Qué hacer durante una ola de calor
Linda Baseggio.- En griego se dice καύσωνα, en italiano afa, en español ola de calor, pero poco importa la lengua: durante una semana hemos pasado por los días más cálidos del recién estrenado verano 2014, con temperaturas que han llegado a tocar los 40 grados debido a las tórridas corrientes de aire provenientes de las costas de África. Si los enfermos, los ancianos, los bebés y los niños precisan de especiales atenciones, puede que también una persona adulta, en buenas condiciones de salud, padezca un golpe de calor. Por esta razón es importante que todos adoptemos unas sencillas medidas anti-καύσωνα.
Cinco estrategias contra el calor
1. Evita la exposición prolongada al sol y limita los movimientos innecesarios en las horas más cálidas; procura mantener la casa fresca bajando toldos y persianas y teniendo las ventanas semi-cerradas. Si tienes que salir, protégete con un sombrero o intenta estar en la sombra durante los desplazamientos.
2. Intenta hacer pequeñas comidas ligeras, privilegiando los vegetales y la fruta, y no te olvides del gazpacho: es sano, sabroso, lleno de vitaminas y minerales.
3. Viste ropa cómoda para no bloquear la circulación, de colores claros para que refleje las radiaciones solares, de materiales naturales (algodón, lino) para que deje transpirar la piel. Lleva gafas de sol.
4. Hidrátate y no esperes a tener sed, podría ser demasiado tarde: toma agua con limón, té ligero, zumos de fruta y verdura, y evita el alcohol, el café y el té fuerte.
5. Baja la temperatura corporal: si estás en casa, con duchas de agua tibia y sin olvidarte, después, de una buena crema hidratante de textura ligera; si estás por la ciudad, refresca la cabeza, los pulsos y el interior de los brazos con un pañuelo mojado; si estás en la playa, ¿a qué esperas para tirarte al mar?.
Me permito añadir un consejo que me inspiró hace años un relato de mi querida Ioanna Karystiani, dedicado a todas las mujeres: pon tu ropa interior en una bolsa de congelación dentro de la nevera por la noche y por la mañana vístete con la lencería helada después de una ducha estimulante. ¡Te cambia el humor para todo el día!
¡Muy buen consejo, querida Rosario! La verdad es que la nevera, en verano, se transforma en almacén: recoge el maquillaje, las cremas hidratantes, los aceites esenciales, la ropa interior y ¿por qué no? hasta una almohada si cabe. Eso sí, que sea no frost. La nevera, no la almohada 😉