Polémica en seno del Gobierno griego y en oposición sobre política migratoria
Atenas, 15 abr (EFE).- La llegada de centenares de indocumentados por vía marítima a Grecia durante los últimos días ha generado gran polémica en el seno del Gobierno y en la oposición sobre la política migratoria del Ejecutivo, que ha anunciado un plan de acogida de emergencia.
Este programa, que prevé la creación de campamentos y centros para albergar a los llegados y la concesión a los refugiados sirios de la documentación necesaria para ser reconocidos como tales, ha provocado fricciones con el socio de Gobierno del izquierdista Syriza, el nacionalista Griegos Independientes.
«Grecia no puede acoger a tantos inmigrantes», aseguró el líder de Griegos Independientes y ministro de Defensa, Panos Kamenos, en una entrevista en la televisión ANT1.
Kamenos pidió a la Unión Europea que presione a Turquía, país por el que acceden a Europa la mayoría de estas personas, «para aceptar que los países europeos le devuelvan a los inmigrantes».
El principal partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia, acusó al Ejecutivo de haber transformado el país, con su «política de laxitud», en un «destino de inmigrantes ilegales».
El diputado conservador Kyriakos Mitsotakis destacó, en declaraciones a la radio local Vima FM, que el Gobierno «ha dado la impresión» de que el país es un lugar «donde los inmigrantes ilegales son bienvenidos» y el resultado ha sido que los traficantes «los dirigen a Grecia».
El partido centrista To Potami y el socialdemócrata Pasok pidieron en sendos comunicados «tratar el problema con seriedad».
El alcalde de Atenas, el independiente Yorgos Kaminis, también criticó al Gobierno por haber «desmantelado los centros de acogida de inmigrantes en vez de hacerlos funcionar según las normas europeas».
El pasado mes de febrero, el Gobierno inició el proceso de cierre de los seis centros de detención de inmigrantes, donde muchos de ellos llevaban retenidos más de 18 meses, periodo máximo que establece la ley.
Grecia ha sido repetidamente acusada por el Consejo de Europa y por varias ONG de malas prácticas en estos recintos, donde las personas carecían de alimentación, servicios médicos, ropa e instalaciones adecuadas.
Miembros del Ejecutivo han salido al paso de estas acusaciones para defender la acción gubernamental.
«El Ejecutivo anterior no gastó ni un solo euro en crear infraestructuras de acogida», afirmó el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis.
«Las acusaciones sobre la ausencia de control de fronteras son irresponsables», destacó, por su parte, el ministro adjunto de Marina Mercante, Theodorís Dritsas, bajo cuya responsabilidad están los guardacostas.
Solo en el primer trimestre de este año, llegaron a Grecia por vía marítima 10.445 inmigrantes, según datos de la Guardia Costera. EFE