Los votantes envían un mensaje al Gobierno

Claudia Niubó, 26 may.- Los resultados de los tres comicios que han tenido lugar en Grecia este domingo, a nivel local, regional y europeo, han enviado un mensaje claro al actual Gobierno del país: la confianza en el bipartidismo entre la conservadora Nueva Democracia (ND) y el socialdemócrata Pasok que se extiende desde el final de la dictadura se ha hundido, promoviendo el auge histórico de partidos situados en los extremos del abanico político, tanto la izquierdista Syriza como el partido neonazi Amanecer Dorado. El futuro podría llevar consigo el adelanto de las elecciones nacionales previstas para 2016 o bien hacer caso omiso de los cambios que esta tríada electoral ha puesto sobre la mesa.

La segunda vuelta de las elecciones regionales y locales, junto con los comicios europeos, ha puesto en evidencia las turbulencias que pronostican un cambio en el escenario político actual del país. El líder de Syriza y candidato a la Comisión Europea, Alexis Tsirpas, ya ha pedido este lunes ante el presidente de la República helena el adelanto de los comicios nacionales. Por su parte, el primer ministro conservador y líder de ND, Andonis Samarás, ha rechazado la posibilidad de que el deseo de los izquierdistas se convierta en un hecho.

Tras la jornada electoral de este domingo, deben realizarse tres análisis para comprender el inicio del cambio político que se avecina. En primer lugar, las elecciones regionales han puesto a Nueva Democracia al mando de siete de las trece regiones de Grecia -dos más que en la anterior legislatura-, pero la han desprovisto del control de la región capitalina de Ática, la más poblada del país con un 40% de habitantes. Además, su socio en el Gobierno, el Pasok, ha sufrido una importante derrota al lograr mantener tan sólo dos de las ocho regiones en la que gobernaba hasta ahora.

Aunque Syriza no haya logrado superar a ND en número de regiones, ha conseguido sin embargo vencer en la región más importante, la de Ática, poniendo al frente a su candidata, Rena Duru, quien ha aglutinado un 50,83% de los votos, lo que sin duda ha dado un impulso de confianza a Syriza para controlar más de cerca al Gobierno.

Menos surte tuvieron ND y Syriza en los comicios locales, pues el actual alcalde de Atenas, Yorgos Kaminis, un independiente con apoyo de los partidos de centroizquierda, ha conseguido revalidar su victoria en la segunda vuelta y vencer a su principal candidato izquierdista, Gavriil Sakellaridis, dejando los resultados en un 51,4% y 48,6%, respectivamente. El candidato de los conservadores no logró, por primera vez desde el final de la dictadura en 1974, superar ni siquiera la primera vuelta.

Finalmente, y en tercer lugar, las elecciones europeas dejan otros resultados. Éstas han constituido uno de los mayores triunfos para Syriza. Por primera vez, la formación ha sido la favorita en una visita con las urnas, obteniendo una ventaja, no amplia pero suficiente, frente a su principal competidora, Nueva Democracia. Syriza, con el 26,6% de los votos, enviará a seis de sus diputados al Parlamento Europeo; ND (22,71%) a cinco; Amanecer Dorado (9,39%), enviará a tres representantes a la institución legislativa europea, seguido de dos representantes de la coalición socialdemócrata Elia (8,02%), bajo la que se enmarca el Pasok, socio en el Gobierno actual; el recién creado To Potami, por su parte, ha logrado dos diputados con el 6,61% de los votos.

Todos estos resultados deben tenerse en cuenta para desglosar el mensaje que los votantes griegos han enviado a los partidos e instituciones nacionales y europeas en esta triple cita electoral.

En 2009, las elecciones europeas fueron muy distintas en Grecia. Syriza tan sólo obtuvo el apoyo del 4,7% de la población, igual que Amanecer Dorado, que ni rozaba el uno por ciento, obteniendo un mísero 0,46%. Por su parte, Nueva Democracia y Pasok disfrutaban de una amplia ventaja contra sus competidores, con un 32,29% el primero, y un 36,64% el segundo. En comparación, ND ha perdido casi el 10% de los votos y el Pasok ha sufrido una derrota sin precedentes de más del 28%.

No osbtante, en la cita de este domingo, Syriza ha superado en un 3,89% a ND. La semana pasada, Tsipras anunciaba que si su partido conseguía una victoria de entre el 4 y el 6 por ciento sobre el partido del primer ministro, llamaría a la convocatoria de elecciones generales, por lo que los comicios europeos se presentaban para la coalición izquierdista como un referéndum para continuar o cambiar el panorama político del país tan azotado por las consecuencias de la crisis económica.

Por su parte, el Gobierno ya ha descartado cualquier probabilidad de que eso ocurra. Comparando el resultado de las elecciones europeas de este domingo con las generales de junio de 2012, Syriza ha obtenido un ligero porcentaje menor, del 26,6% ahora al 26,89% entonces. Para convencer a la población helena, debía obtener un margen de victoria suficiente que mejorara los resultados de 2012. Ésta es, principalmente, la crítica que ND le atribuye en estos comicios a Syriza, a pesar de que la coalición izquierdista haya sido la vencedora. Sin embargo, la lectura no es tan pesimista. Por primera, vez la coalición izquierdista ha ganado unas elecciones a la vez que ha logrado mantener en dos vueltas su dominio en la principal región griega, por lo que cuenta con buenas cartas en el juego. Además, la coalición entre ND y Pasok ha visto un descenso de sus votos muy significativo. Los conservadores han obtenido cerca de un 23% respecto al 29,66% que obtuvieron en 2012 y Elia ha recibido en esta ocasión tan sólo el 8%, cuando el Pasok obtuvo el 12,28% dos años atrás. En total, supone un descenso del 11% de votos de la coalición gobernante.

En una reunión que ha tenido lugar este mediodía entre el presidente de la República helena y el líder de Syriza, Tsipras ha reiterado su llamamiento a la convocatoria de elecciones nacionales anticipadas. En su opinión, las elecciones de este domingo muestran un «histórico malestar político y han producido nuevos equilibros de poder», ensalzando la ventaja de casi cuatro puntos que ha obtenido su partido por encima de Nueva Democracia.

Tsipras ha subrayado que los dos partidos en el Gobierno han perdido un total de 11 puntos desde 2012, lo que se traduciría en 94 diputados en el caso de elecciones generales, por debajo de los 162 elegidos en junio de 2012. Para gobernar, se necesita un mínimo de 150 diputados sobre el total de 300. Por ello, según las palabras del líder de Syriza, existe una “gran falta de armonía” entre la voluntad popular y la composición del actual Parlamento griego, es decir, que la Cámara legislativa no goza de legitimidad para seguir actuando tal como está compuesta hasta ahora.

El primer ministro Samarás ha reconocido que la población griega ha enviado un mensaje al Gobierno aunque su autocrítica no pasa por reconocer el cambio dl escenario político heleno. “El Gobierno va a seguir siendo un garante de la estabilidad del país para que pueda salir de la crisis”. En esta sentido, el primer ministro y el vicepresidente y líder del Pasok, Evángelos Venizelos, se reunirán el próximo jueves para hacer un análisis de la situación.

Por su parte, el líder del Pasok, quien hace unas semanas señalaba la posibilidad de abandonar incluso las primeras filas del Ejecutivo según el resultado de los comicios, ya ha anunciado los tres primeros pasos que su partido dará hacia una renovación profunda del mismo. La primera incumbe al Gobierno, al pedir una actualización del programa que selló con su socio conservador. La segunda recae sobre el presidente de la Repúlica, a quien solicitará un llamamiento nacional -más allá del Ejecutivo- para evaluar el futuro del país. La última concierne a su partido, el cual celebrará un congreso fundacional el próximo mes de octubre.

No hay que olvidar en estos comicios la victoria de la formación neonazi Amanecer Dorado (AD). Los resultados se interpretan más como una muestra del descontento para con el actual Gobierno y su política actual que con el triunfo de un ideario prometedor de algún futuro. El líder de la formación, Nikos Michaloliakos, actualmente en prisión, ha comentado que AD ha sido «el gran ganador de las elecciones». «Somos el tercer poder político de Grecia. Somos el único partido con el aumento continuo de las tasas de popularidad. En este momento somos el regulador básico de los acontecimientos políticos. Somos la Grecia que está por venir», agregó Michaloliakos al fin de la jornada del domingo. El partido ha sido objeto de extensas investigaciones -aún en marcha- sobre sus actividades y varios de sus diputados han sido encarcelados por, entre otros cargos, pertenecer supuestamente a una organización criminal.

La fragmentación de la escena política griega, el debilitamiento de los dos partidos en el Ejecutivo y la inexperiencia de Syriza en el poder, así como el impulso de los votantes de ultraderecha, sitúan a la actual escena política griega bajo un clima de incertidumbre y desconfianza que pronto deberá encontrar la forma de disolverse.