Samarás pide a Turquía que acabe con provocaciones y permita la reapertura diálogo
Nicosia, (EFE).- El primer ministro griego, Andonis Samarás, emplazó hoy a Turquía a acabar con las «provocaciones» en aguas territoriales de Chipre y permitir así que se reanuden las negociaciones entre la comunidades greco y turcochipriota.
En una rueda de prensa conjunta con el presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, el primer ministro griego respaldó la decisión de éste de suspender el diálogo con los turcochipriotas tras las incursiones turcas en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de este país y aseguró que Nicosia y Atenas coordinan sus pasos en estrecha colaboración.
«Apoyamos la decisión del presidente (Nikos) Anastasiadis de suspender su participación en las negociaciones hasta que acaben las provocaciones contra la soberanía de la República de Chipre», declaró Samarás. El primer ministro griego agregó que «no se pueden ignorar las provocaciones».
«Esperamos que Turquía revise su postura y permita así la reanudación de la negociaciones», dijo Samarás para añadir que Turquía debe demostrar con «pasos concretos» si realmente «cree en la reunificación de la isla».
El político conservador heleno aseguró que la solución del problema de Chipre es una prioridad y un objetivo de la política exterior griega y que su país se encuentra siempre «al lado de Chipre».
Samarás, que llegó ayer por la tarde a Chipre, tiene previsto viajar hoy mismo con Anastasiadis a El Cairo, donde se reunirán mañana con el presidente de Epipto, Abdelfatah al Sisi, donde los tres mandatarios celebrarán una cumbre trilateral.
El encuentro estará centrado en analizar asuntos de seguridad y la explotación de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental, así como en hacer un análisis de las diversas crisis en la zona.
Anastasiadis, Samarás y Sisi analizarán asimismo las últimas incursiones de barcos turcos en las aguas territoriales tanto de Chipre como de Grecia.
El pasado 20 de octubre un buque turco entró en la ZEE de Chipre para llevar a cabo exploraciones sísmicas, una operación que el Gobierno de Ankara había anunciado a principios de mes y que Nicosia calificó como acto ilegal y provocador, lo que llevó a Anastasiadis a suspender el diálogo con la parte turcochipriota.
Mientras, el pasado día 4 el Ministerio de Defensa griego informó de que una corbeta de la armada turca fue avistada navegando en aguas griegas.
El descubrimiento de reservas estimadas en cinco billones de pies cúbicos de gas en aguas de Chipre en 2011 ya desencadenó en su momento reacciones de Turquía, país que mantiene bajo su control militar el tercio norte de esta isla mediterránea, y que exige que la explotación de los recursos sea conjunta con los turcochipriotas.
El ejecutivo de Nicosia, por su parte, ha dejado repetidamente claro que las riquezas naturales del país, incluidos los recursos energéticos, serán compartidas con los turcochipriotas tras una solución integral del problema de Chipre y no antes.
«Los hidrocarburos en la ZEE pertenecen al Estado de la República de Chipre y tras la solución (del problema de Chipre) se podrán beneficiar todos los habitantes legítimos de Chipre de los ingresos de la explotación» recalcó hoy Anastadiadis.
Asimismo, subrayó que su Gobierno se esfuerza por reducir la crispación y su objetivo «no es la crear nuevas tensiones».
La suspensión del diálogo interchipriota ha conducido a un trajín diplomático de las distintas partes.
El nuevo enviado especial de la ONU para Chipre, Espen Barth Eide, se reunió ayer con Anastasiadis para analizar vías para reanudar el diálogo, algo que Nicosia descarta mientras «no cesen las provocaciones turcas».
«No aceptaré ningún tipo de presión para volver al diálogo…en medio de condiciones impuestas por la fuerza militar», dijo Anastasidis ayer durante una cena ofrecida a Samarás en alusión a la incursión del barco turco de exploración, que iba escoltado por varias embarcaciones militares.
El pasado septiembre el Gobierno de Chipre dio luz verde a un grupo energético, integrado por la italiana Eni y la surcoreana Kogas, a iniciar perforaciones en busca de gas en las aguas meridionales del país, exactamente en uno de los trece bloques de su ZEE.