El eurodiputado más anciano del PE asegura que «Grecia regenerará el sistema»
Lara Malvesí. Bruselas, 21 ene (EFE).- Emmanuil Glezos, «Manolis», el eurodiputado más anciano de la Eurocámara y miembro de Syriza, asegura que con las elecciones del próximo domingo en Grecia, su país contribuirá a regenerar el sistema y a devolver el poder a los ciudadanos.
«Grecia, que fue la primera democracia europea, está llamada ahora a regenerar el sistema para que sea la gente la que esté en el poder», dijo a Efe durante una entrevista el eurodiputado heleno, que a sus 92 años sigue comprometido con la política europea y dice estar convencido de que su formación ganará las elecciones del 25 de enero.
Los sondeos le dan aparentemente la razón, ya que otorgan a Syriza el 34,7 % de la intención de voto de los griegos, mientras que el gobernante Nueva Democracia lograría el 30,2 % de los apoyos, seguidos por To Potami (7 %, centroizquierda), Amanecer Dorado (6,2 %, neonazis), KKE (5,6 %, comunistas), Pasok (4,7 %, socialistas) y Griegos Independientes (3 %, nacionalistas conservadores).
Arduo defensor de la democracia directa como única verdadera forma de democracia posible, «Manolis» repite como un axioma que «es el gobierno el que tiene que acatar lo que decide la gente y no al revés».
Tras casi un siglo de vida, se lamenta de que «nunca» ha visto a los jóvenes en Grecia en una situación peor que la actual y que ello les lleva a tener que dejar el país para buscar trabajo fuera.
Al ser preguntado sobre cómo piensa un eventual futuro gobierno de Syriza evitar la bancarrota o pagar las pensiones, «Manolis» responde que «en Grecia no va a haber ninguna bancarrota. Son todo mentiras. Para Syriza el dinero será una forma de pago, pero no Dios».
«Esta crisis no la provocó la gente, fue culpa de una patología del sistema financiero establecido», señala a Efe el veterano político, que asegura que su propósito es devolver al pueblo griego el dinero del rescate que se dio a los bancos.
Recuerda que «hay un antiguo proverbio en mi país que dice que el que ya está mojado no tiene miedo a la lluvia».
Glezos es el político heleno que recibió el mayor número de votos de sus compatriotas en las elecciones a la Eurocámara el pasado 25 de mayo.
Casi centenario, aguanta el «eurotrote» como uno más y solo echa mano de una siesta diaria, cuenta su asistente, para sobrevivir a la actividad parlamentaria que semanalmente le lleva de Bruselas a Atenas y, una vez al mes, también a la sede en Estrasburgo de la Eurocámara.
Nacido en 1922 en la isla de Naxos, en el centro del Egeo, Glezos se siente orgulloso de que en 1941 la resistencia griega consiguiera vencer al ejército invasor alemán y, provocador, dice que «quizá de alguna manera Alemania aún esté buscando venganza de aquello».
El veterano político griego no esconde su euroescepticismo y no solo apunta que la Unión Europea (UE) le ha decepcionado ahora, sino que afirma que ya en los ochenta, cuando Grecia se unió al bloque, consideró que «era una mala idea».
«¿Por qué? Pues porque es un modelo basado en el dinero, no en las personas, y del dinero no salen valores», afirma.
El anciano atesora varias gestas que le costaron cárcel y tortura, pero también que le valieron convertirse en un símbolo para Grecia durante la II Guerra mundial, cuando arrancó del Partenón la esvástica colocada por los nazis en 1942.
El eurodiputado, que antes de participar en la resistencia griega, apoyó a los republicanos durante la Guerra Civil española, recuerda que conoció a Dolores Ibarruri, «Pasionaria», y subraya que «ama a los españoles».
Igualmente expresa su simpatía por Podemos, la formación política izquierdista española similar a Syriza con la que comparten grupo en el PE (GUE/NGL) y de la que dice que le «gusta mucho» porque, en su opinión, «no mienten a la gente, no son hipócritas».
Glezos dejará en junio próximo su escaño en la Eurocámara, pero en su mente solo está cambiar el escenario de Bruselas por el de Atenas, y desde allí seguir trabajando para Syriza. EFE