Grecia acude al Eurogrupo sin esperar avances y en busca de solución política
Atenas, 23 abr (EFE).- Grecia acude mañana a la reunión del Eurogrupo en Riga consciente de que no se tomarán decisiones sobre su situación financiera y con el convencimiento de que la consecución de un acuerdo con los socios europeos es una cuestión política.
Los socios de Grecia en la eurozona ya han descartado que mañana se produzcan avances y, aunque en los últimos días ha habido algún progreso en las negociaciones entre la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Gobierno de Alexis Tsipras, ya miran hacia la próxima reunión de ministros del euro, el 11 de mayo, como fecha para un posible acuerdo.
Los socios europeos esperaban poder dar en Riga su visto bueno a una lista de reformas consensuada con el Gobierno griego, pues el 20 de febrero acordaron darse de plazo hasta fines de abril.
Los trabajos para acordar este listado de medidas continuaron hoy en Atenas, tras concluir ayer las reuniones de los representantes de ambas partes en el llamado Grupo de Bruselas (Grecia, BCE, CE y FMI) y celebrarse una teleconferencia del Grupo de Trabajo del Euro.
Durante la cumbre europea sobre inmigración en Bruselas, Tsipras mantuvo hoy un encuentro con la canciller alemana, Angela Merkel, que, según el Ejecutivo heleno, se desarrolló en un ambiente «constructivo y positivo».
En un escueto comunicado, el Gobierno dijo que Tsipras pidió a su homóloga «acelerar los procedimientos para aplicar la decisión del 20 de febrero, que prevé un acuerdo intermedio para finales de abril».
El jefe de la delegación que representa a Grecia en las conversaciones con los acreedores, Nikos Theocharakis, afirmó que la única forma de alcanzar un acuerdo antes de finales de junio, cuando expira la prórroga de cuatro meses del programa de rescate a Grecia, es encontrar una «solución política».
Theocharakis reconoció que hay desacuerdo sobre las cifras que presenta Atenas, pero también que existen discrepancias de carácter político.
«Hay algunas diferencias a nivel técnico, pero creo que estas diferencias se pueden salvar. A partir de entonces se convierte en un asunto político y no tiene que ver con el Grupo de Bruselas, sino con las relaciones entre el Gobierno griego y los prestamistas», dijo Theocharakis en declaraciones a la cadena privada Mega.
El Gobierno heleno insiste en que no traspasará sus «líneas rojas», la liberalización del despido, el recorte de salarios y pensiones y el aumento del IVA, como le piden sus acreedores. EFE