Israel Galván reinventa el flamenco en Atenas

Linda Baseggio, 27 abr.- No es un flamenco sencillo el que propone Israel Galván (Sevilla, 1973) con Lo Real, pero es algo novedoso, energético, profundo e inteligente. En un esfuerzo de concentración llevado al espasmo. Durante casi dos horas, el espectáculo trata de la persecución nazi de los gitanos, tema perfecto para representar el lado agridulce del alma flamenca.

En un escenario enorme y marcado por el ‘work in progress’, los personajes de esta tragedia universal y, sin embargo, tan personal, aguardan desde la oscuridad el momento de encenderse y contar su historia. El bailaor protagoniza algunas escenas, vividas con cada fibra de su cuerpo: a veces con los pies descalzos, otras con zapatos, siempre a la búsqueda del gesto, del matiz, del detalle. Otras veces se aleja del foco para ceder el paso a dos musas del flamenco, Belén Maya (inolvidable en zuecos) e Isabel Bayón (dueña del baile y del cante) o a los responsables de “baile, cante y jaleos”: Caracafé, Bobote y a la grandiosa Uchi “o revienta”.

La música es un protagonista fundamental: desde las melodías más tradicionales (guitarra de Chichuelo y el cante casi sobrehumano de Tomás de Perrate y David Lago) hasta reinterpretaciones de cabaret alemán y disonancias contemporáneas. El saxo, el piano, las percusiones y el violín tienen cuerpo y presencia como cualquier otro personaje.

Espectáculo culto, llenísimo de citas fílmicas o teatrales (desde la pata del pantalón remangada de Galván, homenaje al figurín de Pablo Picasso para el ballet El sombrero de tres picos;o los tirantes de Liliana Cavani de El portero de Noche, hasta El pianista de Polanski y Canta gitano y Corre gitano de Mario Maya, proyectada en el escenario), cerebral y sentido, es un acto de fe y de fuerza. Tanto de los protagonistas, que se dejan plasmar y poseer por la historia, del público, que se adentra en el abismo tarareando y de Galván, que parece bailar disseccionando por un lado los músculos, por otro los tendones, los huesos, las vísceras. El alma bien guardada, gracias a esa capacidad, toda flamenca, de reírse de las penas y llorar las alegrías.

Lo real: hasta hoy, domingo 27 de abril, a las 20.30 horas, en el Centro cultural Onassis (Syngrou, 107-109), en español con subtítulos en griego. Entradas a partir de 7 euros (5 para desempleados); presentando la tarjeta de la Biblioteca del Instituto Cervantes de Atenas, dos entradas al precio de una. Más información en www.stg.gr