Frío, frío.
Me gustaría, desde estas páginas (si es que puede llamarse página a una pantalla de ordenador, o de tablet en su caso), me gustaría, digo, presentar una reclamación a los, o las, o la, o el hipotético encargado de las cosas del tiempo, porque me da a mí que alguien ha tocado los ajustes de hora/localidad, y ha alineado Grecia con Siberia. ¡Que no podemos ya con el frío, hombre!
Una se viene a vivir a Grecia, y piensa en temperaturas templadas, playas, sol radiante… pues ¡esta no es mi Grecia que me la han cambiado!. En lo que llevamos de invierno han caído seis nevadas considerables, especialmente por mi zona, que está al norte y más elevada.
Al menos con la nevada de esta semana, las carreteras se han mantenido transitables y no han cerrado el cole. Y menos mal, porque con el trajín que tenía yo, como para haber tenido a los niños en casa.
Resulta que a la jefa la llamaron de “Madrileños por el mundo” y en dos días se plantaron aquí con intención de grabar. La jefa decidió que hablaríamos del barrio, por aquello de que el rollo Acrópolis ya está muy manido, y me puso a buscar información histórica sobre Kifisiá y sus notorios habitantes en tiempos pasados (y presentes). Así me enteré que desde tiempos inmemoriales, Kifisiá se convirtió en la segunda residencia de aristócratas y políticos, por su clima y su vegetación. Casi todos los primeros ministros del país han tenido casa aquí.
Por ejemplo, con mi labor de investigación, he sabido que aquí estaba Metaxás la madrugada del 28 de Octubre de 1940 cuando un emisario de la embajada italiana llamó a su puerta a las tres de la mañana (qué majo el tipo), para decirle que la supuesta neutralidad de Grecia en la segunda guerra mundial estaba siendo más que cuestionada, y que era hora de posicionarse, permitir a los italianos que ocuparan su territorio, y dar un paso al frente. Y eso es exactamente lo que hizo Metaxás… llevar a Grecia al frente, porque dijo que no (Óji) y metió al país en la guerra.
También me he enterado que la calle en la que vive el anterior primer ministro, Samarás, lleva el nombre de su tatarabuelo, y se cruza con otra calle que lleva el nombre de su bisabuela. Mira tú que poderío.
Pero al grano, que no es plan de dar una lección de historia ahora : Después de todo mi curro de documentación, me pongo yo toda mona para salir en la tele con la jefa, y resulta que para lo que me quería es para vigilar que el cámara no se partiera la crisma cuando la iba filmando caminando hacia atrás. Ella toda estupenda, con su melena al viento (o mejor dicho a la nieve), contando las historia del barrio como si fuera una erudita, y yo, de cuidadora de reportero, abriendo camino. Hay que ver para lo que ha quedado una.
Esto fue el miércoles, así que ayer decidí tomarme el día de relax y darme un homenaje estético y me fui al salón de belleza a hacerme un tratamiento facial. Allí tumbada, con la cara verde mascarilla, tapadita con una manta, me sentí un poco más reconfortada hasta que por el hilo musical soltando ritmos latinos, empezó a sonar una intragable versión de “El Bodeguero” con acento alemán (bodegüero, decía el infame), que de repente pasaba a ser cantada en alemán directamente.
Pasado el mal rato salí ya mas animada y con la cara tersa y la cabeza puesta en el evento nocturno que habían preparado “Las Inmortales”: un pase privado de “50 sombras de Grey”. Sí, lo reconozco, yo también soy de las que se leyó la historia. Por curiosidad, claro, no por nada… Los tres volúmenes. Qué quieres, en esta vida hay que tocar todos los palos.
¿Te imaginas lo que es una sala de cine llena de mujeres, la mitad de ellas latinas, viendo esa película y con ganas de juerga? Al final la peli fue lo de menos. Crítica: ella muy bien, él no está a la altura del Grey de nuestra imaginación (¡cómo podría el pobre hombre!), en general muy light y con un final más que sádico, interruptus…te quedas con cara de ¿Ya está?
Pero eso sí, desde aquí el reconocimiento a Mª Fernanda y a Silvina, que se salen organizando juergas. Lo pasamos tan bien que hasta conseguí olvidarme del “Bodegüero” y sobre todo del estribillo, que se mantenía en versión original. Sí, la parte que dice “Toma chocolate, paga lo que debes”. Escalofriante la actualidad de la versión, oye.
Lola Larreina para AtenasDigital.com
Deseando ver» Madrileños por el mundo», para imaginarte detrás de la cámara, patinando en la nieve!!!!! Jjjjj Lola, de cualquier modo, siéntete orgullosa!!! Avisa cuando emitan en antena, tengo ganas de conocer a tu jefa!!!!
Que suerte de inmortales tienes!!! Disfrútalas mucho.