La aprobación de la última ley de reformas abre heridas en el Gobierno y la oposición
Claudia Niubó.- La coalición del Gobierno griego, formada por el partido conservador Nueva Democracia (ND) y el socialdemócrata Pasok, consiguió en la madrugada de este lunes aprobar por amplia mayoría una de las leyes más polémicas desde el inicio de la crisis económica en 2008, no sin dejar heridas abiertas tanto en el Ejecutivo como en la oposición.
La ley consta de dos principales artículos –sobre medidas fiscales, bancarias y liberalización del mercado de productos y servicios- la votación de los cuales obtuvo un apoyo de 152 miembros del parlamento y 151, respectivamente, de un total de 300. El Gobierno, que contaba con 153 parlamentarios, necesitaba tan solo 148 votos para que la ley fuera admitida, debido a la ausencia de algunos miembros del partido neonazi Amanecer Dorado.
Mediante esta nueva ley, Grecia podrá recibir el desembolso de los próximos tramos del rescate por parte de la tríada de sus acreedores (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europeo), que alcanzan los 8.300 millones de euros.
La aprobación de la misma era in extremis necesaria para el Ejecutivo, quien había tenido que mantener la postura ante las dudas de varios de sus miembros para dar su voto a favor. Además, el Gobierno debía reforzar su imagen de cara a las elecciones locales, municipales y europeas que tendrán lugar el próximo 25 de mayo.
No obstante, la votación ha causado otros problemas al Ejecutivo heleno. Tras el recuento de votos, el primer ministro conservador, Andonis Samaras, escribió una nota in situ que entregó a la presidencia del Parlamento donde anunciaba que el exministro y candidato a la alcaldía de Atenas para las próximas elecciones, Nikitas Kaklamanis, era expulsado del grupo parlamentario de ND, tras abstenerse de la votación del primer artículo. Con ello, se ha reducido la mayoría parlamentaria del Gobierno -de 153 a 152-, gozando de la mayoría por solo dos diputados.
Entre los miembros del Pasok, también hubo dos parlamentarios que faltaron a la confianza del partido, entre ellos el exprimer ministro Yorgos Papandreu y Apostolos Kaklamanis, uno de los miembros más veteranos. Según rigen las normas de la formación, también ambos deberían ser expulsados, aunque ello acarrearía más problemas al Gobierno. Por una parte, a nivel nacional, la coalición en el Ejecutivo perdería su mayoría parlamentaria al contar con 150 miembros, por lo que, en principio, deberían convocarse elecciones anticipadas. Por otra, a nivel interno, la salida de Papandreu podría provocar inestabilidad y tensiones dentro del Pasok.
La aprobación de la ley era previsible, aun el rechazo de tres miembros del Gobierno a la misma y la sorpresa que causó la moción de censura por parte del principal partido de la oposición, Syriza, al ministro de Finanzas, Yannis Stournaras. Tras una pausa de aproximadamente una hora, mientras se debatía el asunto, el presidente del Parlamento, Evangelos Meimarakis, rechazó la propuesta alegando que deben transcurrir seis meses desde la anterior moción presentada. El pasado mes de noviembre, el mismo partido y principal adversario en la oposición, presentó una moción de censura contra el Gobierno debido al cierre de la radiotelevisión pública. Así las cosas, Syriza anunció una nueva moción de censura contra Meimarakis.
El movimiento de Syriza, promovido por su líder Alexis Tsipras, ha sido arriesgado y puede abrir un nuevo escenario de críticas hacia la formación que, a corto plazo, erosionen su imagen. Una encuesta realizada por la compañía ALCO para el periódico Proto Thena muestra una leve ventaja de ND sobre Syriza, con el 21,7% y el 21,2% de los votos, respectivamente.
Cabe destacar el descontento general de los partidos de la oposición contra el Gobierno, ya que dispusieron tan solo de 48 horas –de viernes a domingo- para leer el proyecto de ley que votaron el domingo, que contenía un total de 250 hojas.
Una vez la ley ha sido aprobada –aun dejando al Gobierno con un diputado menos, 152-, el Eurogrupo ha dado luz verde este martes al acuerdo alcanzado entre Grecia y la troika sobre la revisión de su rescate y el desembolso del mismo antes del próximo mayo.
Sin embargo, los partidos de la oposición seguirán manifestando su rechazo a las nuevas medidas alegando al impacto negativo que la nueva ley podría tener en algunos sectores -como el farmacéutico, editorial o agrícola- y al ver en la estrategia del Gobierno el sacrificio de los principios democráticos a favor de un programa que contempla más medidas de austeridad tras seis años de crisis económica.