Cambios
Pasito a pasito estamos llegando al final de Junio. Pasados ya los fastos de exaltación monárquica en España, con rey recién estrenado y con la selección marchándose del mundial a la primera de cambio, espero que la semana que me queda antes de tener de vuelta a los niños en casa sea tirando a tranquilita, porque, hija, entre las dos semanas culturales del LEA y las reuniones lúdico-gastronómicas, me estoy quedando para el arrastre. No está ya una para tanta vida social, la verdad.
Y encima ahora es tiempo de despedidas. Y yo eso lo llevo fatal. Algunas expatriadas (y expatriados) vuelan a nuevo destino o vuelven a casa. Y se te queda una cosita en el estómago… Al fin y al cabo han sido lo más parecido a la familia que has tenido. No voy a ponerme en plan sentimental, pero si quiero aprovechar para despedirme públicamente de Cristian y Thuy, Jesús y Pascale, José Luis, Olga y Fernando y Verónica. Se os va a echar de menos, majos.
Menos mal que está la otra vertiente de la vida de expatriad@: el retorno. Porque vuelven. En cuanto se barruntan las vacaciones, empiezan a aparecer “inmortales” llegadas de distintas partes del globo. Así que esa esperanza me queda. No perderles la pista del todo. (Supongo que a estas alturas del curso sabes muy bien a qué viene lo de “inmortales”, pero si no has leído esta columna desde el principio de los tiempos, te puedes enterar de que va el término aquí.)
El caso es que entre despedidas y retornos, cualquier excusa es buena para montarse un sarao.
Así que estamos que no paramos. Entre otras cosas porque somos conscientes de que, terminado el colegio, nuestra “inmortalidad” pasa a estado latente. A partir de la semana que viene, madre a tiempo completo. A organizar cositas para los niños, o mejor dicho, a que los niños te organicen la vida a tí.
Bueno, no adelantemos acontecimientos y nosotras a lo nuestro, a aprovechar lo que queda. Esta semana estamos de cumpleaños: El Museo de la Acrópolis cumple cinco añitos.
Ya te he contado en otra ocasión lo que me gusta a mi este Museo. Pues hoy día 20 de Junio, con motivo de su quinto aniversario, estará abierto hasta las 12 de la noche (su restaurante y sus tiendas también) y la entrada sólo costará 3 euros. Además, a las 9:30 se ofrecerá un concierto en el patio de entrada. Eso va a ser digno de ver (o mejor dicho, de escuchar).
Yo que tú no me perdería la oportunidad de visitarlo. El museo es amplio, pero no inabarcable, cómodo de visitar, con muchos sitios para sentarse, luminoso como él solo y con unas vistas de la roca sagrada que te quitan el hipo.
La peli documental que te cuenta la historia de la Acrópolis es una amena y formativa clase de historia de Grecia y a la vez de la humanidad. Y las tiendas (2) son una tentación que muy pocos consiguen alejar (yo, por ejemplo, no lo consigo, siempre salgo con algo, aunque sólo sea un lápiz).
También tengo ganas de ver el último enclave arqueológico que han abierto al público en Atenas: el Liceo de Aristóteles. Se supone que es el lugar que el filósofo alquiló en el año 335 antes de Cristo, para fundar su escuela de los peripatéticos. La gracia que me ha hecho a mí siempre esa palabra, oye. Solía utilizarla muchísimo en mi juventud. “Me he quedado peripatética”, decía, como sinónimo de “me he quedado parada”. Y nada más equivocado, porque bien sabes tú, que todavía te acuerdas de lo que estudiaste en C.O.U., que a esta escuela filosófica se la conocía por ese nombre precisamente porque para que su pensamiento fluyera, no sólo no se quedaban parados, sino que lo que hacían era caminar, “peripató” en griego clásico (perpató en griego moderno).
Pues si te animas, está entre el Club de Oficiales de Atenas, el Conservatorio Nacional de Música y el Museo Bizantino, en el cruce entre la calle Rigilis y la Avenida Vassileos Konstantinou. Está abierto todos los días desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche y la entrada es libre.
Vamos, que no será por oferta cultural en esta ciudad y más ahora en verano. Si tienes tiempo y ganas y te manejas con el inglés, consulta el programa del Festival de verano de Atenas y Epidauro. Podrás disfrutar de música, cine, teatro y danza en, como se suele decir, “marcos incomparables”.
Así que, si por un momento habías pensado que te ibas a pasar hasta el 13 de Julio de celebración en celebración de victorias de la selección española, y ver a los nuevos monarcas jaleando los goles, abre los ojos y mira a tu alrededor. Te darás cuenta de que lo que esta ciudad puede ofrecerte es mucho más que fútbol y coronaciones.
Lola Larreina para AtenasDigital.com
tu tambien te vas de vacaciones Lola? hasta septiembre como los niños? o sigues escribiendo desde la playa?
Que penita Lola!!!!! Nada, siempre nos quedara París, Estambul, Madrid, Polonia, Andros, ….. Y no aproveches el verano para dejar de escribir. Vacaciones las justas, no sea que te acostumbres!!!!