Miles de funcionarios griegos protestan contra despidos exigidos por troika
Yannis Chryssoverghis. Atenas, 24 sep (EFE).- Varios miles de funcionarios griegos se manifestaron hoy en las calles de Atenas para protestar contra los despidos de empleados públicos pactados entre el Gobierno y la troika, durante la primera jornada de una huelga de 48 horas.
Entre 3.500, según la Policía, y 5.000 funcionarios, según los medios locales, recorrieron el centro de la capital helena convocados por la confederación de sindicatos de empleados públicos (ADEDY) bajo el eslogan «Ni reserva laboral, ni despidos».
Este esquema de reserva laboral, en el que deben entrar 12.500 funcionarios hasta final de mes y otros tantos hasta finales de año, prevé el traslado forzoso o despido de los afectados en un plazo de ocho meses después de haber recibido la orden.
Durante ese periodo el trabajador afectado percibe el 75 % de su salario, pero puede ser trasladado a cualquier otro puesto en el que haya vacantes o ser despedido si al término de los ocho meses no se le encuentra utilidad.
Además del paso de 25.000 funcionarios al esquema de reserva laboral, el despido de otros 4.000 hasta fin de año y 11.000 más el próximo es otra condición impuesta por los acreedores internacionales.
Por ello los ánimos estaban caldeados esta mañana cuando los funcionarios iniciaron su manifestación en la Plaza Klafthmonos o Plaza de los Llantos, cuyo nombre se debe a la pena de los empleados públicos que durante el siglo XIX eran sustituidos cada vez que cambiaba el Gobierno.
La protesta culminó en el Ministerio de Reforma Administrativa, en donde su titular, Kyriakos Mitsotakis, estaba reunido con los jefes de misión de la troika.
«El ministro pidió a los representantes de la troika que la segunda ola de funcionarios que entrarán en el esquema de reserva laboral sea retrasada hasta febrero, en vez de al final de diciembre, como está previsto por el memorándum», dijo a Efe una fuente del Ministerio.
«Los representantes de la troika prometieron dar su respuesta antes del viernes», añadió.
Anteriormente los representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya se habían quejado de los retrasos en la reducción de personal del sector público, pero el problema despierta fuerte oposición en Grecia por lo que se hace difícil para el Gobierno.
«Soy maestra desde hace 14 años. Estoy en huelga, porque estoy harta de trabajar bajo la amenaza del despido», explicó Marina, maestra en una escuela primaria de Atenas, que había llevado con ella su niño, de cuatro años.
«Estamos aquí para defender la educación, para defender el futuro de nuestros hijos, nuestro propio futuro y el de todos los trabajadores de Grecia», añadió en declaraciones a Efe.
«Hace cuatro años éramos 16.000 trabajadores en el Ministerio de Economía y Hacienda. Ahora somos 9.700 y poco a poco otros 1.500 se retirarán. Así que el Ministerio cada vez funciona peor porque se ha incrementado el trabajo que debemos hacer y ha disminuido el personal», explicaba por su parte Yannis, funcionario de una oficina de Hacienda desde hace 30 años.
Por otro lado, al margen de la huelga convocada por ADEDY, continúan en huelga desde el inicio de la pasada semana los docentes de secundaria, los trabajadores de la administración municipal, los empleados de las cajas de la Seguridad Social y oficinas de Empleo y el personal de administración de las universidades, que el lunes votó a favor de continuar el paro a lo largo de toda esta semana.
«Seguiremos la huelga hasta allá donde podamos. Son días difíciles porque cada día nos cuesta mucho, pero seguiremos porque creemos que podemos vencer. Y si no vencemos, al menos evitaremos que tomen nuevas medidas en los próximos meses», aseguraba Jrysí, empleada de la Universidad Económica de Atenas.
Al movimiento de huelga se sumaron hoy, aunque no son funcionarios, los trabajadores portuarios y pilotos de embarcaciones.
Además, los periodistas han decretado un paro de tres horas en solidaridad con las protestas del sector público.
La avalancha de huelgas de esta semana y de la precedente coincide con la visita de la troika en una nueva y crucial misión en la que se examinará el estado de las cuentas griegas y las reformas pendientes.
De un resultado positivo de este examen depende la transferencia de un nuevo tramo del rescate financiero aprobado el pasado año.EFE