Grecia nacionalizará su tercer mayor banco para evitar problemas de solvencia
Andrés Mourenza. Atenas, 30 abr (EFE).- Grecia nacionalizará el tercer mayor banco privado del país, el Eurobank, después de que éste reconociera que es incapaz de captar el suficiente capital en el mercado privado para mantenerse como una entidad solvente y de que hoy la junta de accionistas diese el visto bueno al proceso de absorción estatal.
Hoy concluía el plazo dado por el Gobierno griego a los cuatro bancos considerados «sistémicos» -National Bank (NBG), Piraeus, Eurobank y Alphabank- para aprobar sus planes de ampliación de capital.
Pero mientras las juntas de accionistas de los otros tres ya habían ratificado en semanas pasadas los planes de recapitalización que cumplen con el mínimo de capital privado exigido para mantenerse fuera del control estatal, la dirección de Eurobank reconoció que será incapaz de captar en el mercado privado el capital necesario.
Por ello, se puso en manos del Fondo de Estabilidad Financiera del Estado Helénico (HFSF), que inyectará los 5.839 millones de euros necesarios para mantenerlo a flote.
Los problemas de adecuación a la ratio de solvencia comenzaron para las principales entidades griegas a principios de 2012, cuando la reestructuración de la deuda pactada entre Atenas y sus acreedores supuso la «quita» de unos 105.000 millones de euros.
El pasado diciembre, otros 20.000 millones de euros fueron «borrados» de las cuentas de deuda soberana a través del intercambio de bonos griegos por otros a un tercio de su valor.
Una parte importante de estos títulos estaba en manos de la banca privada de Grecia, que hubo de asumir fuertes pérdidas, a las que se unieron las causadas por la reducción de los depósitos y otras actividades económicas víctimas de los seis años de recesión que acumula el país mediterráneo.
Por ello, en el memorándum firmado por Grecia y la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) en marzo de 2012 se incluía un programa de reestructuración y recapitalización de la banca para el que se reservaron 50.000 de los 130.000 millones de euros del segundo rescate.
De estos, unos 18.000 millones ya fueron entregados el pasado otoño, mientras que ahora se utilizarán otros 27.500 millones para inyectarlos en los cuatro grandes bancos.
En realidad, los fondos que otorgará el Estado a NBG, Piraeus y Alphabank, en un cómputo sobre el capital social total, haría de ellos también entidades públicas.
Pero el acuerdo alcanzado con la troika contempla que, si los bancos son capaces de lograr al menos el 10 % de sus necesidades de capital en el mercado privado, el HFSF inyectará el resto de capital necesario recibiendo a cambio bonos convertibles contingentes (Cocos) u otro tipo de acciones con derechos restringidos de voto, lo que permitirá que la gestión siga siendo privada.
Eurobank, con unos 70.000 millones en activos, no será un banco público por mucho tiempo, ya que otro de los compromisos adquiridos por el Gobierno es que las entidades nacionalizadas, una vez recapitalizadas, deberán ser vendidas a inversores privados en un plazo máximo de cinco años.
«Eurobank inicia un nuevo ciclo. Este periodo transitorio será de corta duración y requiere de la contribución de todos a la reorganización del banco para volver tan pronto como sea posible al sector privado», afirmó el presidente de la entidad, Timos Jristodulu.
Jristodulu aseguró que el HFSF «probablemente» añadirá otros bancos más pequeños al nuevo Eurobank, para hacerlo más apetecible a la inversión privada cuando vuelva a ponerse a la venta.
Dentro de los planes de reestructuración del sector, varios bancos públicos y otros de pequeño o mediano tamaño con problemas han sido liquidados y sus partes sanas asumidas por las cuatro grandes entidades privadas en el último año.
Por ejemplo, Piraeus ha adquirido 15 entidades en los últimos meses, entre ellas la subsidiaria griega del Millennium Bank portugués, la parte sana del banco semipúblico griego ATEbank y las operaciones en Grecia de los tres principales bancos chipriotas (Banco de Chipre, Banco Popular, y Helénico).
De este modo, en sólo un año ha doblado su volumen en activos hasta los 95.000 millones de euros y ha pasado de ser el cuarto al segundo mayor banco griego.
En cambio, este mismo mes fue paralizada la fusión de NBG y Eurobank, que hubiese creado un megabanco con unos activos equivalentes al PIB de Grecia, lo que, según los medios locales, hacía temer a la troika un posible «efecto Chipre».
De acuerdo a analistas griegos, otra de las razones para detener la fusión fue que para los inversores extranjeros será más fácil adquirir una entidad como Eurobank que una de mayor tamaño. EFE