Gobierno griego espera que subida salario mínimo dé un impulso a la economía
Ingrid Haack. Atenas, 23 feb (EFE).- El ministro griego de Trabajo, Panos Skurletis, confía en que la subida del salario mínimo prevista para el próximo año dé un impulso a la economía, pero reconoce en una entrevista con Efe que primero hay que mejorar la situación financiera de las empresas.
Skurletis asegura que los empresarios no tienen miedo a volver a pagar el salario mínimo de 751 euros brutos (bajó a 586 euros con el Gobierno anterior), «lo que les preocupa son otras cosas, que para nosotros también son prioritarias, como las deudas de empresas a los bancos, a la Hacienda o a la Seguridad Social».
El político izquierdista sostiene que la subida de un salario «unas decenas de euros» no supone ningún cambio sustancial para un empresario que «a lo mejor solo tiene tres a cuatro empleados», pero sí ayuda a que las personas con ingresos bajos inyecten ese dinero adicional directamente al mercado.
«Creo que la subida a 751 euros brutos generará un pequeño shock positivo en el mercado, y la economía, en lugar de seguir bajando, podrá empezar a subir», opina, convencido de que este pequeño impulso a medio plazo servirá para generar empleo.
Pero mientras que la restitución del salario mínimo es un proyecto que tan solo se aplicará a partir del próximo año, hay leyes para mejorar la economía que son mucho más inmediatas, explica.
El primer proyecto del Gobierno se introducirá esta semana y se refiere a la posibilidad de mejorar el pago a plazos de las deudas a Hacienda, que ascienden a unos 75.000 millones de euros, y a la Seguridad Social, con el objetivo de mejorar la situación económica de las familias y de las pymes y reactivar así la economía, explica el ministro.
El Gobierno sostiene que la legislación aprobada por el ejecutivo anterior, que ya ofrecía la posibilidad de devolver las deudas en hasta cien plazos, tenía un catálogo de excepciones tan amplio que apenas nadie podía acogerse a la ley.
Otro de los grandes retos del nuevo Gobierno, añade Skurletis, es la lucha contra el empleo ilegal, pues en torno al 40 % de los trabajadores no están dados de alta en la Seguridad Social o declaran muchas menos horas de las trabajadas en realidad.
Para combatir esta lacra, que ha contribuido a aumentar la erosión de las arcas de la seguridad social, hay que reforzar las capacidades de la inspección de trabajo, tanto con recursos humanos como con mejores herramientas informáticas, dice.
Para mejorar a largo plazo la situación de las arcas de la Seguridad Social, el Gobierno de Alexis Tsipras quiere además crear un único fondo nacional, al que además de las cotizaciones de trabajadores y empresarios fluirán ingresos procedentes de la explotación de propiedad pública.
Entre las medidas de urgencia figura además, añade el ministro, no aplicar una serie de compromisos del Ejecutivo anterior, que hubieran conducido a una bajada de las pensiones.
En los seis años de crisis las pensiones griegas se han visto reducidas en una media del 30 %.
En el plano de los derechos laborales, el Gobierno restituirá los convenios colectivos y la protección contra el despido masivo, medidas que ya se legislarán en marzo y que se están elaborando en cooperación con la Organización Internacional de Trabajo, según comenta el ministro.
«Los convenios colectivos habían perdido todo su valor, pues prácticamente ya solo existían los contratos individuales. En esta situación el trabajador estaba sometido permanentemente al chantaje y dispuesto a aceptar cada vez peores condiciones laborales», apunta Skurletis. EFE