Concluye la presidencia griega de la UE celebrada en pleno proceso de cambios
Ingrid Haack, Atenas, (EFE).- Grecia concluye mañana su presidencia de la Unión Europea (UE), cuando cederá el testigo a Italia tras un semestre convulso marcado por los comicios al Parlamento Europeo, la firma del Acuerdo de Asociación con Ucrania y la crisis en las relaciones con Rusia.
La campaña electoral a las europeas redujo de facto el periodo de trabajo a algo menos de cinco meses, con una agenda cargada de prioridades y muchas dudas por parte de algunos socios del Norte sobre la capacidad de Grecia de llevar su semestre a buen término.
El semestre comenzó con las reservas por parte de algunos socios que temían que un país sumido en una crisis económica y demasiado centrado en sus negociaciones con la troika de acreedores, difícilmente podría asumir este papel.
Quizás fuese ese el motivo que llevara a todos los políticos europeos que pasaban por Grecia a resaltar expresamente la «buena organización» y coordinación de esta presidencia.
Finalmente, se solventaron in extremis algunos de los principales temas, como el nombramiento este viernes de Jean-Claude Juncker como candidato a presidir la CE, un asunto que puso a prueba la credibilidad de la UE, que acababa de recibir en las europeas un aviso del electorado, con el repunte del euroescepticismo y la ultraderecha.
En Grecia y en plena presidencia el Gobierno de coalición entre conservadores y socialdemócratas tuvo que encajar una derrota electoral en las europeas, de las que la izquierda radical Syriza salió como clara vencedora.
Uno de los principales acuerdos firmados durante estos últimos meses ha sido -en la cumbre final de esta semana- la firma del acuerdo de libre comercio con Ucrania, el pacto que al no cerrarse en diciembre pasado desencadenó la crisis entre Kiev y Moscú.
En el mismo paquete se firmaron los acuerdos de asociación con Georgia y Moldavia.
La presidencia griega dio también luz verde a la concesión del estatus de candidato a Albania, país balcánico que llevaba 15 años esperando este momento.
En el plano económico, el avance más importante se produjo en abril, cuando la Eurocámara, en su último pleno de la legislatura, dio luz verde a varias normativas con las que se pretende avanzar en la construcción de la unión bancaria.
Entre ellas figura el mecanismo único de resolución bancaria, que incluye un fondo común de 55.000 millones de euros para el cierre de las entidades en quiebra y cuyo objetivo es que el contribuyente no pague la factura de la crisis bancaria.
El fondo común se nutrirá de las contribuciones de los propios bancos, que tendrán un plazo de hasta ocho años para hacer realidad la aportación.
Avanzar en la unión bancaria había sido una de las prioridades de la presidencia Grecia, como también lo era buscar un reparto más justo de las cargas en la inmigración irregular, uno de los problemas que más afectan a los socios europeos de la ribera mediterránea, que quedó sin resolver.
En la cumbre celebrada esta semana, los líderes de los Veintiocho se limitaron a fijar la mejora de la gestión de los flujos migratorios como una de las prioridades de los próximos cinco años.
Una de las prioridades en las que sí hubo claros resultados fue en la creación de una estrategia de seguridad marítima, que abarcará acciones en distintas áreas, desde la piratería a los problemas medioambientales.
La de Grecia ha sido la presidencia más barata de toda la historia de la UE y, según datos del ministerio de Exteriores, no se ha llegado a desembolsar ni la mitad de los 50 millones de euros presupuestados inicialmente.