Un “sinvivir»

¡Hay que ver cómo está el patio! Llevamos una semana en un “ay” leyendo todo lo que cae en nuestras manos para ver qué cara van poniendo las “corbatas” más poderosas de Europa cada vez que les visita uno de nuestros “descamisados”. Sí, “nuestros”, que una se siente solidaria con los griegos, qué pasa.

No se puede decir lo mismo de nuestro gobierno (en este caso el de España), porque las perlitas que ha soltado algún ministro, diciendo que si no le hubieran prestado dinero a Grecia, hubieran podido subir las pensiones un 38% es, como diría mi madre, y con perdón, “para mear y no echar gota”.

¡Pero hijo de mi alma!, si cualquiera que se haya leído los periódicos sabe que ese dinero no ha salido de las arcas del Estado, sino de inversores privados a los que les han convencido de que invertir en el préstamo a Grecia puede ser un buen negocio. Si no, ¿de qué van a apoquinar?, que no son monjitas de la caridad tampoco. Que sí, que vale, que si Grecia no devuelve sus préstamos, entonces va a tener que pagar el Estado, porque a eso se ha comprometido. Pero de momento no han dicho, que yo sepa (y estoy muy bien informada gracias a AtenasDigital.com) que no vayan a pagar, sino que necesitan un respiro para poder organizar sus planes económicos y renegociar las condiciones que, hasta ahora, lo único que han provocado ha sido asfixiar a la población menos favorecida.

Y el ministro de finanzas alemán, diciendo en una entrevista que los griegos han votado mal, y que han elegido un gobierno irresponsable. Que no te digo yo que un pueblo no se pueda equivocar al elegir a sus representantes. De casos está la historia llena.  Por ejemplo, el pueblo alemán metió bastante la pata al elegir al partido nazi  en unas elecciones democráticas,  y lo hizo precisamente como reacción a las medidas de austeridad que les habían impuesto después de la primera guerra mundial. Así que aplícate el cuento, porque eso sí que fue liarla en Europa (Y en el mundo).

Y no me voy a meter en camisas de once varas trayendo a colación las indemnizaciones que se supone que tenía que pagar Alemania a Grecia después de la segunda guerra mundial y que nunca se hicieron efectivas. Sobre todo porque no quiero que se me tache de anti alemana, que no lo soy, que bastante bien sabe una lo que se sufre viendo como el gobierno – o los gobiernos, mejor dicho- de tu país hacen que se te ponga la cara roja cada vez que te preguntan tu nacionalidad.

Y ahora dirás: Ya está la Lola hablando otra vez de política. Pero qué quieres, hija, en estos días no se habla de otra cosa. Bueno sí, hay algunos medios de comunicación “importantes” que en estos tiempos convulsos, lo mismo ponen en portada “Varoufakis, el desaliñado nuevo jefe de la arruinada economía griega”, como “¿Cuánto cuesta la bufanda de Varoufakis?”. Todo porque el ministro de finanzas llevó a la reunión del Eurogrupo una bufanda con el diseño de una marca de lujo. ¿En qué quedamos?

Ahora, que me he partido de risa leyendo los tweets de “tremending topic” del diario Público.es, que te recomiendo. Como decía uno: “Lo que tiene que hacer Varoufakis es vender la bufanda y rescatar a Grecia”. O: «Con lo que nos ha costado a los españoles la bufanda de Varoufakis, no habríamos tenido que cerrar hospitales».

Por cierto, que cuando ví la foto de Varoufakis (y su bufanda) saludando a Christine Lagarde (Directora del Fondo Monetario Internacional), lo que más me llamó la atención era ¡que llevaba una chupa de cuero! ¡Ella!. Pero claro, de esto nadie ha dicho esta boca es mía.

Y así estamos, esperando a la reunión del Eurogrupo de esta tarde, a ver si la gente deja de aguantar la respiración, que les va a dar algo.

Yo, al margen de mis labores habituales, y las discusiones políticas de rigor, sigo viviendo lo más alegremente que puedo. Y como suele pasar por estas fechas, fui a una fiesta de disfraces. Otro evento memorable organizado por “Las inmortales”. Esta vez fueron Nani y Carol las que lo bordaron, hay que ver qué bien organiza esta gente. Lo pasamos estupendamente. El tema era “Héroes y villanos”. Había numerosos Spiderman, Superman, Supergirls, Batgilrs, Cruellas y hasta el elenco completo de La Guerra de las Galaxias. Lo pasamos estupendamente. Todos los disfraces muy conseguidos y toda la gente queriéndose olvidar por un rato de la actualidad.

Yo, aprovechando que mi santo se había rapado el pelo al uno, le planté una cazadora de cuero, le quité la corbata y le saqué la camisa por fuera. Yo me puse una chaqueta que me está estrecha de hombros y una falda que me tapa la rodilla y que no me suelo poner porque mi marido me dice que parezco un amuleto contra la lujuria. Y allá que nos fuimos. Varoufakis y la Merkel. En la fiesta, con gente de numerosas nacionalidades, hubo diferencia de opiniones acerca de quién era el héroe y quién el villano. En la vida real, lo sabremos en breve.

Lola Larreina para AtenasDigital.com