La iglesia griega apoya ley antirracista a pesar de las reacciones de varios obispos
Atenas, (EFE).- La Iglesia Ortodoxa Griega dio este martes su apoyo a la prevista ley antirracista, pese a las diferencias internas respecto a la inclusión en ella de los homosexuales.
En un comunicado difundido tras el Sínodo de dos días celebrado en Atenas, los obispos declaran su apoyo a la ley que será presentada en el Parlamento la próxima semana, pero piden además que no solo castigue la negación del Holocausto y la persecución de minorías, sino también que mencione explícitamente los pogromos de cristianos ortodoxos y armenios durante el Imperio otomano.
«El presidente del Sínodo y los obispos estiman que el objetivo de este proyecto de ley es la preservación de la paz social y la protección de todo individuo o grupo de individuos de todo color de piel, religión o pertenencia nacional que está en nuestro país», destaca el comunicado.
La nota además recuerda que la Iglesia «ayuda desde hace años a miles de inmigrantes legales e ilegales, independientemente de su fe religiosa y de su origen nacional».
Varios jerarcas habían expresado su oposición a la ley en cartas que dirigieron al primer ministro, Andonis Samarás.
«Supongo que usted se da cuenta de que con su insistencia en este proyecto de ley miserable está vendiendo su alma a cambio de la permanencia unos meses más en el cargo de primer ministro», destacó en su carta el obispo de Pireo Serafim, quien apoya abiertamente al partido neonazi Amanecer Dorado.
«Esta ley insidiosa debe ser retirada porque tolera la perversión de la homosexualidad», indicó por su parte el obispo Andreas de la diócesis de Konitsa.
El tema de la protección de los homosexuales provocó muchas reacciones de los sectores más conservadores de la sociedad griega.
En la madrugada del pasado sábado una decena de neonazis agredieron a una pareja de homosexuales en el barrio ateniense de Pangrati, a los que rociaron con lejía y golpearon hasta el punto de que uno de ellos tuvo que ser ingresado en un hospital con una fractura triple de tobillo.
La ley antirracista, cuya aprobación se va retrasando desde hace meses, ha provocado en particular un fuerte disenso entre los conservadores, que exigen la persecución penal de toda persona que niegue los «genocidios» de las poblaciones griegas de Turquía.
La exigencia de los conservadores, que cuenta con el apoyo del ministro de Justicia, Jarálambos Athanasiu, fue formulada la pasada semana por 38 diputados de Nueva Democracia, el partido del primer ministro conservador, y de los ultranacionalistas Griegos Independientes.
El comunicado de la Iglesia griega apoya esta condición planteada, pues lo considera «exigencia de los principios de derecho y de igualdad de respeto hacia las víctimas de todos los genocidios».