El Gobierno de Samarás gana el voto de confianza con la mayoría de la coalición
Ingrid Haack. Atenas, (EFE).- El Gobierno de Andonis Samarás ganó este viernes en el Parlamento griego el voto de confianza que había solicitado para asegurarse la estabilidad interna de cara a las difíciles negociaciones con la troika de acreedores en los próximos meses.
La coalición formada por conservadores y socialdemócratas obtuvo el respaldo de todos sus 155 diputados, tal y como se esperaba, mientras que votaron en contra 131 y dos parlamentarios independientes se abstuvieron.
En su intervención Samarás prometió una salida del programa de rescate así como la financiación por medios propios a partir del próximo año, en el que Grecia, dijo, registrará un déficit cero y por fin crecimiento económico. «Ni siquiera vamos a necesitar los últimos tramos del préstamo», sostuvo.
Tanto Samarás, pero sobre todo su sucio de coalición, el líder socialdemócrata, Evángelos Venizelos, dieron prueba del nerviosismo que ha generado en el Gobierno la fortaleza de Syriza, el principal partido de la oposición, en las encuestas al centrar la mayor parte de sus discursos en arremeter contra esta formación.
El líder de Syriza, Alexis Tsipras, por su parte, aprovechó el debate para tachar al Gobierno de «hipócrita» por defender ahora la emancipación de la troika (Fondo Monetario Internacional, Comisión Europea y Banco Central Europeo) después de haber estado asegurando que si los acreedores no hubieran impuesto el programa de ajuste habría que haberlo inventado.
«No reconoceremos ningún acuerdo con los acreedores que no cuente con el apoyo de Syriza», recalcó Tsipras, quien dio por hecho la convocatoria de elecciones anticipadas y una victoria de su partido.
Samarás había optado por pedir el voto de confianza ante la caída en picado del Gobierno en los sondeos de opinión y el rumoreo entre sus propias filas sobre la posibilidad de convocar elecciones anticipadas.
Todo esto en un momento en que el Ejecutivo afronta unas negociaciones con la troika de acreedores que se presentan más difíciles de lo esperado.
A la serie de medidas que todavía faltan por cumplir a ojos de la troika, se suma la poca fiabilidad que da la troika al objetivo de Samarás de independizarse de las ayudas ajenas.
Desde la troika se han multiplicado en los últimos días las voces que recomiendan a Grecia no apresurarse. La última en pronunciarse ha sido la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, quien señaló que Grecia «estaría en mejor posición si sigue recibiendo un apoyo preventivo».
Los mercados tampoco parecen tener mucha confianza en la capacidad de Grecia de financiarse por si misma, como demuestra el repunte de los bonos a diez años en el mercado secundario en las últimas semanas.
Sin embargo, de cara a su supervivencia política, Samarás parece ver pocas opciones a la de salir del programa de ajuste, cuya parte europea vence a finales de año (los créditos del FMI en 2016).
Las encuestas electorales han dado a Syriza una ventaja de hasta once puntos de frente a los conservadores de Nueva Democracia, y por primera vez ha colocado al principal partido de oposición claramente por delante de la suma de los dos partidos de la coalición gubernamental, con hasta cinco puntos de ventaja.
Si bien las elecciones deberían celebrarse regularmente en 2016, el adelanto electoral no parece improbable, pues en febrero tendrá lugar en el Parlamento la elección presidencial. El Gobierno necesitará obtener al menos 180 votos (tres quintos de la cámara), para imponer a su candidato; de no lograrlo, la legislación prescribe forzosamente la convocatoria de elecciones anticipadas.
Por ese motivo, el comportamiento de los 23 diputados independientes en el voto de confianza de hoy había sido interpretado como un primer sondeo de cara a la elección del nuevo Jefe de Estado, en la que el Gobierno requerirá el apoyo de 25 votos de la bancada de la oposición.
En vista de que la mayoría de los grupos de la oposición ha adelantado ya que no apoyará al candidato gubernamental, para así poder forzar el adelanto de elecciones, casi todo dependerá de los diputados independientes, muchos de los cuales eran originariamente miembros de los grupos conservador y socialdemócrata.
En la votación de hoy, Samarás únicamente logró la abstención de dos independientes, pero ningún apoyo explícito.