Juncker elige Atenas como símbolo del nuevo acento de la política de la CE
Atenas, (EFE).- El presidente electo de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, eligió hoy simbólicamente Atenas para demostrar que la futura CE pondrá un mayor acento en el crecimiento que en la austeridad, que ha llevado a países como Grecia al borde de la quiebra.
En un momento en que Argentina lucha por evitar una suspensión de pagos, uno de los mensajes de esta primera etapa en su gira por las capitales europeas fue precisamente destacar que Grecia no es Argentina porque está en el euro.
«Si Grecia no fuera un país de la eurozona y el Gobierno griego no hubiera hecho lo que hizo, a pesar de las consecuencias nefastas que esto (las reformas) tuvo para la gente, Grecia se habría convertido en una Argentina. Pero Grecia no es Argentina», dijo Juncker en una breve rueda de prensa conjunta con el primer ministro heleno, Andonis Samarás.
El primer ministro agradeció a Juncker haber estado al lado de Grecia en un «periodo en que pedían echarnos».
Juncker aún fue más lejos a la hora de describir los momentos en que se debatía la salida de Grecia de la eurozona, y aseguró haber luchado «como un león» para que eso no sucediese.
«Estaba convencido de que Grecia merecía la confianza de los otros y tuve que luchar como un león para convencer a los otros de que no echasen a Grecia de la eurozona», aseguró Juncker, quien dijo tener una «profunda amistad» con Samarás.
El presidente electo recalcó que la máxima prioridad en su nuevo cargo será el crecimiento económico y la creación de empleo, si bien compaginados con el rigor presupuestario.
«El rigor presupuestario permanecerá (en la agenda) no solo para Grecia, también para el resto de países» afirmó el luxemburgués.
Juncker reafirmó que, tal como lo dijo ya ante el Parlamento Europeo, la Unión Europea debe lanzar un programa de inversión de 300.000 millones de euros, lo que, recalcó, equivale al 3 % del presupuesto de la UE, para relanzar el crecimiento y el empleo.
«Es necesario combinar las inversiones públicas y las privadas. Debemos consolidar las inversiones para dar un futuro no solo a Grecia sino a toda Europa», subrayó.
En su reunión, Juncker y Samarás hablaron también del reparto de responsabilidades de los futuros comisarios europeos, si bien el presidente electo de la CE (asumirá el cargo el próximo 1 de noviembre) aseguró que todavía no es el momento de desvelar nada.
Grecia ha propuesto a su ministro de Defensa, Dimitris Avramópulos, para quien, según la prensa local, quisiera el cargo de comisario de Interior.
En un principio, se había barajado en Grecia el nombre de la exministra de Exteriores Dora Bakoyannis como posible candidata, lo que hubiera facilitado un reparto más equilibrado entre hombres y mujeres.
Sin embargo, finalmente Samarás ha optado por el hombre al que le debe en parte su elección como líder del partido Nueva Democracia, y de paso ha evitado dar mayor relevancia a su rival interna Bakoyannis a través de un cargo importante en Bruselas.
En 2009, Samarás se impuso en la elección frente a Bakoyannis, pero su victoria se debió en parte a que Avramópulos había retirado previamente su candidatura.
Los nombres no se conocerán hasta que se haya elegido el nuevo presidente del Consejo Europeo y al jefe de la diplomacia europea, lo que está previsto para el 30 de agosto, cuando se celebre la cumbre extraordinaria de la Unión Europea.
Juncker ha mostrado en las últimas semanas su «preocupación» por la escasez de nombres femeninos que suenan para integrar el próximo Ejecutivo comunitario.
El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, ha advertido públicamente de que el pleno del Parlamento Europeo no aceptará un Ejecutivo comunitario que no tenga más mujeres que la Comisión actual (con nueve comisarias, dos de ellas vicepresidentas).
Juncker ha amenazado a través de su portavoz, Natasha Bertaud, con retrasar la conformación de la nueva Comisión Europea si no se llega a un mínimo de mujeres dentro del próximo Ejecutivo.