Detienen a seis griegos acusados del tiroteo a 200 jornaleros inmigrantes
Atenas, 19 abr (EFE).- Seis ciudadanos griegos han sido detenidos hasta el momento acusados de participar o encubrir a los autores del tiroteo contra un grupo de unos 200 jornaleros inmigrantes, de los cuales 28 fueron heridos de diversa consideración.
Según informó la Policía a Efe, entre los detenidos se encuentran los tres capataces de los inmigrantes, de 21, 27 y 39 años, a los que se acusa de ser los autores materiales de los disparos y que se habían dado a la fuga tras el tiroteo, ocurrido el miércoles.
Dos de los capataces fueron arrestados en la oficina de sus abogados y el tercero durante un control policial.
El propietario de la explotación donde trabajaban los inmigrantes, en su mayoría bangladeshíes y paquistaníes indocumentados, había sido detenido a las pocas horas del incidente, acusado de instigar el ataque.
También han sido detenidos otros dos lugareños, ambos de 38 años, por haber acogido y ocultado a dos de los capataces.
Los hechos ocurrieron el miércoles en la localidad de Manolada (norte del Peloponeso) cuando unos dos centenares de jornaleros acudieron a protestar a sus capataces por el atraso en sus pagas.
Según explicaron a la cadena Skaï, se les adeudaban los salarios de seis meses y los capataces sólo les estaban dando una pequeña porción de sus pagas, lo suficiente para comprar algo de comida.
Para aplacar la protesta, los capataces dispararon al grupo de inmigrantes, que huyeron presa del pánico, mientras los encargados continuaban disparándoles por la espalda.
Un portavoz del Ministerio de Orden Público, explicó a Efe que 28 inmigrantes hubieron de ser hospitalizados a causa de los disparos y hoy 7 de ellos continuaban ingresados aunque «ninguno corre peligro de muerte».
En declaraciones a los medios, el ministro de Orden Público, Nikos Dendias, que visita la región de Manolada, ha asegurado que ningún de los inmigrantes heridos en el tiroteo será expulsado, a pesar de estar residiendo en Grecia sin los papeles en regla.
Estas palabras fueron la respuesta a las críticas de una diputada del partido izquierdista Syriza, que había denunciado ante el Parlamento que la Policía detuvo a los inmigrantes hospitalizados para expulsarlos porque no tenían permiso de residencia.
Dendias condenó el incidente y dijo que «no solo es un acto ilegal, sino contrario a la cultura del pueblo heleno y a los valores humanos».
Además, el ministro admitió que «el Estado no siempre ha estado presente» para vigilar este tipo de actos en la región y reconoció que son «necesarias» reformas.
De hecho, de acuerdo a los medios locales, uno de los capataces habría participado el pasado año en una paliza a un inmigrante egipcio al que se le enganchó a un vehículo atrapando sus manos con la ventanilla y que fue arrastrado varios metros.
Los ataques racistas en esta zona, en la que numerosos inmigrantes son empleados sin papeles en la producción agrícola, han sido una constante y la Policía investiga ahora la participación de los autores de los disparos en otros incidentes similares.
La mayoría de partidos políticos y medios griegos han criticado estos hechos, que el diario «Kathimerini» calificaba hoy de «barbarie» y de un signo «de la regresión de Grecia en muchos niveles».
El ataque de Manolada ha llevado a la convocatoria a través de las redes sociales de un boicot a las fresas de la región bajo el lema «No a las fresas sangrientas», lo que podría dañar a un sector que supone ingresos anuales de unos 90 millones de euros gracias a sus exportaciones, sobre todo a Rusia y Alemania.
De hecho, la cadena de supermercados AB Vassilopoulos, una de las mayores de Grecia, emitió un comunicado en el que anuncio que ha interrumpido la compra de plátanos al productor detenido.
«Según nuestros principios de política comercial interrumpimos toda colaboración con dicho productor hasta que los tribunales se pronuncien sobre el asunto», afirmó la cadena.
El empresario propietario de la explotación es miembro de la Asociación de Comerciantes del Mercado Central de Atenas y se baraja su expulsión de esta organización, mientras que el Ministerio de Trabajo ha enviado inspectores a Manolada para comprobar las condiciones laborales de los inmigrantes.
Informes del Consejo de Europa, Naciones Unidas y diversas organizaciones de derechos humanos han criticado en los últimos meses a Grecia por la falta de actuación contra los ataques racistas, que se han multiplicado en los últimos años. EFE