El presupuesto de Defensa griego, un tabú histórico pese necesidad de ahorro
Yannis Chryssoverghis. Atenas, 26 may (EFE).- El presupuesto militar griego continúa siendo extremadamente alto, a pesar de los recortes a los que se ha visto sometido durante la crisis económica, pero la histórica «amenaza turca» deja fuera de debate todo ahorro adicional, incluso para el Gobierno izquierdista.
Mientras las negociaciones con los acreedores se centran en buscar formas de mejorar la recaudación o de recortar aún más las prestaciones sociales, el elevado gasto de Defensa no está sobre la mesa, por ninguna de las dos partes.
Los presupuestos generales del Estado para 2015 dedican a Defensa 3.305 millones de euros, lo que corresponde al 5,9 % de la totalidad del erario público y al 1,8 % del producto interior bruto (PIB) griego, sensiblemente superior al gasto militar de Alemania, que supone el 1,1 % de su PIB, según la revista «Jane’s».
Desde la caída de la Dictadura de los Coroneles en 1974 hasta 2010, el gasto militar en Grecia ha llegado a la cifra de 250.000 millones de euros, en precios estables de 2005, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
La deuda del país en 2010, año en que Grecia firmó su primer programa de rescate, alcanzó los 310.000 millones de euros.
Los mayores vendedores de armas a Grecia durante este periodo fueron los Estados Unidos con un 48 % del volumen de ventas, seguidos por Alemania (20 %), Francia (13 %) y Holanda (7 %).
«La compra de armamento ha sido siempre una operación opaca… el encarcelamiento de un exministro de Defensa es solo la punta del iceberg», declaró el ministro adjunto de Defensa, Kostas Ísijos, en la comisión parlamentaria que audita la deuda helena.
Ísijos citó como ejemplo de compra escandalosa de armamento el contrato que en 2006 Grecia suscribió con Alemania para la compra de 170 tanques Leopard II por valor de 1.700 millones de euros, un acuerdo, que sin embargo, no incluía el mantenimiento ni el suministro de municiones, lo que, según él, convertía a los griegos en «buenos para los desfiles militares, pero inútiles para la defensa nacional».
Grecia aumentó considerablemente el gasto militar en 1974, tras la invasión del norte de Chipre por parte de Turquía en respuesta a un golpe de Estado organizado por la junta militar griega para derrocar el presidente chipriota, el arzobispo Makarios.
«Los contratos más importantes de armamento han seguido a las mayores crisis en las relaciones grecoturcas, la de 1974, 1987 y 1996», explica a Efe el profesor de Economía de la Universidad de Tesalia Jristos Kolias.
Bajo la presión de los acreedores, el presupuesto del Ministerio de Defensa, que entre los años 1974 y 2009 oscilaba entre el 3 % y el 7,1 % del PIB, se redujo drásticamente.
A pesar de este recorte, las fuerzas armadas griegas cuentan todavía con 176.000 efectivos, 133.000 de los cuales son profesionales.
De los 3.305 millones de euros del presupuesto de este año, 2.590 millones, un 78 %, se dedican al pago de salarios y pensiones de los militares.
«El presupuesto militar griego no puede reducirse más sin afectar la capacidad operativa de las fuerzas armadas», señala a Efe Zanos Dokos, experto en asuntos de defensa y director del Instituto griego de investigación en política exterior y europea (ELIAMEP), ligado al Ministerio de Exteriores.
Dokos explica que si se mantiene el presupuesto actual, es posible conseguir un ahorro importante con la reorganización de las fuerzas armadas lo que incluso mejoraría su capacidad operativa.
«Reducir aún más el presupuesto de Defensa es posible solo si hay una decisión política que cambie la doctrina de seguridad nacional en relación con la amenaza turca», recalca el director general de ELIAMEP.
Esta es una decisión poco probable, pues para la casi totalidad de la clase política griega y gran parte de la población es un tema tabú poner en duda lo que se conoce como la «amenaza turca», la posibilidad de entrar en un conflicto armado con Turquía debido a las tensiones existentes entre ambos países.
«Resolver las diferencias grecoturcas necesita valentía política. La mejora de las relaciones entre Francia y Alemania tras la Segunda Guerra Mundial podría servir de ejemplo», comenta a Efe Nikos Jrisóyelos, exeurodiputado ecologista y uno de los pocos políticos griegos que tienen la osadía de cuestionar este posicionamiento.
Desde la independencia de Grecia del Imperio Otomano en 1829, ha habido tres guerras entre helenos y turcos y varios episodios en que se han visto al borde de un nuevo conflicto.
En los últimos sesenta años, las relaciones entre Grecia y Turquía han estado en tensión permanente a causa del conflicto de Chipre, de cuya soberanía ambos países son garantes legales.
A esta disputa se añadió en 1973 otra diferencia, la delimitación de las aguas territoriales del mar Egeo. EFE