Parlamento griego vota al presidente de la República en medio de gran tensión
Atenas, 16 dic (EFE).- El Parlamento griego vota mañana al candidato propuesto por el Gobierno para presidir la República en un momento de gran tensión política y económica y con la mirada puesta en las elecciones anticipadas que se celebrarán en pocas semanas si la votación no prospera.
Está será la primera votación y aunque no es crucial para el desarrollo del proceso, pues se pueden convocar hasta tres rondas, sí será indicativa de lo que sucederá en adelante, ya que su resultado puede condicionar el voto de algunos parlamentarios.
Para salir elegido en la primera fase, el candidato gubernamental, Stavros Dimas, necesita reunir una mayoría de dos tercios, es decir 200 votos, al igual que en la segunda ronda (23 de diciembre), mientras que en la tercera (29 de diciembre) es suficiente con que consiga tres quintos, 180 votos.
En caso de que la votación no prospere, la Constitución establece un plazo de diez días para la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales entre tres y cuatro semanas después, esto es, entre el 25 de enero y el 1 de febrero.
Tras los comicios, los diputados deben elegir al nuevo dirigente de la República antes de la formación del Gobierno.
La coalición gubernamental entre conservadores (Nueva Democracia) y socialdemócratas (Pasok) solo cuenta con 155 escaños, mientras una parte de la oposición, entre ellos el izquierdista Syriza, ha adelantado que votará en contra para forzar la celebración de comicios.
Para tratar de mantener la estabilidad interna y lograr el visto bueno de la Unión Europea (UE), el primer ministro, Andonis Samarás, ha propuesto a Dimas por ser una figura respetada, con una larga trayectoria política a nivel nacional y europeo, ya que ha sido varias veces ministro y ha ocupado el cargo de comisario europeo.
La prioridad era elegir a una persona de perfil moderado que pudiese convencer a los diputados independientes, y así lograr un gran consenso.
Dimas formó parte del Banco Mundial y fue vicedirector del Banco Griego de Desarrollo Industrial (ETVA).
En 1977 fue elegido por primera vez diputado de Nueva Democracia (ND) en cuyos Gobiernos ocupó varios ministerios como Comercio, Agricultura, Industria y Exteriores.
En 2004 se convirtió en miembro de la Comisión Europea (CE) y ocupó las carteras de Asuntos Sociales y Medio Ambiente hasta 2009.
Dejó el cargo de vicepresidente de ND, tras su designación como candidato a la jefatura del Estado.
En los últimos días el ambiente se ha teñido claramente del tono previo a cualquier cita electoral.
Al ya polarizado escenario político se han unido en los últimos días apoyos exteriores al Ejecutivo de Samarás y a su candidato en un claro intento de evitar la celebración de comicios.
El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, fue el primero en mostrarse abiertamente a favor de que, en caso de elecciones, los ciudadanos opten por «caras conocidas» en lugar de «fuerzas extremistas».
El izquierdista Syriza calificó estas declaraciones de injerencia en la política nacional a través del eurodiputado y vicepresidente del Parlamento Europeo, Dimitrios Papadimoulis, que envió una carta a Juncker para denunciar que interfiera en el escenario griego «de una forma descarada».
Las declaraciones de Juncker fueron respaldadas por el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, que finaliza hoy su visita oficial de 2 días a Atenas, al señalar que le gustaría que el actual Parlamento «eligiese como presidente a Dimas, quien fue comisario».
Tras su reunión de ayer con Samarás, Moscovici lamentó incluso que Grecia se pueda ver de nuevo ante la salida de la eurozona, en alusión a un posible Gobierno de Syriza.
Al mismo tiempo, el Ejecutivo heleno ha elevado el tono de su discurso para asegurar que la llegada al poder de Syriza llevaría a Grecia a la bancarrota.
«Hemos recibido advertencias de las agencias de calificación de que una vez convocadas elecciones anticipadas el país será considerado en quiebra», aseveró la portavoz del Ejecutivo, Sofía Vúltepsi.
En esta sentido se pronunciaron también el ministro de Finanzas, Gikas Jardúvelis, y el Gobernador del Banco de Grecia, Yannis Sturnaras, que alertaron de que el país podría tener serios problemas de liquidez.
La portavoz de la CE, Mina Andreeva, afirmó ayer que el Ejecutivo trabaja para que, «pase lo que pase», Grecia siga en el euro. EFE