7. Exarchia mon amour
“Yo no soy de Atenas, soy de Exarchia, que no es lo mismo”, comenta una joven vendedora de souvlakis detrás de la barra del establecimiento donde trabaja. Este barrio es conocido como el bastión anarquista de Grecia, donde la policía nunca entra y las calles son gobernadas por los propios vecinos. “Exarchia es un lugar muy solidario. La gente de aquí prácticamente ha hecho el barrio. Echamos a los traficantes de drogas, hemos construido nuestra propia plaza con columpios porque no había ningún sitio para que jugaran los niños y hay varios edificios ocupados para que los sin techo tengan un sitio donde dormir”, asegura Marie, una francesa que lleva más de veinte años viviendo en el barrio anarquista.
Exarchia tiene un cierto aire anacrónico y a veces recuerda a la Barcelona del 36: balcones de otra época con la bandera anarquista roja y negra colgando de ellos. Es cierto que hay varios edificios ocupados donde vive gente sin recursos. Uno de ellos, posiblemente el más polémico, es un edificio destinado a ser un bloque de oficinas de la seguridad social, pero como llevaba dos años en obras y aún no se habían instalado las oficinas, la gente del barrio decidió entrar, poner colchones y mantas e invitar a los sin techo a dormir ahí. Eso pasó hace dos años y desde entonces el edificio sigue siendo usado como albergue.
También es cierto que la gente echó a los traficantes de dogas del barrio. Lo hicieron a golpes según recuerda Marie: “Como aquí se conoce todo el mundo en seguida se sabe quien no es de Exarchia. Cuando se veía a alguien sospechoso de ser traficante se mandaba a un chico de unos quince años a preguntar si tenía droga. Si era así, el niño fingía que quería comprar y cuando el “camello” sacaba la droga para dársela, entraban en escena varios vecinos del barrio que le daban una paliza de muerte. En una ocasión tuvo que venir una ambulancia a por el traficante. De esta forma se fueron de Exarchia y hasta ahora no han vuelto, que yo sepa”.
La policía no va por Exarchia porque según cuenta Marie, es “una situación incomoda porque nadie les quiere por aquí y nadie los necesita, si hay problemas en el barrio, la gente de aquí los soluciona”. Exarchia en un lugar interesante, escondido en las profundidades de Atenas, lugar donde habitan artistas e intelectuales de todo tipo. Las calles están decoradas entre grafitis que son auténticas obras de arte y posters de manifestaciones antifascistas.
“Exarchia es un ejemplo de que la sociedad puede ser diferente. Es prueba de que la gente puede vivir sin autoridad, sin policía, y que todo vaya bien”, opina Tomás, un anarquista eslovaco que lleva un mes viviendo en el barrio.
Texto: Luis Cañivano Heredia
Imagen: Luis Cañivano Heredia
que bonito articulo. me emociona la solidaridad de esas personas, ojala ( como dice Tomas) la sociedad fuera diferente me gustaria conocer Exarchia y creo que no me importaria vivir en un sitio asi.