La reina Sofía asiste a la inauguración de la exposición del Greco en Atenas
Atenas, (EFE).- La reina Sofía asistió hoy en el Museo Benaki de Atenas a la inauguración de la exposición «El círculo de amigos del Greco en Toledo», una muestra que pretende acercar al visitante a aspectos personales del pintor más que a sus obras propiamente dichas.
«Se trata de una exposición excepcional, no por la cantidad de las obras presentadas, sino porque facilita un mejor conocimiento del entorno del Greco en Toledo, lo que nos ayuda a entender mejor su obra», destacó el ministro de Cultura griego Konstantinos Tasulas durante el acto inaugural.
El catedrático de Historia en la Universidad de John Hopkins de Maryland (EE.UU.) Richard Kagan confesó que, cuando vio por primera vez obras del Greco, quiso conocer las personas con quienes Doménikos Theotokópoulos compartía su vida en Toledo y la influencia que ejerció esa gente en su obra.
«Pasaron treinta años y sigo estudiando este tema», añadió Kagan, cuyos estudios profundos sobre los manuscritos y documentos que hacen referencia a esta artista han servido de inspiración a esta exposición.
El comisario de esta muestra, el catedrático de Historia del Arte Nikos Jatzinikolau, expresó el deseo de que los visitantes se den tiempo para estudiar la exposición y no verla en unos minutos, porque pese a exhibir solo cuatro cuadros, su valor real está en el estudio de los documentos expuestos.
Jatzinikolau agradeció a los archivos de Toledo, de Sevilla y de la Biblioteca Nacional de España, así como al Museo de Prado su contribución a la exposición.
«Esta tarde está con nosotros alguien que se marchó de Grecia para ir a otro país y que volvió, algo que no pudo hacer el Greco», añadió el comisario en alusión a doña Sofía.
Al término de las palabras inaugurales, los anfitriones y organizadores dieron un paseo por esta pequeña exposición y explicaron a la reina algunos de los manuscritos y documentos que, por ejemplo, muestran litigios del pintor en los que reclama el pago de sus trabajos.
También se puede ver un escrito en el que Doménikos Theotocópulos encomienda a su hijo redactar su testamento, pues se encuentra ya al final de su vida y sin fuerzas para hacerlo personalmente.
La reina, quien en los últimos meses visitó en dos ocasiones la gran exposición de Toledo, se encontró en Atenas con un homenaje mucho más modesto, pero no menos interesante.
Los organizadores habían explicado en la víspera que, además de los problemas económicos que han impedido un gasto mayor, la exposición se ha limitado a exhibir pocas obras, porque en esta ocasión Grecia ha desempeñado un papel secundario en el Año Greco, al haber muerto el pintor hace cuatrocientos años en España.
Grecia ya dedicó una gran retrospectiva a este maestro con motivo de los 450 años de su nacimiento, en 1991.
De los cuatro cuadros que se exhiben en esta muestra, dos cedidos por el Museo del Prado, uno por el Museo del Greco en Toledo y, por último, uno de una colección privada de Londres, uno ni siquiera es obra del Greco.
Se trata de un retrato de Pedro Salazar de Mendoza, un regidor amigo del pintor que le ayudó a resolver un litigio en torno al «Entierro del conde de Orgaz», atribuido a Juan Rodríguez, pintado casi dos siglos después de la muerte de Doménikos Theotokópoulos.