Grecia afronta un complicado mes de pagos que por ahora no puede afrontar
Ingrid Haack. Atenas, 27 feb (EFE).- El Gobierno de Alexis Tsipras afronta a partir de la semana próxima sus primeros problemas de financiación si no logra el apoyo de las instituciones acreedoras, pues el compromiso cerrado con el Eurogrupo no prevé desembolsos antes de finales de abril.
En total, Grecia tiene en marzo obligaciones por un total de 7.270 millones de euros, de los que algo más de 1.600 millones corresponden a la devolución de un plazo del crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El resto son básicamente títulos del Estado que vencen y cuyo monto puede sustituirse con nuevas subastas; por lo tanto, es el tramo al FMI el que mas preocupa.
El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, aseguró hoy que ya está negociando con los socios vías para afrontar estos problemas de liquidez y se mostró confiado en que finalmente se logrará una solución, a la vista de que, como dijo, se trata de una «pequeña cantidad» de dinero.
Si bien no quiso dar por el momento más detalles, pues la negociación está en curso, en los últimos días ha dejado repetidamente claro cuál es su apuesta: convencer al Banco Central Europeo (BCE) de que entregue a Grecia los 1.900 millones de euros procedentes de los beneficios de las operaciones con bonos helenos.
Sin embargo, la estrategia de Varufakis ya fracasó en sus negociaciones con el Eurogrupo, y en el acuerdo sellado hace una semana no está previsto ningún desembolso antes de finales de abril, si es que para entones ha habido una evaluación exitosa de las reformas anunciadas por el Gobierno de Tsipras.
El presidente del BCE, Mario Draghi, fue nuevamente explícito en esta cuestión y en una intervención en el Parlamento Europeo esta semana recalcó que el desembolso tan solo será posible si Grecia cumple con los requisitos del rescate.
Varufakis había intentado desvincular este monto del programa de asistencia con el argumento de que es un dinero «que pertenece a Grecia» y no forma parte de ninguna ayuda.
Otra de las reclamaciones que por ahora no ha prosperado es la solicitud al BCE de poder elevar el techo de las emisiones de letras del Tesoro, actualmente limitado a 15.000 millones de euros, y que el Gobierno quisiera aumentar en al menos otros 8.000 millones de euros.
El argumento vuelve a ser el mismo, no se trata de ayudas directas sino la capacitación de poderse endeudar más en el mercado.
En los próximos días habrá que hallar una solución a este problema, pues de lo contrario Grecia estaría en quiebra.
El ministro de Estado encargado de la coordinación del trabajo gubernamental, Alekos Flaburaris, propuso ayer como alternativa solicitar al FMI una prórroga del pago, o al menos de parte de él, de dos meses, una posibilidad que los especialistas ven improbable.
Según cita hoy el diario «Kathimerini» a funcionarios especializados en esta materia, la prórroga del pago constituiría una «clara omisión» de la devolución, con consecuencias para otros préstamos que ha obtenido Grecia.
Cuando el FMI presta dinero a un país siempre es este crédito el primero que debe ser devuelto y si un país se salta un pago, se considera que ha entrado en bancarrota, dicen las citadas fuentes.
Concretamente los pagos que tiene que efectuar Grecia al FMI en marzo son 310 millones el día 6; 350 millones, el día 13; 580 millones, el 16, y otros 350 millones el 20 de marzo.
Por si esto fuera poco, Grecia afronta pagos el próximo mes por más de 1.500 millones de euros en salarios y pensiones, todo en un momento en que la recaudación fiscal en enero fue 1.000 millones de euros inferior a lo previsto.
En febrero las cosas no pintan mucho mejor, pues expira el plazo para recaudar la tasa la propiedad inmobiliaria -el Gobierno espera conseguir 370 millones de euros-, y el IVA del último trimestre para pymes y autónomos.
En los últimos meses, la recaudación ha sido aún peor de lo habitual, pues muchos ciudadanos están a la espera de que el Gobierno anule o baje algunas tasas.
En medio de estas circunstancias, acompañadas por críticas internas en el izquierdista Syriza al modo en que ha negociado el Gobierno el acuerdo con el Eurogrupo, desde Alemania se ha reabierto el debate sobre si Grecia deberá pedir un tercer rescate cuando negocie el acuerdo definitivo con sus socios en verano.
Lars Feld, uno de los cinco economistas que asesoran al Gobierno de Berlín, aseguró que solo entre junio y octubre Grecia necesitará 10.000 millones de euros de dinero fresco, y como no esta en condiciones para salir a los mercados, deberá solicitar un nuevo rescate. EFE