¿Está Grecia saliendo de la crisis?
Andrés Mourenza. Atenas, 24 may (EFE).- En su reciente visita a China, el primer ministro griego, Andonis Samarás, afirmó que su país «se está convirtiendo en una historia de éxito».
Podría resultar extraño que el líder del país más castigado por la crisis de la Eurozona haga estas declaraciones tan rimbombantes, pero los últimos acontecimientos en los mercados han dado alas al optimismo tanto en el Gobierno heleno como en la prensa financiera europea.
La Bolsa de Atenas ha recuperado niveles de 2010; la prima de riesgo se ha reducido hasta los 700 puntos mientras que hace algo más de un año se hallaba en torno a los 3.500; Fitch ha mejorado ligeramente la calificación del país y el Gobierno heleno ha anunciado que el próximo año podría volver a financiarse en los mercados, de los que lleva ausente más de tres años.
En las últimas semanas tres grandes empresas griegas han podido emitir deuda y financiarse por su cuenta en el mercado libre -eso sí, a intereses aún muy altos (8 %)- y varios fondos de inversión han mostrado apetencia por los bonos helenos, siguiendo la recomendación hecha pública por Morgan Stanley.
Además, en su pronóstico de primavera, la Comisión Europea (CE) prevé que este sea el sexto y último año de recesión en Grecia (con una contracción del PIB del 4,2 %) y en el próximo ejercicio retorne al crecimiento positivo (0,6 %).
«Aún tenemos un largo camino por delante porque la recesión es profunda y el desempleo muy alto (27 %). Pero hay signos positivos innegables, no sólo por el interés en el mercado de bonos sino en inversiones en la economía real a través del programa de privatizaciones», asegura a Efe George Pagulatos, profesor de Economía que fue asesor del ex primer ministro Lukas Papadimos.
«El mercado funciona en oleadas de pesimismo y optimismo; por tanto lo importante es cambiar la percepción sobre la economía griega para pode atraer inversiones», dice, añadiendo que la mejora del sentimiento financiero sobre Grecia tendrá consecuencias positivas también en la economía real.
Para este académico es de extrema importancia que se haya aparcado las discusiones sobre la eventual salida del euro, «algo que hizo mucho daño a la economía griega» y considera factible que el próximo año el Gobierno pueda emitir algo de deuda en los mercados dado que «tendrá pocas necesidades de financiación externa» pues conseguirá superávit primario (antes del pago de los intereses de la deuda).
El jefe de análisis macroeconómico del think-tank IOBE, Mijalis Vassiliadis, también considera factible que Grecia vuelva a emitir bonos, aunque no a diez años -como sí pudo hacer Irlanda el pasado marzo-, sino con vencimientos de entre 12 y 36 meses.
Sin embargo no se fía del análisis de la CE -«el año pasado se decía que Grecia crecería en 2013 y aún estamos en recesión»- y considera que estos signos de mejora no deben ser exagerados.
«No podemos ser demasiado optimistas. Por el momento sólo hay expresiones de interés de los inversores y para que haya crecimiento éstas se tienen que materializar en inversiones reales», justifica.
Más duro es el profesor de Economía Yanis Varufakis, para quien las palabras de Samarás son «pura propaganda» y las predicciones de la CE «erróneas», dice recordando que durante los últimos años ha fallado en todas sus perspectivas ya que ha minusvalorado la profundidad de la crisis y los efectos de la austeridad.
«Si (el comisario europeo de Asuntos Económicos) Olli Rehn y compañía tuviesen un mínimo de decencia habrían dimitido y, si estuviesen al mando de una empresa, hace ya tiempo que los accionistas los habrían echado», critica.
«La inversión en capital fijo disminuyó un 20 % el pasado año y el propio Gobierno reconoce que seguirá cayendo el próximo año. No hay una equivalencia entre los mercados y la economía real», explica Varufakis
Además, advierte de que lo que se está produciendo es una burbuja especulativa en la Bolsa de Atenas debido, por un lado, a la tendencia alcista de los parqués de todo el mundo por las inyecciones de dinero de los bancos centrales (excepto del europeo) y porque varios fondos de riesgo estadounidenses han decidido comprar acciones de los bancos griegos, que están por los suelos, porque saben que la recapitalización que está haciendo el Estado de las entidades financieras les garantizan un negocio seguro a corto plazo.
«Grecia se está hundiendo aún más en la crisis, todavía no ha tocado fondo. Incluso aunque se estabilizase, con un crecimiento de entre el 0 y el 0,5 %, la actividad económica sería ínfima y el sistema bancario sigue siendo ‘zombi’, pues está a merced de las inyecciones de capital del Banco Central Europeo», afirma el economista.
Y avisa de que se necesitarán «inmensas cantidades de inversiones y estímulos» para recuperar la economía griega.EFE