La crisis griega ha provocado un desabastecimiento de medicamentos
Ingrid Haack. Atenas, 11 mar (EFE).- La crisis económica que padece Grecia desde hace cinco años está provocando graves trastornos en el abastecimiento de medicinas, en buena parte porque el Estado no paga su deuda con la industria farmacéutica y también porque los bajos precios han hecho florecer la reventa de fármacos al extranjero.
Según datos de la Agencia Nacional de Medicinas (EOF, por sus siglas en griego), en 2012 desaparecieron del mercado 203 medicamentos, más del doble que en 2011, de los que 25 eran fórmulas sin alternativa genérica.
La EOF ha solicitado al Ministerio de Sanidad que sancione a ocho multinacionales farmacéuticas por reducir el suministro.
«Nos encontramos al borde de una completa crisis sanitaria», asegura a Efe el secretario general de la Asociación Nacional de Farmacéuticos, Dimitris Karayoryíu, quien explica que algunos medicamentos contra el cáncer o antibióticos han desaparecido por completo de las estanterías.
En el caso de otros el desabastecimiento es tal que muchos pacientes tienen que recorrer muchas farmacias antes de encontrar alguna que tenga el producto que buscan.
«El otro día una señora entró en mi farmacia para comprar un antibiótico, del que me quedaba algún paquete. Al entregárselo me dijo que la mía era la decimosexta botica a la que acudía buscando ese fármaco», relata Karayoryíu.
El problema fundamental radica en el impago de la deuda que tiene el Estado con el sector farmacéutico, que, según datos de Karayoryíu, asciende a 1.500 millones de euros.
Muchas empresas solo están ya dispuestas a suministrar a cambio del pago inmediato.
Otro de los problemas es, desde la perspectiva de los farmacéuticos, el bajo nivel de precios de los medicamentos en este país, sobre todo desde la introducción de los genéricos, lo que ha hecho florecer un mercado lucrativo, la reexportación a otros países de la Unión Europea de medicamentos importados desde la propia UE.
«En Grecia, los medicamentos cuestan de media un 25 % menos que en Rumanía, el país más pobre de la Unión Europea», se queja Karayoryíu, para quien ese es uno de los motivos que lleva a que funcione tan bien la reventa.
El sistema de reexportaciones es algo común dentro de la Unión Europea. El problema que se da en Grecia es que parte de este mercado se hace de forma ilegal: en lugar de ser los mayoristas los que compran y venden los medicamentos, se ha creado un negocio de intermediarios en el que participan las propias farmacias.
El viceministro de Sanidad, Marios Salmás, asegura que, según las investigaciones llevadas a cabo hasta el momento, al menos 500 farmacias están implicadas en este negocio.
El funcionamiento, según Salmás, es el siguiente: para exportar, por ejemplo, un medicamento a Alemania, donde los precios son más altos, los intermediarios compran en las propias farmacias los medicamentos importados y los venden en Alemania.
El negocio se hace sin facturas y los comerciantes de los dos países implicados se reparten las ganancias, explica Salmás.
Mientras que el viceministro evita mencionar los problemas de deuda como una de las principales causas de este desabastecimiento, tanto la Asociación Nacional de Farmacéuticos como la Agencia Nacional de Medicinas insisten en que el problema fundamental es el impago y los bajos precios.
La troika de acreedores en el rescate internacional de Grecia (el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional) no parece compartir esta visión, pues una de las condiciones que ha impuesto al Gobierno griego es reducir drásticamente los costes de farmacia.
La misión que se encuentra actualmente en Atenas analizando el progreso de las reformas impuestas a cambio del rescate ha pedido al Gobierno de Andonis Samarás que permita la venta de medicamentos sin receta en supermercados, una propuesta que choca con la resistencia de las 12.000 farmacias que hay en este país.
El problema de todo, según Karayoryíu, es precisamente que la troika ha impuesto al Gobierno un techo de gasto farmacéutico de tan solo 2.400 millones de euros para 2013. «De ahí se derivan buena parte de los problemas que estamos teniendo», sostiene este farmacéutico. EFE