Samarás, seguro de su victoria en Grecia, promete estabilidad y alivio fiscal
Atenas, 8 ene (EFE).- Con la campaña electoral griega ya en pleno apogeo y pese a que el viento de las encuestas sopla en su contra, el primer ministro, Andonis Samarás, augura una victoria de los conservadores y promete que salvará la estabilidad política de Grecia y aliviará los bolsillos de los contribuyentes.
Sus mítines electorales, que comenzaron en el centro y norte de Grecia, se han centrado hasta ahora básicamente en dibujar un panorama apocalíptico de Grecia en caso de una victoria de su principal rival, el izquierdista Syriza, actualmente líder de todas las encuestas.
Su tesis principal es que si gana Syriza, Grecia saldrá del euro y quebrará, una táctica alimentada en los últimos días desde Berlín, que la izquierda liderada por Alexis Tsipras ha calificado de «campaña del miedo» y que ya ha tenido efectos psicológicos adversos en las bolsas y los mercados de deuda.
Esta mañana el bono griego a diez años en el mercado secundario superaba la barrera psicológica del 10 %, al situarse en el 10,88 %.
La campaña está subiendo de tono a medida que se acerca la cita electoral del próximo día 25 y así Samarás aprovechó anoche el atentado ocurrido en París para recriminar la política proinmigración de Syriza.
«Hoy hubo en París 12 muertos y en Grecia hay algunos que invitan a inmigrantes» a entrar en este país, dijo el primer ministro en un mitin de su partido Nueva Democracia en la localidad de Jalkida, unos 70 kilómetros al norte de Atenas.
Atacó también la laxitud que defiende Syriza en cuanto a política de seguridad.
«Prometen el cierre de las cárceles de alta seguridad que hemos establecido para los criminales más peligrosos, como hay en todos los países modernos. ¿Para qué? ¿Para que puedan escapar más fácilmente? Para que puedan defenderlos, como hicieron muchos altos cargos de Syriza, mientras no felicitaron al policía por la captura de Xirós, hace un par de días?», dijo.
Con esto último aludió a la captura del terrorista Jristódulos Xirós, de la organización desmantelada 17 de Noviembre, evadido durante un permiso penitenciario, el octavo que se le concedía, pese a haber sido condenado en 2003 a seis cadenas perpetuas más una pena de 25 de años de cárcel por su participación en 33 actos terroristas, entre ellos seis homicidios.
La fuga desencadenó duras críticas contra el sistema penitenciario vigente, lo que llevó al Gobierno a abrir una cárcel de alta seguridad.
Los discursos de Samarás, sin embargo, no se limitan a atacar al rival. Al igual que Tsipras ha presentado un catálogo de promesas económicas, él tiene previsto hacerlo el próximo fin de semana.
En su intervención de ayer adelantó que el sábado presentará un amplio programa económico, del que ayer mencionó algunas de las líneas maestras, y que ya había anunciado el año pasado.
Entre estas medidas a corto y medio plazo figuran la reducción del tipo impositivo máximo de la renta de las personas físicas de un 42 % actual a un 33 % y la del impuesto sobre los beneficios empresariales del 25 % actual al 15 %.
Además, Samarás prometió una reducción del impuesto sobre el valor añadido, y del recién creado impuesto sobre los bienes inmuebles (ENFIA), una de las tasas que más polémica han levantado, no solo en la oposición, sino también entre las filas gubernamentales.
Además, aseguró aliviar aún más la situación de las pequeñas y medianas empresas que por la crisis han acumulado deudas hacia el fisco y la seguridad social.
Hace unos meses el Parlamento ya aprobó una ley que permite pagar en hasta cien plazos las deudas pendientes.
«A partir de ahora entraremos en un periodo de cambio real, con crecimiento, inversiones, exportaciones, privatizaciones y aprovechamiento de la propiedad pública», aseguró en su mensaje victorioso.
Samarás prometió que una vez ganadas las elecciones su Gobierno terminará las negociaciones con la troika de acreedores y logrará un alivio de las condiciones de pago de la deuda.
El calendario real, sin embargo, contempla que hasta finales de febrero el nuevo Gobierno deberá sentarse a negociar los temas que quedan pendientes del último tramo del rescate, entre los que no figuran bajadas de impuestos, sino de prestaciones, y la liberalización de despidos en el sector privado. EFE