La troika da un espaldarazo a Samarás a unos meses de elecciones cruciales
Andrés Mourenza. Atenas, 18 mar (EFE).- Después de siete meses de unas negociaciones «extremadamente difíciles» -en palabras del ministro de Finanzas heleno, Yannis Sturnaras- la troika y Grecia alcanzaron hoy un acuerdo que supone un espaldarazo a las aspiraciones del primer ministro, el conservador Andonis Samarás.
El mandatario griego ha logrado una de sus principales promesas -repartir parte del superávit primario en un «dividendo social» entre los más pobres- justo antes de las elecciones locales, regionales y europeas del próximo mes de mayo, a la vez que algunas de las demandas más impopulares de la troika no se debatirán hasta octubre.
«Mientras los demás cuestionan los logros de la economía, el Gobierno, consciente de la gravedad, logra su misión de sacar al país de la crisis y de la recesión», dijo Samarás.
Un pacto alcanzado en 2012 por Grecia y la troika contemplaba que una vez se lograse superávit primario -excedente presupuestario que no computa en el pago de los intereses de la deuda- el 30% de ese monto sería utilizado para el pago de la deuda, mientras que el resto lo podría repartir el Gobierno a su gusto.
De los 2.900 millones de euros que el Gobierno asegura haber logrado en superávit primario durante el ejercicio de 2013, 1.000 millones se utilizarán para el pago de la deuda, otros 1.000 para abonar atrasos en el pago a proveedores y devoluciones de impuestos y 370 millones para cubrir la brecha que generará la reducción de las contribuciones de las empresas a la Seguridad Social también aprobada hoy.
Del monto restante, unos 20 millones de euros se utilizarán para contribuir a los comedores sociales y ayudar a los entre 20.000 y 40.000 personas «sin techo» que hay actualmente en Grecia.
Y, finalmente, «más de 500 millones de euros se abonarán de inmediato a un millón de griegos pobres en base a criterios de renta» y para «aumentar el sueldo mensual de los uniformados (policías, militares, guardacostas…) que cobran menos de 1.500 euros», anunció Samarás en declaraciones televisadas.
De acuerdo a filtraciones a la prensa local, este «dividendo social» será abonado en un sólo pago y se hará en mayo, justo antes de las elecciones, para las que el partido de Samarás, Nueva Democracia, no arranca como favorito.
Los sondeos indican que en estos comicios el ganador será el principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, en cuyo programa figura el rechazo a las medidas de austeridad impuestas por la troika y la renegociación de la deuda.
La oposición ha puesto en duda que Grecia haya logrado un superávit primario de tamaña cantidad (aún debe ser validado por Eurostat) y acusa al Gobierno de ingeniería financiera y de retrasar los pagos a proveedores y las pensiones para cuadrar los números.
Samarás prometió hoy que no habrá «nuevas medidas de austeridad», aunque lo cierto es que ya se han pactado nuevos recortes.
Por ejemplo, según explicaron fuentes del Ministerio de Finanzas a Efe, el acuerdo con la troika prevé que si una empresa contrata a un parado de larga duración solo deberá abonarle un aumento salarial del 2,5% por cada trienio de antigüedad, mientras que en los contratos actuales el incremento automático es del 5%.
«El mensaje hacia las empresas es claro: despidan a sus trabajadores y contraten a desempleados de larga duración», denunció el portavoz de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE), Dimitris Karayeorgópulos, en declaraciones a Efe.
El líder de la oposición, Alexis Tsipras, acusó a Samarás de ocultar el contenido del acuerdo con la troika, que consiste, según afirmó, en un nuevo memorando, que se firmaría «después de las elecciones».
De hecho, algunas de las cuestiones más espinosas, como el número de funcionarios que deberán ser despedidos en 2015 -tras los 11.000 que perderán su trabajo este año- se ha dejado para la revisión del programa de ajuste que tendrá lugar en octubre.
Según las fuentes ministeriales consultadas por Efe, también se tratará en octubre la exigencia de la troika de liberalizar completamente el despido colectivo y la reducción de las prerrogativas sindicales, así como la limitación del derecho a huelga.
El acuerdo alcanzado hoy permitirá desbloquear los tramos del rescate financiero correspondientes al último trimestre de 2013 y al primero de 2014.
La parte europea de este tramo asciende a 8.800 millones de euros, a los que se suman 5.300 millones del Fondo Monetario Internacional.
Grecia necesita recibir ese dinero antes de mayo, para hacer frente a un vencimiento de bonos por valor de unos 10.000 millones de euros.