El proyecto Shedia, la revista de la calle
Su nombre en Grecia es Shedia, el magazine de la calle. La revista mensual de las historias de los sin techo. Es algo más que un magazine, es un proyecto creado con ilusión y destinado a ayudar a los que más lo necesitan.
Su historia comienza en el año 2007. Por aquel entonces Shedia sólo era una idea que rondaba por la mente de sus creadores. Hasta cumplir su sueño, que se hizo realidad en febrero 2013 gracias al periodista Chris Alefantis, el equipo de la revista empezó contactando con la Organización internacional de periódicos de la calle (http://www.street-papers.org/). El comienzo no fue fácil, pues necesitaban conocer a fondo lo necesario para llevar a cabo este tipo de proyectos: el funcionamiento, la filosofía y una manera más cercana de contactar con la gente. Actualmente, la organización cuenta con la colaboración de 35 países, 114 revistas, 14 mil vendedores y 6 millones de lectores. Las historias que contiene la revista son historias reales, historias de vida, de problemas con las drogas, con la comida, de vidas en asilos. Las vidas de los sin techo. Vidas que necesitan tener una voz, una voz que se ha hecho visible en las calles en forma de papel.
El mayor objetivo de Shedia es tender una mano a los más desfavorecidos proporcionándoles un trabajo a través de la venta de los magazines brindándoles así la oportunidad de salir del aislamiento social. Cada ejemplar vale 3 euros y el vendedor se lleva el 50% de la ganancia.
Pero la venta no es lo único a lo que se dedica Shedia, sus trabajadores también hacen de guías cada sábado en sus conocidas “rutas alternativas”. Un paseo por el centro de Atenas que nada tiene que ver con la Atenas monumental que los turistas conocen. Una ruta en el que los sin techo comparten sus historias.
“Para nosotros es una motivación poder concienciar a la gente de lo que pasa realmente”, explicaba Lambros en una de sus rutas. Tras 15 años trabajando en Argentina, la crisis le afectó en 2001 y se trasladó a Brasil donde pasó cuatro años trabajando. Allí fue donde llegó el Fondo Monetario Internacional. Él lo llama “la gata negra”. En 1997 empezó una nueva vida en Grecia, trabajó en un hotel hasta que la crisis le volvió a arrebatar la manera de ganarse la vida. Vivió en una casa de alquiler hasta que le echaron por no poder pagarla. “No tenía deudas, pero con la gata negra fui incapaz de mantenerme. Tenía la fe de que algo mejor vendría, necesitaba hablar con alguien”. En 30 días encontró un lugar donde asentarse y ahora explica, con los ojos brillantes, cómo encontró una esperanza con la revista.
María le acompaña en el tour, ella también ha sufrido la crisis. Es nueva en Shedia y decidió apuntarse voluntariamente. “Hasta ahora estoy feliz haciendo esto hasta que pueda encontrar un trabajo estable. En dos meses me convencí para hacer este trabajo y ahora necesitamos hablar, concienciar a la gente”, asegura. Para María, la vida difícil empezó en 2000 cuando la empresa en la que trabajaba con su tío cerró. La casa donde vivía fue insostenible para ella por lo que tuvo que dejarla y pasar temporadas en casas de amigos u hoteles baratos en el barrio de Omonia. Durante dos años intentó sobrevivir con las ayudas del Estado en una casa de huéspedes. Fue ahí cuando se planteó trabajar en la revista. A pesar de considerarse una persona incapaz y muy vergonzosa, ahora se siente feliz de formar parte del grupo.
La idea del tour nace con el objetivo de mantener a estas personas activas para que, de alguna manera, se sientan realizadas mientras comparten sus experiencias creando conciencia.
El tour dura dos horas. 120 minutos en los que el contacto entre guías y asistentes se siente cada vez más cercano. Las preguntas no cesan y el interés de sus participantes crece a medida que se recorren las calles del barrio Metaksourgeio. Las diferentes paradas del tour se centran en OKANA, un centro de desintoxicación, varios hostales que varían en función del guía, el Teatro Nacional, el comedor municipal y la ONG “Médicos del Mundo”.
El tour parte de la oficina de Shedia. En esta ocasión, la primera parada es un hotel, el hogar de Lambros. Cuenta cómo allí puede disfrutar del rato libre tomando un café o charlando con los amigos pero para él, su vía de escape es el teatro. “Cada uno tiene su manera de pensar, pero yo no quiero tener una vida aburrida sentado y viendo la televisión. El teatro me ha dado la fuerza que necesitaba”.
Durante todo el tour, lo que se busca es compartir historias y dar a conocer el funcionamiento de los lugares que se visitan. La parada en el Teatro Nacional trae historias de motivación y caras de alegría. En esta parada, Lambros nos cuenta su experiencia como actor en el teatro. Cómo comenzó y cómo sigue el trabajo hasta ahora. Empezó formando parte del primer grupo de teatro de gente sin hogar en Grecia. Empezó siendo un grupo grande, ahora son 5. A partir de ahí, el trabajó empezó.”Mi idioma no era perfecto pero, con la ayuda del grupo y del director, conseguí expresarme correctamente”, asegura. Ahora Lambros se siente realizado, tiene el día ocupado, sabe que tiene cosas que hacer, aprovecha el día y tiene tiempo libre para disfrutar con sus amigos. Su poder adquisitivo no es muy alto, pero le gusta lo que hace y disfruta de su tiempo. “En el teatro, empezamos a trabajar sobre un libro y los actores que de verdad se dedican a esto como profesionales no pudieron creer nuestra fuerza. El teatro me ayudó a quitarme la vergüenza, algo bueno psicológicamente y que también me ayudó a soltarme a la hora de vender el periódico en la calle”.
En una entrevista con Atenas Digital, Yorgos, periodista miembro de los impulsores de esta iniciativa social, cuenta otro de los proyectos de la revista: un equipo de fútbol. “Para nosotros el fútbol no es una competición, sino una forma de contacto entre equipos donde todo el mundo es bienvenido”, asegura. Esta iniciativa empezó a funcionar en 2006. Un año más tarde entraron en el Copa Mundial de Personas sin Hogar en Copenhague donde tuvieron la oportunidad de contactar a nivel internacional con el resto de los equipos de la formación. Con esta unión, los presidentes de los equipos trataron de averiguar “cómo ayudar a estas personas a través de un deporte tan bonito como el fútbol”, afirma Yorgos.
El Centro Cultural Onassis actualmente acoge una exposición fotográfica realizada por ocho hombres y mujeres de Shedia que terminará el próximo 10 de mayo. En la exposición podrá verse cómo reflejan, a través de la fotografía, su manera de ver el mundo. Allí se encuentra Matina, también trabaja en la venta de la revista y es una de las participantes de la exposición.
Asegura que no es fotógrafa ni que tampoco quiere serlo pero ha disfrutado mucho con este proyecto porque para ella “es un arte que sale del corazón”. Sus fotografías reflejan los rostros de personas sin hogar de los que asegura haber captado su alma, el alma de la calle.
Este proyecto es una creación artística sin límites ni barreras. La colaboración entre el magazine y el centro cultural es algo más que una simple colaboración, es una forma de dar a conocer el apoyo a la igualdad y defender los derechos humanos.
Texto e imágenes: Patricia Galiana para AtenasDigital.com
Hola, ustedes están haciendo un súper trabajo en Atenasdigital. Me alegro haberlos descubierto. Me interesa Grecia y su realidad y ustedes ayudan bastante. Estuve en Grecia hace poco. En Atenas traté de hacer el tour que realizan los días sábados en el proyecto Σχεδία pero justo esa semana no lo hacían. Partí a Salónica y me encontré con un vendedor de la revista. El estaba impresionadísimo de que yo supiera de qué se trataba Σχεδία y que lo hubiera leído en español en internet. Felicitaciones y seguiré leyéndolos. Adjuntaría la foto que nos tomamos pero no veo como desde aquí.
Muchas gracias por su comentario, Julia. Nos alegramos de que AtenasDigital.com le sea útil y esperamos seguir siéndolo!. Saludos desde Atenas.
En España, tambien quedaron muchos sin techos, se los quitaron esos que no tienen alma, los que se inventaron la crisis, los que dicen que trabajan para el pueblo y nadie sabe sus objetivos, si es empobrecerlo lo hacen bien; si es mejorarlo son torpes, entre el pa ca y pa lla, se hacen ricos.
Me gusto leeros, parecisteis buenas gentes