el que terminaría adaptándose de manera general. ¿Os acordaís de los videos Beta?, pues más o menos lo mismo. El formato que más habitualmente se encuentra ahora en los libros electrónicos, es el ePub. Pero cuidado, que el lector pueda leer este formato no quiere decir que el libro que te has comprado pueda ser leído. Muchas editoriales (y Libranda está entre ellas), encriptan los archivos, les aplican lo que se conoce como un DRM, y eso hace que no puedas abrirlos en tu dispositivo. Hay que poner atención en esta parte, aunque, como pasa siempre, ya hay sistemas que desencriptan los archivos con un simple click (www.python.org)
WI-FI /3G
Muchos de los lectores, la mayoría de los nuevos, están equipados con WI-FI que te permite descargarte los libros desde el ordenador o desde la tienda sin necesidad de cables. Además esta opción permite suscribirse a canales RSS y, por ejemplo, recibir el periódico online cada día. Personalmente no es una opción que utilice mucho, aunque soy de la opinión de que siempre está bien tener la posibilidad, más que nada por lo que pueda ir pasando en el futuro, ya que no hay que olvidar que es un mundo que está, como quien dice, “en pañales”.
La forma de compra
La forma habitual de comprar los libros es entrar en la página web de la librería en cuestión y descargarse los archivos. Normalmente esos archivos se colocan en una biblioteca virtual en nuestro ordenador, donde los podemos ordenar, valorarlos, e incluso en algunos casos, convertir a otros formatos. Yo recomiendo la aplicación Calibre (www.calibre-ebook.com), que soporta tanto Mac, como Windows y que funciona estupendamente.
Otros e-Reader, como el Kindle (www.amazon.com), o el Inves WIBOOK 600 (www.elcorteingles.com) te permiten descargarte directamente los libros en el dispositivo sin pasar por el ordenador, por lo que no es necesaria la biblioteca virtual.
El precio.
Los más simples rondan los 150 €, y según van añadiendo más posibilidades (mayor tipo de archivos, posibilidad de tomar notas, conectividad, acceso a diccionarios), el precio va subiendo y puede llegar en algunos casos a pasar los 500€. Una vez más toca hacer un análisis sobre cuáles son nuestras necesidades –y las de nuestro bolsillo- antes de inclinarse por uno de ellos.
Sony, Samsung, Inves, Wolder, Fujitsu, Benq, Barnes & Noble, Amazon, MX Onda, PC City, o por nombrar alguna griega, Plaisio, son algunas de las empresas que han comercializado e-Readers. La lista es larga para hacer un detalle pormenorizado de todos ellos aquí, por lo que os invito a que visitéis las siguientes páginas web para un análisis más personal de los dispositivos.
www.zonaebook.com
www.lectoreselectronicos.com
www.fnac.com
Habréis notado que en ningún momento he nombrado el famoso iPad, de Apple. La razón es que no lo considero un e-Reader. Digamos que el iPad es una tableta, muy cercana a la idea de un ordenador, donde además se pueden leer libros. Como casi siempre, Apple nos ofrece una presentación estupenda de una biblioteca virtual (iBook) donde se pueden leer los libros que hayas comprado en cualquier librería con formato ePub no protegido (el famoso DRM). Pero no ofrece las posibilidades de un e-Reader en el sentido de que es mucho más pesado, la pantalla es retroiluminada (versus la e-Ink que te permite leer con alta luminosidad) y no ofrece las posibilidades de los otros aparatos para que la experiencia sea similar a la lectura real de un libro.
¡Feliz lectura!
Autora: Ana de Miguel
[…] This post was mentioned on Twitter by Adan Partington, Atenas Digital. Atenas Digital said: Sobre lectores y libros electrónicos en español http://ow.ly/1rH1cr […]
Estupenda la reseña de esta señora. Muy buena su experiencia con los libros electrónicos y con los e-readers o lectores electrónicos. Siempre me resulta positivo aprender tecnología de personas que van un paso más adelante que yo.
Saludos a Atenas Digital.
Gracias por el artículo.
P.D. ¡Excelente!
Muy buen articulo Ana.
Yo tengo un Kindle de Amazon y estoy encantado. La verdad tengo muchos gadgets, iPhone y demas pero pocos como el kindle. Para mi que suelo leer en ingles es una muy buena opcion. No necesitas conectar el dispositivo al ordenador para nada, te bajas los libros tan tranquilo andando por la calle.
Ahora tambien puedes suscribirte a revistas y de se actualiza automaticamente la ultima que tengas, Lo mismo con los periodicos..
En general creo que estos dispositivos han cambiado la forma que tenemos de leer y al mismo tiempo de publicar. Desgraciadamente las librerias tradicionales empezaran a desaparecer como las tiendas de discos o los video clubs.