Samarás rechaza propuesta de Gruevski sobre el problema del nombre Macedonia
Atenas, 19 jul (EFE).- El primer ministro griego, Andonis Samarás, ha rechazado la propuesta de su homólogo macedonio, Nikola Gruevski, de solucionar bilateralmente sus diferencias sobre el nombre de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), en lugar de a través de la ONU .
«La solución no llegará por la creación de un mecanismo más de negociaciones», señala Samarás en una carta dirigida a Gruevski divulgada hoy por los medios griegos.
«Grecia participa desde hace 18 años de buena fe en las negociaciones sobre (la disputa) del nombre auspiciadas por la ONU y ha hecho concesiones que muestran que no le falta el coraje político. Su país, por el contrario, ha dado en los últimos años pasos que impiden el entendimiento mutuo», dice el primer ministro heleno en su respuesta.
Samarás alude con ello a que existe un mecanismo de negociación bajo los auspicios de la ONU que a su juicio hace innecesario buscar fórmulas de negociación bilateral.
En una carta dirigida a Samarás a finales de junio, Gruevski le pedía que ambos países formara un equipo de negociación encabezado por los dos primeros ministros para solucionar directamente el problema del nombre, que impide la admisión de ese país en la Unión Europea y en la OTAN.
Ambos organismos han puesto como condición para admitir en su seno el pequeño país balcánico que resuelva su diferencia con Grecia sobre su nombre.
Desde que la Antigua República Yugoslava de Macedonia accedió a la independencia Grecia ha rechazado que ese país se denomine Macedonia con el argumento que existe en Grecia una región homónima que forma parte de la herencia nacional griega.
La Unión Europea había intentado encontrar una solución negociada y había propuesto un nombre compuesto que incluiría el término Macedonia.
A pesar de la postura positiva del entonces primer ministro griego Konstantinos Mitsotakis a comienzos de la década de los noventa, las manifestaciones multitudinarias que fueron organizadas en Atenas, Salónica y otras ciudades de Grecia en contra de todo compromiso sobre el tema, provocaron el fracaso del esfuerzo.
Samarás, que entonces era ministro de Asuntos Exteriores, había mostrado una postura intransigente al respecto, hasta el punto de que dimitió de su cargo y abandonó Nueva Democracia para formar su propio partido.
En 1995 y después de negociaciones bajo el auspicio de las Naciones Unidas se llegó a un acuerdo provisional, por el que el estado balcánico se llamaría Antigua República Yugoslava de Macedonia, hasta que se hallara una solución definitiva.
Dieciocho años después, las negociaciones siguen sin resolverse y más de un centenar de Estados de la ONU han reconocido el país balcánico con su nombre constitucional, República de Macedonia.
Entre ellos figuran EEUU, Rusia y China. EFE
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