Multitud de candidatos y desconfianza política marcan las elecciones locales
Atenas, 17 may (EFE).- Grecia celebra mañana la primera vuelta de las elecciones locales y regionales, comicios que están marcados por la multitud de candidatos que se presentan y la desconfianza hacia los políticos tradicionales.
Un total de 9,89 millones de ciudadanos están llamados a las urnas para elegir a los alcaldes de 325 municipios y los presidentes de las 13 regiones que hay en el país de entre un total de 1.438 listas con nada menos que 40.000 candidatos.
El número sin precedentes de listas y candidatos (uno por cada 250 electores) reduce drásticamente la posibilidad de que alguna lista consiga la mayoría absoluta necesaria para la elección de los alcaldes y presidentes de regiones en la primera ronda.
Con excepción de 4 municipios, a los cuales se presenta una sola lista, y de otros 38 donde concurren dos, la convocatoria de una segunda ronda para el 25 de mayo, día en que además se celebran las elecciones europeas, es segura.
Otra particularidad de estas elecciones es el número importante de listas que reivindican su independencia, señal de la creciente pérdida de la influencia que han experimentado los partidos políticos en los más de seis años de crisis económica y social.
En Atenas y en Salónica, las dos principales ciudades del país, sus respectivos alcaldes, Yorgos Kaminis y Yannis Butaris, elegidos en 2010 como independientes con el apoyo del centroizquierda, encabezan todas las encuestas.
Parecida es la situación en la región capitalina de Ática, donde vive la mitad de la población de Grecia y cuyo presidente, Yannis Sgurós, igualmente elegido hace cuatro años con el apoyo del centroizquierda, se presenta esta vez como independiente, con grandes posibilidades de repetir mandato.
Gran parte de los candidatos que se declaran «independientes» pertenecían en el pasado al partido socialdemócrata Pasok, socio del Gobierno conservador de Andonis Samarás y el partido que ha sufrido el mayor desgaste durante la crisis.
Tras su victoria en las elecciones generales de 2009, en la que obtuvo el 43,9% Pasok ha ido cayendo en picado: en las legislativas de 2012 apenas obtuvo ya el 12,3% y en las encuestas actuales ronda entre el 4% y el 7%.
Ahora, algunos de estos alcaldes, como Kaminis y Butaris, intentan no ver ligados sus nombres al Pasok aunque el partido los apoye explícitamente.
La Nueva Democracia de Samarás, a pesar de haber resistido mejor a la crisis, sufre síntomas comparables. El candidato de Nueva Democracia en Atenas, el diputado Spilios Spiliotópulos, se tiene que enfrentar a la candidatura rebelde de otro diputado del partido y exalcalde de la capital, Nikitas Kaklamanis, lo que hace incierta la presencia de uno de los dos en la segunda ronda de las elecciones municipales.
En las elecciones regionales, el candidato conservador por la región capitalina de Ática tiene pocas posibilidades de llegar a la segunda ronda.
La fuerza de los independientes hace también mella en el principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, que apenas tiene posibilidades de llevarse alguna ciudad importante o la presidencia de una región, si bien en la intención de voto general o de cara a las elecciones europeas se disputa el primer puesto con los conservadores.
Casi todos los candidatos apoyados por la fuerza principal de oposición, el izquierdista Syriza, consiguen en las encuestas sobre las elecciones locales y regionales un apoyo sensiblemente por debajo del que obtienen de cara a las elecciones europeas del 25 de mayo.
La presencia de dos candidatos apoyados por equipos de fútbol es una novedad para Grecia.
En Pireo, principal puerto del país, Yannis Móralis, director ejecutivo del campeón Olympiakós, encabeza una lista con gran posibilidad de ganar la alcaldía.
En Volos, en Grecia central, el presidente de un equipo local, implicado en el pasado en un escándalo de resultados fraudulentos, reivindica también la alcaldía, con buenas posibilidades de ganarla.
Pese a que el voto es obligatorio en Grecia, con excepciones para los ciudadanos que viven a más de 200 kilómetros de su distrito electoral o son mayores de 70 años, se teme que el abstencionismo sea elevado en esta ocasión.
El récord negativo de participación en las elecciones parlamentarias de junio 2012, con solo un 62% de personas que acudieron a las urnas, y el elevado porcentaje en las encuestas de ciudadanos que declaran no estar dispuestos a votar, no son buenos presagios.