La Justicia condena al que fuera uno de los hombres más poderosos de Grecia
Andrés Mourenza. Atenas, 7 oct (EFE).- El exministro socialdemócrata Akis Tsojatzópulos, quien fuera uno de los hombres más poderosos de Grecia durante las décadas 1980 y 1990, fue condenado hoy por la Justicia helena junto a otras 16 personas por un grave caso de malversación de fondos públicos y sobornos.
El juicio, que se ha prolongado durante cinco meses, es visto por la opinión pública helena como un proceso a una época de excesos y corrupción durante el periodo de hegemonía del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), del que Tsojatzópulos fue uno de los fundadores y que hoy, aún formando parte de la coalición gobernante, ha caído en desgracia.
Según la sentencia, durante su paso por el Ministerio de Defensa (1996-2001), Tsojatzópulos recibió sobornos por varios contratos militares, entre ellos la compra de submarinos de la empresa alemana Ferrostaal y la compra del sistema de misiles rusos Tor M1.
La Justicia ha considerado probado que el político socialdemócrata recibió al menos 55 millones de euros en sobornos.
En su momento Tsojatzópulos defendió la compra de cuatro submarinos Tipo 124 en un contrato adjudicado por 2.850 millones de euros a la empresa alemana Ferrostaal, frente a una oferta francesa de menor coste.
En el caso de los Tor M1, la investigación ha hallado 16,2 millones de francos suizos (13,3 millones de euros) en diversas cuentas de Suiza, que habían sido blanqueados por tres compañías ‘offshore’ con sede en Chipre, Liberia y EEUU gestionadas por Nikos Zigras, primo y ayudante de Tsojatzópulos.
De hecho, Zigras ha sido el único que ha reconocido su culpabilidad durante el proceso, por lo que pidió «disculpas a todo el mundo» y «clemencia» al tribunal.
El resto de los imputados -entre los que se hallan la actual esposa, la exmujer, la hija y varios familiares y colaboradores- negaron vehemente su culpabilidad, aunque 16 de ellos fueron condenados.
Sólo dos imputados, un abogado chipriota y un empresario griego, han sido declarados no culpables por falta de pruebas.
Dado el estatuto de limitaciones que protege a los cargos públicos de Grecia, el tribunal no ha podido condenar a Tsojatzópulos basándose en los sobornos, por lo que se ha centrado en el lavado de dinero mediante el que se reciclaban.
Los imputados estaban acusados de crear una organización «con el claro propósito de blanquear ingresos ilícitos» a través de una «intrincada y compleja red de empresas nacionales y offshore y el uso de múltiples cuentas bancarias para hacer desaparecer el rastro del dinero».
El tribunal hará público mañana las penas para los condenados, que en el caso de Tsojatzópulos, quien lleva año y medio en prisión preventiva, podrían ascender hasta los 20 años de cárcel.
Ya la pasada primavera, Tsojatzópulos había sido condenado a 8 años de cárcel y una multa de más de medio millón de euros por no haber justificado el origen de sus ingresos entre 2006 y 2009 -algo a lo que están obligados todos los diputados- y por la adquisición fraudulenta de una vivienda.
Durante el juicio, el exministro del Pasok cargó duramente contra su partido -que lo expulsó- y atribuyó su enjuiciamiento a un «complot» dirigido por el exprimer ministro Yorgos Papandreu.
Desde que Papandreu asumió el liderazgo, el PASOK se transformó en un mero gestor del Gobierno, dijo Tsojatzópulos, de 74 años, para añadir que al chocar «con estos puntos de vista, el equipo de Papandreu decidió mi aniquilación personal».
Tsojatzópulos fue la mano derecha del padre de Yorgos, Andreas Papandreu, desde la lucha contra la Junta de los Coronoles (1967-1974) hasta la muerte del líder socialista en 1996.
Tsojatzópulos estaba llamado a ser el nuevo líder del Pasok, pero en la convención para elegir al sucesor de Papandreu fue derrotado por el ala más liberal del partido, personificada primero en Kostas Simitis y luego en Yorgos Papandreu.
El acceso al poder en 1981 de un Pasok dirigido por una generación que luchó contra la dictadura llevó nuevos aires a una Grecia anquilosada tras tres décadas de hegemonía de la derecha, logrando modernizar el país y extendiendo los derechos sociales.
Sin embargo, las cosas se torcieron y en menos de una década comenzaron a asomar casos de corrupción.
«Lo que muchos esperaban era que el nuevo Gobierno griego dijera ‘ahora cambiamos las cosas’, pero lo que hicieron en su lugar fue decir ‘ahora les toca a los nuestros, porque han sufrido mucha injusticia'», explicaba recientemente el escritor Petros Márkaris en una reciente entrevista con Efe sobre su nueva novela, que precisamente se centra en la llamada Generación del Politécnico, la que luchó contra la dictadura.
«No pretendo decir que sea toda esa generación, sino únicamente la parte que ocupó cargos en la sociedad, ellos sí son corresponsables de la miseria actual», afirmó.EFE