El primer ministro griego en Berlín, en busca de apoyo de Angela Merkel
Atenas, (EFE).- El primer ministro griego, Andonis Samarás, confía obtener mañana en su visita a Berlín el respaldo de la canciller alemana, Angela Merkel, para salir del programa de rescate a finales de este mismo año.
El argumento principal de Atenas es que el éxito de las recientes emisiones de bonos del Estado a tres y cinco años han constituido el comienzo de un regreso definitivo a los mercados que le permitirían financiarse por sí misma e independizarse de la troika de acreedores.
«Grecia no necesita un tercer programa de financiación. Ya salió a los mercados y seguirá saliendo, pues los tipos de interés bajan», aseguró el ministro griego de Finanzas, Gikas Jardúvelis, este fin de semana a los medios locales.
La troika de acreedores (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) no han compartido hasta ahora este optimismo y no excluyen que sea necesario un nuevo programa de rescate, lo que siempre conlleva nuevos ajustes.
La financiación de Grecia por los países de la Unión Europea acaba a finales de 2014, mientras que las ayudas del FMI están programadas hasta el final de 2015.
La salida de Grecia del programa de rescate sería un balón de oxígeno para el Gobierno que, tras la aplicación de un programa de austeridad draconiana, pierde terreno en las encuestas frente al partido principal de oposición, el izquierdista Syriza. Por el momento, todos los sondeos realizados en septiembre dan a Syriza una ventaja de 4 a 6 puntos.
El Gobierno puede verse forzado a convocar elecciones anticipadas a principios de 2015, cuando está previsto que el Parlamento elija al nuevo presidente de la República.
En caso de que el candidato a presidente no logre reunir al menos 180 de los 300 votos de los diputados, la Constitución establece la convocatoria de nuevas elecciones, lo que parece probable dado que el Gobierno necesita apoyos de la bancada de la oposición.
La finalización del programa de rescate significaría asimismo el fin de las visitas de la troika a Grecia para examinar el progreso de las reformas que este país aceptó llevar a cabo a cambio de un préstamo de 140.000 millones de euros.
Hasta ahora estas visitas han acabado cada vez con la adopción de nuevas medidas de recortes.
El segundo objetivo de Samarás en su visita a Berlín es lograr una intervención discreta de la canciller alemana para suavizar la postura de los representantes de la troika, cuya llegada a Atenas está prevista esta semana para la quinta evaluación del programa griego.
Los acreedores exigen nuevas reducciones de las pensiones, la liberalización completa de los despidos en el sector privado y que sean despedidos los 6.500 funcionarios que quedan para que Grecia cumpla el objetivo de 25.000 despidos hasta el final de 2014.
Además se oponen a las tímidas medidas de relajamiento fiscal anunciadas por Samarás a comienzos de este mes en la feria internacional de Salónica.