El último tango en Atenas
Todo tiene su final, y menos mal que es así, ya que, aunque es verdad que lo bueno se acaba, también lo hace lo malo. Ahora se termina algo que para mi ha sido maravilloso, mi estancia en Atenas. En estos meses han pasado tantas cosas que apenas puede recordarlo todo de golpe. Cuantas noches de taberna, cuanto han corrido las botellas de ouzo y cuanta gente he conocido. Ha casa me llevo historias tristes, extrañas, interesantes y un puñado de recuerdos felices que se quedaran grabados en mi mente hasta el fin de mis días.
Cuando leo mis primeras entradas en el blog de un Becario en Atenas recuerdo la forma en la que veía la ciudad en esos primeros momentos, con los ojos asustadizos del recién llegado. Cuando echo la mirada hacia atrás parece que en vez de nueve meses ha pasado una eternidad y, ahora que me tengo que marchar me doy cuenta de que me he enamorado de la cultura griega, de su gente, de su comida y de su forma de vivir la vida. “Superaremos la crisis y la sobreviviremos porque somos gente feliz que sabemos ver el lado brillante de las cosas”, me dijo en una ocasión una mujer griega de unos cincuenta años en un bar.
Quiero agradecerle a Atenasdigital.com la oportunidad que me ha brindado al poder vivir en la tierra helénica durante unos meses. Una experiencia que me ha alimentado tanto profesionalmente como personalmente. Como guinda a una época de mi vida llena de casualidades y anécdotas que ahora va tocando a su fin, el otro día encontré por casualidad una canción que hasta el momento era desconocida para mis oídos: el último tango en Atenas, cantada en castellano pero usando únicamente palabras que provienen del griego, de forma que los griegos pueden entender lo que se dice. Y, poco más se puede escribir, solo puedo decir que espero que mi mente se aclare cuando vuelva a casa para poder ordenar los recuerdos de lo que fue mi vida en Grecia. Por el momento solo puedo sonreír y estar feliz por haber sido un becario en Atenas.
Texto: Luis Cañivano Heredia
Imagen: 123rf.com
hoy he buscados como otros dias un becario en atenas y no lo he encontrado, lo vamos a echar de menos. suerte luis donde vayas y que sigas escribiendo tan bien