La UE mira alerta pero con más entereza hacia comicios en Grecia que en 2012
Céline Aemisegger. Bruselas, 20 ene (EFE).- La UE, y sobre todo la eurozona, miran con preocupación las elecciones en Grecia, pero lo hacen con más entereza que en 2012, sabedora de que la eventual victoria de Syriza provocará un choque de trenes en lo económico y un posible contagio político en otros países.
En la memoria de todos los países miembros de la moneda única sigue presente el «flirteo» de Grecia con la salida del euro en 2011, con el anuncio de un referéndum sobre el plan de rescate del que después desistió y las dos tensas elecciones de 2012.
También recuerdan aún que el líder del izquierdista Syriza, Alexis Tsipras, abogó entonces por abolir el memorando de entendimiento suscrito con la troika, renegociar el préstamo y decretar una moratoria del pago de la deuda y sus intereses.
En 2015 vuelve a insistir en la necesidad de renegociar la deuda griega, todavía en el 175,5 % del PIB.
En el plano político, si Syriza llega al poder en Grecia «podría tener importantes implicaciones» y ser visto como una prueba de fuego para otros partidos como Podemos de cara a las elecciones en España este año, o como posible modelo a seguir por fuerzas populistas o antiausteridad en otros países, opinan los expertos.
La cuestión será si Syriza y el futuro Gobierno heleno logran retener la confianza de los mercados: «Si la pierde y Grecia cae en una nueva ronda de crisis, no ayudará a dar credibilidad a los nuevos movimientos políticos», dijo a Efe la experta del German Marshall Fund de EEUU en Bruselas Daniela Schwarzer.
La eurozona, que, según el centro de estudios Open Europe, tiene en sus manos junto al FMI el 72 % de los 322.000 millones de euros de deuda helena, puso en marcha en noviembre de 2012 las bases para proporcionar «más medidas y asistencia» de forma que Grecia alcance una «reducción creíble y sostenible de la deuda».
Esa promesa no incluía una nueva quita en sí, sino una nueva rebaja en los intereses, y estaba sujeta a que Grecia alcanzara un superávit anual primario (que ya consiguió) y a que implementase «todas» las condiciones establecidas en el segundo rescate.
La eurozona sabe que debe cumplir su parte del acuerdo y en las últimas semanas ha hecho saber a Grecia que apoyará al país si acata sus compromisos.
A diferencia de 2012, en el peor momento de la crisis de deuda, la eurozona está ahora mejor preparada para reaccionar ante cualquier foco de inestabilidad, con cortafuegos, una unión bancaria y un Banco Central Europeo (BCE) más activo.
«Existe cierto grado de nerviosismo, pero la eurozona en general está menos presionada por los mercados financieros que en 2012», indicó Schwarzer, quien añadió que, también desde el punto de vista político, hay «menos preocupación» acerca de Syriza, en parte porque «parece haber refinado sus posiciones, que son menos radicales y generan menos confrontación».
La eurozona «puede estar menos nerviosa» que en 2012, opinó también Raoul Ruparel, de Open Europe, aunque ello podría «endurecer su posición negociadora» con Atenas, en tanto que Grecia puede pensar que la situación es más gestionable ahora porque su economía crece por primera vez tras seis ejercicios y la banca está en mejor estado que hace algunos años.
Ello le podría permitir a Atenas adoptar una postura igualmente mas dura hacia la troika, advirtió Ruparel, augurando así un choque de trenes fuerte entre ambas partes.
Frente a la campaña de «miedo» que denuncia Syriza, Tsipras ha dicho que negociará con sus socios europeos «sobre una base realista» y que Grecia permanecerá en la eurozona.
Un alto cargo comunitario indicó recientemente a Efe que Tsipras es visto en Bruselas como «razonable».
La CE quiere proponer una nueva prórroga de hasta seis meses del rescate a Grecia para evitar problemas de liquidez a partir de marzo, pues a fines de febrero expira la primera extensión de la parte europea del programa y encontrarse suspendidas las negociaciones con la troika.
Bruselas es consciente de la imposibilidad de que entre las elecciones del domingo y el 28 de febrero se haya acordado un nuevo Gobierno.
En 2012 la eurozona se guardó las espaldas y exigió a todos los líderes de los partidos políticos de Grecia que se comprometieran por escrito con más reformas y ajustes.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, primero, y los del conjunto de la UE, después, serán los primeros en analizar la situación en las reuniones ya previstas para el lunes y martes próximo.
«Como ha sido siempre el caso en Europa» se encontrará la solución, sostuvo Ruparel en un análisis reciente. EFE