Cuidado con la salud.
¡Gracias, gracias, gracias! ¡Muchísimas gracias por vuestras amables palabras, vuestros correos de apoyo, vuestros comentarios a la jefa! ¡Habemus columnam!
Y eso que por un momento lo ví muy negro, que ya pensaba yo que el patinazo con el ministro iba a poner punto final a mi carrera periodística el mismo día de su inicio. Fíjate tú cómo de mal lo vería, que hasta casi me desmayo de la bajada de tensión que me dio cuando llegué a casa y cogí el teléfono para comentarle a la jefa mi estreno como reportera dicharachera.
Pero oye, reaccionó divinamente. “Bienvenida a Grecia”, me dijo, digo yo que irónicamente, porque ella sabe que llevo aquí desde septiembre. “Mándame lo que has escrito y ya veremos”. Y lo que ví es que al día siguiente lo publicó. Claro que también había publicado el día anterior la crónica que habían hecho los de EFE, que me salvaron el cuello ¡gracias compañeros!
Cuando le conté a mi marido lo del vahído, me dijo “Lola, deberías hacerte unos análisis, no te vaya a dar un jamacuco con el estrés del cambio de país”, Y yo me dije, pues mira, sí, lo voy a hacer, que nunca está de más. Así que le pido a una madre del cole que es médico que me haga una lista de las cosas que se mira uno en unos análisis generales, me lo escribe en griego, y al día siguiente me dispongo a que me saquen la sangre. ¡No lo sabes tú bien!
Llego al “Iatrikó”, que es como se llama la clínica privada que nos ha recomendado la empresa de mi marido. (Yo quería ir a la seguridad social, pero a mi marido le dijeron que, por mucho que tuviéramos la tarjeta europea de salud, no se lo recomendaban, porque si no estaban de huelga los médicos, estarían las enfermeras, y si no los de la empresa que sirve las jeringuillas que están hartos de que no se las paguen.) En la clínica, en información, enseño el papelito que me ha preparado mi amiga la médica. Me señalan una ventanilla y me dicen, en inglés, que primero tengo que pagar. Hay que ver lo que controlan aquí esto de los idiomas. Igualito que nosotros, vamos, que abre la boca la alcaldesa de Madrid y hacemos el ridículo mundial.
Pues nada, si hay que pagar por adelantado, se paga por adelantado, que para eso somos expatriados. Así que voy a la ventanilla, entrego la receta y la chica, tras pedirme datos y teléfono, me pide la tarjeta. Se la doy y me pregunta “¿dosis?”, y yo pongo cara de póker porque no sabía yo que aquí los análisis se hacen en dosis. Ella, que se da cuenta de que no me estoy enterando, me lo dice en inglés (no te digo, es que lo hablan todos) ¡Ah! plazos…, hombre, no, que me voy a hacer unos análisis, no a comprarme un sofá. (Bueno, lo del sofá no se lo digo a ella). Son “seven hundred and eighty euros”, me dice. Y yo, que como estoy un poco teniente, pienso que la he oído mal, le pido que por favor me lo repita. Y ella: “Seven hundred and eighty euros”. Y yo: ¡¡¿¿Seven hundred and eighty euros??!! Y ella: “Yes”. ¡Jo… pelines, ahora me explico lo de los plazos! ¡780 € por unos análisis simples!
Y no me los hago, claro. Porque una puede ser expatriada, pero no gili… perdón, tonta. Además si con semejante susto y sin desayunar, no me he caído redonda allí mismo, es que no debo estar mal. Ya le preguntaré a las madres del cole por otras alternativas. De momento me voy a tomar un café. Pero no al bar de la clínica, no vaya a ser que me claven veinte euros por un capuccino, que éstos son capaces.
Bueniiiiiiisimo, muy y muy divertido. Te superas dia a dia. Felicidades.
Jajajaja, efectivamente bienvenida a Grecia !
El Juego de la Salud aqui es muy , pero muy lucrativo . Si vas a un Centro privado te sacan las entretelas , y te piden análisis y pruebas sin control para que el médico que las receta se lleve su buena comisión .
Y desgraciadamente, cuando la Sanidad Pública está de huelga no te queda otro remedio !
Jamia que horror,!!!!!! Nunca había oído semejante barbaridad, y eso que son analisis de sangre , si llega a ser un scanner o pruebas más complicadas lo mismo tienes que pedir un crédito ….bueno, tu no que eres expatriada pero……pobres griegos!!!!
Lola hija, la que nos espera! Esto no ha hecho mas que empezar. Y esto lo digo en todos los sentidos, a nivel personal y profesional.
Enhorabuena por la columna.
Que te suba el sueldo la «Jefa» por penosidad.