Unas 4.000 personas reclaman en Atenas permiso para trabajar en minas de oro
Atenas, 16 abr (EFE).- Más de 4.000 trabajadores de las minas de oro de la turística península de Calcédica, en el norte de Grecia, se manifestaron hoy en Atenas para reclamar los permisos para continuar con su actividad, después de que en febrero el nuevo Gobierno se los retirara.
El ministro de Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía, Panayotis Lafazanis, revocó el 27 de febrero dos permisos que afectan a las instalaciones de la empresa Hellas Gold, una filial del grupo minero canadiense Eldorado Gold Corporation, en la localidad Skuriés de Calcédica.
El motivo de la revocación de los permisos es la necesidad del Ministerio de inspeccionar las instalaciones tras varias denuncias de asociaciones locales, que acusan a la empresa de violación de las reglas de construcción.
Los manifestantes, que llegaron a la capital griega en 82 autobuses a primera hora de la mañana, protestaron primero frente al Ministerio de Reconstrucción Productiva, donde gritaron lemas como «No daremos marcha atrás si no conseguimos justicia», y se dirigieron posteriormente hasta el edificio del Parlamento, obligando a cortar algunas calles de la ciudad.
«Vinimos aquí a manifestarnos pacíficamente por nuestro trabajo», dijo uno de los mineros al portal económico naftemporiki.gr.
La explotación de estas minas ha provocado duras críticas de los ecologistas, y esta misma tarde se ha convocado en Atenas una manifestación de rechazo a la extracción de oro en solidaridad con los habitantes de la región que se han posicionado en contra de ella.
La mina de oro de Skuriés ocupa 180 hectáreas dentro de un bosque de hayas, pinos y castaños, en una zona de alta actividad turística, y ha recibido numerosas quejas de organizaciones ecologistas y una parte de la población local que vive del turismo y de la agricultura.
Los primeros consideran que el impacto de la explotación sobre el medio ambiente es desmesurado y daña al turismo, y los segundos temen las consecuencias negativas de la actividad minera sobre las actividades agrícolas. EFE