Gobierno griego retira parcialmente el alivio fiscal ante la presión de la troika
Atenas, (EFE).- Las presiones de la troika de acreedores han llevado a que el Gobierno griego haya dado parcialmente marcha atrás a una ley aprobada hace menos de un mes que permitía a los ciudadanos y empresas devolver sus deudas fiscales al Estado en hasta cien plazos.
La troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional había criticado esta ley por considerar que incrementa en al menos 1.000 millones de euros (hasta un total de 2.600 millones) la brecha presupuestaria en 2015, año en el que Grecia espera poder haber abandonado el rescate.
La modificación de esta normativa, aprobada el 26 de octubre en contra de la troika y cuya aplicación iba a producirse en los próximos días, era una de las 19 exigencias planteadas la semana pasada por los acreedores de cara a la aprobación del programa de reformas, cuya quinta evaluación está en curso.
Según indicaron fuentes del Ministerio de Finanzas, citadas hoy por los medios, la enmienda de la ley será presentada en los próximos días al Parlamento.
La enmienda contempla excluir de los 100 plazos todos los impuestos que aún no han sido transformados en deudas, es decir, cuyo plazo de pago aún no ha vencido.
Por ahora, no hay datos de cuál puede ser el ahorro presupuestario que pueda aportar esta medida, pero el aluvión de críticas no se ha hecho esperar, sobre todo después de que la ley fuera aprobada por una amplia mayoría de los partidos.
El principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, que se abstuvo en la votación, afirmó hoy en un comunicado que el cambio de planes «excede los límites de lo absurdo» y demuestra la «poca fiabilidad política» del Gobierno.
Según Syriza, el Gobierno ha atendido a las exigencias de la troika en contra de sus propias decisiones y de las tomadas por el pleno del Parlamento, todo ello «en tan solo pocos días».
Entre las exigencias que ha planteado la troika de cara a las próximas semanas figura también la suspensión de la moratoria a los desahucios de las primeras viviendas hasta finales de año, algo a lo que se oponen incluso las propias filas del primer ministro conservador Andonis Samarás.
El Gobierno espera poder llevar a buen término las actuales negociaciones con la troika, pues de ello depende que obtenga luz verde no solo al desembolso del próximo tramo del rescate, sino también a la salida de éste a partir del próximo año.
En lugar de un rescate tradicional, que el Gobierno quiere evitar a toda costa por las exigencias que conlleva, Atenas está dispuesta a aceptar una línea de crédito reforzada, que, como han dejado repetidamente claro los socios de la eurozona, también está ligada a condiciones, si bien no tiene las mismas connotaciones negativas.