La CE defiende su rol en la crisis griega, frente a las críticas del FMI
Bruselas, 6 jun (EFE).- La Comisión Europea (CE) defendió hoy el papel que ha desempeñado en la gestión de la crisis griega y rechazó la conveniencia de haber adelantado la reestructuración de su deuda pública a 2010 por el riesgo de contagio, tras conocer las críticas realizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«La CE no está de acuerdo con algunas de las conclusiones del informe», aseguró el portavoz del Ejecutivo comunitario para Asuntos Económicos y Monetarios, Simon O’Connor, en la rueda de prensa diaria de la institución.
El FMI admitió el miércoles «notables fallos» en el diseño del primer plan multimillonario de rescate a Grecia y aseguró que subestimó los efectos negativos de las políticas de austeridad en el país, en un documento de revisión del programa de rescate financiero a Grecia de 2010.
El FMI y la CE colaboran conjuntamente con el Banco Central Europeo (BCE) en la troika, la tríada de acreedores internacionales que además controla el cumplimiento de las condiciones impuestas al país heleno a cambio de la asistencia financiera.
La Comisión Europea rechaza en concreto dos puntos del informe del FMI, según O’Connor.
En primer lugar que la quita aplicada al sector privado sobre la deuda pública debería haberse ejecutado antes, en 2010, y que no se impusieron suficientes reformas estructurales al país para apuntalar su economía.
Respecto a la reestructuración de la deuda del país, «el informe ignora en este punto la interconexión que existe entre los países de la euroarea y una quita hubiera podido suponer un contagio sistémico en ese momento y hubiera debilitado el programa» griego, afirmó el portavoz.
«Una quiebra sin control de Grecia en 2009 o 2010 (…) creemos que hubiera tenido consecuencias devastadoras no solo para la zona euro, sino para la propia Grecia, y esa es la clave», aseguró.
Respecto a las reformas, O’Connor indicó que la crítica del FMI está «simplemente equivocada y no tiene fundamento» y defendió que la CE «ha sido una gran impulsora tras la parte de reformas estructurales del programa».
«Hoy, el programa de reformas está en el buen camino y hay claros signos de estabilización y de confianza en Grecia», afirmó.
El portavoz defendió también las previsiones macroeconómicas presentadas por la CE a principios de mayo, que estiman que Grecia saldrá de la recesión en 2014, frente a la postura del informe del FMI que espera que se retrase aún más.
«Las previsiones de primavera siguen siendo válidas», dijo.
O’Connor recalcó también que el informe no ha sido realizado por la directiva del FMI, sino por «el personal», por lo que alegó que no refleja la posición de la institución.
Además, destacó que la troika fue creada de la nada ante una situación de «emergencia» y «sin precedentes» que tuvo que reaccionar en semanas para evitar la suspensión de pagos.
Tampoco hubo entonces un cortafuegos financiero de la eurozona como lo hay hoy con el fondo temporal y permanente, recordó, además de subrayar que en la tríada ha habido diferentes opiniones, pero al final siempre se han aprobado las decisiones unánimemente y también por los países de la zona del euro.
Por tanto hay una «responsabilidad colectiva» por las medidas que se han tomado en el rescate de Grecia, subrayó el portavoz.
La CE, dijo, prevé analizar su actuación en un informe propio, aunque todavía no hay una fecha para su publicación.
Por su parte, la eurodiputada británica de la Alianza de los Liberales y Demócratas Sharon Bowles valoró en un comunicado el ejercicio de autocrítica del FMI, pero recalcó que lo importante es que se aprendan las lecciones de los errores cometidos.
«Está claro que la troika tendrá que ser reconsiderada», señaló Bowles, quien defendió que ésta debe mejorar su coordinación y ser capaz de disponer de más tiempo para tomar decisiones en momentos controvertidos.
La presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara pidió también que la tríada rinda cuentas de manera democrática, para lo que propuso comenzar con audiencias públicas del FMI en el Parlamento Europeo. EFE