De duquesas y directorios.
Desde luego no se yo qué haríamos hoy en día si de repente nos quitaran las nuevas tecnologías. Nos quedábamos sordos, ciegos y mudos. Sin ir más lejos, ayerr me enteré de que se había muerto Cayetana de Alba porque en el grupo de whassup que tenemos las amigas españolas de aquí, apareció una foto de la Duquesa con el texto “La Duquesa ha abandonado el grupo”. Hay que ver cómo somos. Y al ratito, otro “Alfonsito ha heredado el grupo”.
Que digo yo que debe haber gente con muy poco que hacer, si lo juzgamos por la cantidad de montajes, memes, comentarios y chistes que salen a los dos minutos de que haya tenido lugar un suceso importante, sea del tipo que sea.
Hay que reconocer que la Duquesa fue todo un personaje. Al margen de que te gusten más o menos “las aristocracias”, lo cierto es que esta mujer se salía de lo normal. Y si no, para muestra un botón. ¿Tu has visto alguna vez que se muera alguien y allí, acompañando al cortejo fúnebre desde el momento cero, estén sus siete ex-nueras? A ver, no me malinterpretes, ya sé que estás pensando que la mayoría de las nueras, y sobre todo las “ex”, estarían encantadas de asistir al entierro de su suegra, pero estas no, estas estaban de lo más compungidas las pobres. Al que no ví fue al “ex” de la niña, de Eugenia… pero es que tampoco pude estar pegada todo el día a la tele, seguro que en algún momento apareció.
Y es que ayer yo tenía un “baby shower”. En mi vida había ido yo a una cosa de estas, pero como aquí somos tan internacionales… Una “inmortal” perpetúa sus genes, y all´que fuimos todas. En contra de lo que pensaba yo, nadie salió mojado. Y es que me lo explicaron: no es shower de “ducha”, es shower de “show”, de “mostrar”. Pero vamos, que darnos una ducha fue lo único que nos faltó, porque hay que ver la cantidad de jueguitos que se habían inventado las organizadoras. Que si calcular lo que le medía la tripa a la madre. Que si recordar todos los objetos de una bandeja llenas de cosas para bebés. Que si intentar pegarle un biberón en la boca a un bebé de cartón, con los ojos vendados. Ya te puedes imaginar, estuvimos haciendo el ganso hasta decir basta. Que será una costumbre americana importada y lo que quieras, pero cualquier excusa es buena para juntarse y reírse un rato.
Te estarás preguntando. ¿y qué pasó finalmente el viernes pasado, con el plan tan estupendo que tenía Lola?… pues hija, el plan estupendo se quedó en eso, en plan, porque la realidad se torció totalmente. Y al final, ni entrevista, ni película, ni ná. Primero, me llama la jefa y me dice que lo siente en el alma, pero que le ha surgido una cuestión incuestionable y que, ya que yo tenía el día libre y pensaba pasarme de todas maneras, que le hiciera yo la entrevista al director de cine.
Y claro yo, a documentarme, a buscar en internet todo lo que pude, y a pensar qué cosas podría yo preguntarle a este hombre. Porque una primera entrevista siempre atemoriza un poco, pero si encima te enteras de que tienes que hacerla unas horas antes, pues oye, la situación no ayuda.
El caso es que se me fue la mañana en estos menesteres -ni museo, ni ná. Después de comer, me fui al centro para por lo menos darme una vuelta por Monastiraki para relajarme antes del “encuentro” y de paso, ver si caía algún bolsito u otra baratija, cuando, conincidiendo con la hora de salida de los niños del cole, me llama mi amiga y me dice que no es que quiera fastidiarme el día, pero que los niños se quejan mucho de que les duele el pinchazo de la vacuna y que ella diría que tienen algo de fiebre. Y es que sólo se me ocurre a mí vacunarles un día antes de mi “día de libertad”. Y claro, no iba dejar a la pobre amiga cargando con sus hijos, con los míos y encima enfermos.
Así que llamé a Marta de la “Filmo”, para contarle mi historia y pedirle que, por favor, le hiciera ella unas preguntitas al fulano, y también que por favor me justificara ante la jefa (ellas son muy amigas), que se iba a coger un mosqueo del copón, pero que me iba con mis churumbeles, como buena madre que es una.
Y de esa manera terminó mi maravilloso viernes pasado. Sin museo, sin compras, sin entrevista con el macizo, y con dos niños convalecientes que se empeñaron en dormir conmigo y casi ni me dejaron pegar ojo. Una maravilla.
Pero bueno, la próxima (o sea, a juzgar por el pasado, esta circunstancia se podrá volver a dar dentro de… ¿cinco años?), me lo organizo mejor. Y es que el que no se consuela es porque no quiere.
¡Por cierto! Supongo que ya te habrás enterado que hemos estrenado directorio. El ADirectorio. ¿Que tienes un negocio? ¿Que eres un profesional buscando clientes? ¿Pues qué haces que no te has apuntado ya? ¿Tú sabes la cantidad de gente que hay en este país daría su peso en oro por encontrar a quien pudiera atenderle en español? ¿O no te gustaría a tí si necesitas, un poner, un psicólogo, poder contarle tus penas en tu lengua madre? ¿O un ginecólogo? que ya es bastante incómodo hasta en tu propia lengua como para tener que pensar en traducciones.
Pues venga, que ya estás tardando. En la página principal de AtedasDigital.com. En la tercera columna en la parte superior, ahí lo tienes, y con sus instrucciones bien claritas.
Buen fin de semana.
Lola Larreina para AtenasDigital.com