De cariátides y gobiernos

Me encanta esta época del año en la que, si haces una fotografía a un grupo de gente por la calle, no aciertas en qué estación están. Lo mismo ves pasar a una chica en pantalones cortos y camiseta de tirantes, como a una señora con medias y jersey de lana. Y claro, con estos cambios de temperaturas, empiezan a caer los constipados.

Y me está entrando el miedo, porque no está el país para ponerse enfermo. Ya lo leeríais la semana pasada en el periódico. La situación de los médicos en este país está muy malita. Denuncian que a veces se ven obligados a trabajar hasta 100 horas semanales. Plazas vacantes hay, claro. Lo que no hay es guita para pagarles y los que están, van dimitiendo agotados. Vamos, como para que aparezca por aquí un infectado del ébola. Claro, que en Estados Unidos se supone que van sobrados y mira la que han liado con el pobre hombre que llegó a un hospital con el virus. Le mandaron de vuelta a casa y no sabe con cuanta gente habrá estado en contacto. Espero que a ninguno de ellos les de por viajar a Grecia porque estamos apañados.

Yo con lo que estoy fascinada es con la tumba de Anfípolis, ¿Te has enterado?, han encontrado, de momento, dos cariátides de 3 metros de altura cada una y parece que podría ser el monumento funerario más grande de Grecia, con alturas de hasta 30 metros y con un muro circular que podría alcanzar los 497 metros. Cuando puedan acceder al recinto, comprobarán si verdaderamente es, como se especula, la tumba de Alejandro Magno, de su esposa, de su hijo y de algunos oficiales importantes.

Yo escribo esto que, como te imaginarás, he leído en AtenasDigital.com y me pregunto: ¿y cómo saben todo eso si de momento lo único que tienen son dos cariátides?. Eso sí, el humor que no falte nunca. El otro día en Facebook vi una foto de una parte de las esculturas en la que habían impreso “fastidiaos ingleses, nos quitáis una cariátide y encontramos dos” (lo de “fastidiaos” es de mi cosecha, acordaos que mi pacto con la jefa implica no escribir palabras malsonantes).

Por cierto, que la jefa estuvo conmigo el pasado domingo en la “carrera para la curación”. La empresa de su marido, que es la que hace la cremas EXELIA, (buenísimas y fenomenal de precio, sólo en farmacias), entregó un cheque de 10.000 euros a la asociación de lucha contra el cáncer de mama porque de cada crema que venden, un euro va a parar a esta asociación. Si, ya sé lo que estás pensando, que vaya peloteo haciendo publicidad por la cara, pero lo hago precisamente por eso, por la cara, a ver si me da alguna crema gratis, que aunque ya se haya casado Clooney una tiene derecho a estar presentable, que ya sabemos todas que eso del casamiento molesta, pero no impide, ¿no te parece?.

Pero vamos, que anécdotas aparte, no veas qué emocionante. No lo del cheque, sino el ver la cantidad de gente que caminó o corrió por la causa. Imagínate que los que corrían 5 kilómetros empezaron a llegar a la meta antes de que la mitad de los participantes (básicamente los que caminábamos) hubiéramos empezado. La primera mujer en llegar a la meta fue una chica que también la ganó la anterior convocatoria. Me contaron que el año pasado estaba calva a causa de la quimioterapia, y aún así, ganó. ¡Cuántas mujeres vimos con la camiseta que la organización había entregado a las que habían tenido que enfrentarse a la enfermedad y en las que ponía “survivor”! Los pelos como escarpias.

Claro que también se te ponen los pelos de punta leyendo tras cosas mucho menos solidarias, como la red de tráfico de inmigrantes que han desmantelado esta semana en Salónica. Qué mala gente, aprovechándose de la desgracia ajena.

Y mientras tanto el gobierno pidiendo palmaditas en la espalda. El lunes se someterá a una “moción de confianza” en el parlamento, que viene a ser, por lo que he investigado en internet, que el presiente del gobierno, en una situación de debilidad política, se pone un poco en plan “venga hombre, decidme que no lo estoy haciendo tan mal, que ando decaído”. Supongo que los vaticinios de las últimas encuestas que dan a Syriza 11 puntos más que al partido del gobierno tendrá bastante que ver. Claro que, también por lo que he leído por ahí, en el caso de que no le apoyen, lo suyo es dimitir, por lo que suelen utilizar esta herramienta política cuando, o bien se huelen que les va a caer una moción de censura (que es lo contrario), o cuando están seguros de que la van a ganar. Conclusión: que me he quedado igual que estaba, o sea, sin saber qué utilidad real puede esto tener para, por ejemplo, los médicos que trabajan más de 100 horas a la semana, o la señora que no se puede hacer una mamografía porque no se la cubre el seguro.

Y te dejo,¡que he quedado con la jefa para acompañarla a entrevistar a Michel!, Si mujer, el entrenador del Olympiakós, el que jugaba en el Madrid cuando “el Buitre”. Yo soy del Atleti, pero com el Olympiakós va de rojiblanco y el hombre es guapo, pues me apunto. Pero esto ya te lo cuento la semana que viene. ¡Buen finde!

Lola Larreina para AtenasDigital.com