ACNUR pide una gestión europea de la crisis de los refugiados
Atenas, (EFE).- El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pidió hoy en Atenas a la Unión Europea (UE) una gestión comunitaria de la crisis de los refugiados ante la llegada masiva de indocumentados que, en lo que va de año, ha supuesto 3.000 muertes en aguas del Mediterráneo, cinco veces más que en todo 2013.
ACNUR estima que 165.000 personas atravesaron el Mediterráneo en lo que va de año, frente a 60.000 en todo 2013.
«Esta crisis no puede ser tratada a nivel nacional por los países de primera acogida. Es necesaria una gestión a nivel europeo», destacó en rueda de prensa el representante de ACNUR en Grecia, Yorgos Tsarpópulos.
ACNUR pidió un reparto equilibrado de los refugiados entre todos los países europeos y no solo por parte de los países de la ribera mediterránea.
Además, para reducir drásticamente las pérdidas humanas en el mar, propuso la introducción de alternativas legales de viaje como la extensión de visados humanitarios a los refugiados y medidas para facilitar la reunificación de familias.
Tsarpópulos advirtió asimismo del peligro de que la situación precaria en la que se encuentran los refugiados en Grecia pueda transformarse en crisis humanitaria con la llegada del invierno.
«Los tres centros de acogida de refugiados ya existentes en las islas de Lesbos, Quíos y Samos han sobrepasado hasta tres veces su capacidad. En las otras islas la infraestructura es casi inexistente», advirtió el representante de ACNUR.
Hasta finales de agosto habían llegado a las islas griegas del mar Egeo 22.089 personas, frente a 10.508 en todo 2013.
Para ACNUR es primordial, por una parte, adoptar un plan de urgencia para resolver los problemas de alojamiento y de asistencia a los refugiados y, por otro lado, desarrollar una estrategia a largo plazo pues «todo indica que no se trata de un fenómeno pasajero».
En la rueda de prensa, donde estuvieron presentes representantes de la Policía y de los Guardacostas, de Médicos del Mundo, Médicos sin Fronteras, así como de otras organizaciones no gubernamentales activas en los centros de acogida de refugiados, todos recalcaron la necesidad de involucrar en los planes de gestión de la crisis a las comunidades locales.
El director del Ministerio de Orden Público, responsable de los centros de acogida de refugiados, Dimitris Nikas, acusó a las autoridades locales de hipocresía en la gestión de la acogida de refugiados. «Por una parte tienen un discurso humanista, por otra parte rechazan la instalación de centros de acogida en su territorio», denunció.
Nikas dio como ejemplo el caso del alcalde «de una isla de las más afectadas por las llegadas de refugiados», a quién había pedido una cita para examinar la situación. «Si te atreves a poner pie en la isla te echo al mar», fue la respuesta del alcalde, explicó.
Nikas criticó también las convenciones europeas para los refugiados, «que supuestamente han sido aprobadas para hacer frente a las necesidades humanas, (pero) hacen todo menos eso».
Al final de la rueda de prensa irrumpió en la sala un grupo de refugiados kurdos que denunció «la hipocresía internacional en el caso de la sede de Kobani», la ciudad kurda de Siria en la frontera con Turquía asediada por yihadistas del grupo Estado Islámico.
«Soy originario de Kobani. Necesitamos ayuda para hacer frente a los terroristas. Queremos vivir en nuestra tierra, no queremos ser refugiados», dijo Ibraem Muslem, un cardiólogo kurdo instalado hace años en Grecia.