Entrevista a Ximo Tebar, el filósofo del jazz
Linda Baseggio, 28 may.- El viernes 30 de mayo, a las 22.00 horas, el virtuoso guitarrista valenciano Ximo Tebar actuará en el Athens Technopolis Jazz Festival en un concierto patrocinado por la Embajada de España y el Instituto Cervantes de Atenas.
Su biografía abruma por la cantidad de premios y discos, participación en conciertos, reconocimientos y elogios, así como por la precocidad de su talento -Tebar, clase 1963, empezó a tocar la guitarra con 7 años y con 17 decidió dedicarse a la música de manera profesional-. Sin embargo, es escuchándolo cuando se llega a comprender lo que entiende la crítica cuando le define como ‘el creador del Son Mediterráneo’: Ximo toca el Jazz de quien ha nacido al lado del mar.
Su guitarra no tiene cuerdas sino olas, con las que une un lado del Atlántico con el otro, desde su España natal hasta su casa de Manhattan, en un jazz ‘de ida y vuelta’. Su guitarra no tiene puente sino que construye puentes entre la música africana y la americana. Su guitarra no tiene clavijas sino que tensa y afloja el respiro de los que le escuchan, quienes, durante unas horas, se olvidan de la crisis, de los resultados de las elecciones, de la operación bikini y se entregan por completo a este filósofo que prescinde de definiciones porque el arte de seguir el rumbo de la vida lo lleva dentro.
P: ¿Quiénes han sido tus maestros, no sólo en el jazz, sino en la música en general?
R: Mi primera influencia fue el español Paco de Lucía, después me cautivó Santana y, con el tiempo, descubrí a George Benson. Benson me introdujo en el jazz a través de sus discos de fusión y gracias a él descubrí a Wes Montgomery, Pat Martino y todos los grandes maestros del Jazz (Parker, Coltrane, Monk, Davis, etc.).
P: ¿Qué valor le das a los conciertos y al contacto humano en una época de streaming y tecnología?
R: Escuchar y ver la música en directo es incomparable, tanto para el público como para el artista sobre el escenario. En directo uno vive emociones que a través de una pantalla o unos auriculares no se pueden sentir. Sin embargo, la tecnología te permite acceder a mucha información que no podrías disfrutar de otra manera. Por ejemplo, en una tarde puedes hacer un repaso por toda la historia del jazz y ver conciertos de artistas que ya no están entre nosotros. También la tecnología sirve para llegar a más público, por ejemplo, mi concierto del Atenas Jazz Festival lo podrán ver en España u otros países a través de las redes sociales. Definitivamente, la tecnología tiene muchas ventajas, pero nunca podrá reemplazar a la música en directo.
P: ¿Qué significa ser español y jazzista?
R: Para mí el jazz es una forma de hacer música, un lenguaje y una filosofía (incluso de vida). Da igual la nacionalidad o la raza y el tipo de música o ritmo que se esté interpretando, yo tengo influencias de muchos más países. Cualquier música, canción o estilo se puede interpretar bajo la filosofía del jazz, que en mi opinión es: el arte de crear en función de lo que pasa en el momento.
P: ¿Si tu jazz fuera un plato, cuál sería la receta? ¿Cuánto de España, cuánto de Nueva York, cuánto de Mediterráneo? ¿Cocinada cómo y dónde?
R: Es una buena pregunta. Creo que sería un plato sabroso y que sorprendería a quien lo probara con su mezcla de sabores. Quizás el condumio sería un mix de España y Nueva York y, el condimento, aderezo y aroma serían puramente mediterráneos; cocinado en cualquier lugar y a fuego lento, como los buenos guisos, y con un toque picante.
P: ¿Tienes a algún músico griego en tu repertorio (como tienes a Vicente Amigo)?
R: En alguna ocasión he interpretado temas de Aphrodite’s Child, Demmis Rousos, Mikis Theodorakis y Nana Mouskouri.
P: ¿Qué piensas de Grecia?
R: Es un país que admiro y que siempre he deseado visitar por su historia y mitología, por su patrimonio y por su riqueza cultural. La música griega, sus ritmos y sus instrumentos tradicionales como el buzuki tienen un encanto especial que me llaman la atención.
*Más sobre Ximo Tebar en: www.ximotebar.com