El Eurogrupo fracasa con Grecia y pone la negociación en manos de los líderes
Luxemburgo, 19 jun (EFE).- El Eurogrupo no logró ayer llegar a un acuerdo con Grecia y ha decidido dejar las negociaciones en manos de los líderes de la eurozona, en una cumbre extraordinaria el lunes y que supondrá el último intento para evitar una «catástrofe» para la que los países están ya haciendo planes de contingencia.
«Lamentablemente ha habido demasiado poco progreso en las conversaciones entre las instituciones y Grecia y no hay un acuerdo a la vista», informó el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, al término de una reunión de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona considerada crucial.
Inmediatamente, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunció la convocatoria de una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona para el próximo 22 de junio.
«Ha llegado la hora de discutir con urgencia la situación griega al máximo nivel político», señaló el político polaco.
El 30 de junio expira la segunda prolongación del rescate griego y Atenas debe hacer frente a finales de mes a un pago de 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando sus arcas están vacías y además los bancos griegos han sufrido salidas de depósitos por unos 3.000 millones de euros en lo que va de semana.
Las instituciones y los 18 socios de Grecia consideran que sus propuestas son «equilibradas y perfectamente razonables», en palabras del comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici.
Por contra, el Gobierno griego asegura haber presentado a los ministros nuevas propuestas sobre las que el titular de Finanzas griego, Yanis Varufakis, consideró hoy que es posible un acuerdo, aunque dijo no haber recibido respuesta alguna.
La tensión es tal que la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, reprochó a Varufakis las duras declaraciones del Gobierno heleno contra el FMI al saludarle con un gélido «hola, soy la criminal en jefe», y decirle después que solo puede haber una solución si «se restaura un diálogo con adultos».
Dijsselbloem y Moscovici recalcaron que un acuerdo aún es posible, pero insistieron en que la pelota aún está en el tejado de Grecia y a quien corresponde presentar en los próximos días propuestas «creíbles y tangibles».
En este sentido el comisario europeo apeló a «evitar lo peor» e hizo un llamamiento al Gobierno de Alexis Tsipras para que «vuelva seriamente a la mesa de negociación y a comprometerse de manera constructiva a fin de aceptar compromisos razonables para evitar un destino que sería catastrófico», en referencia a una quiebra del país y una eventual salida del euro.
Aunque se lograse un acuerdo in extremis antes del día 30, Dijsselbloem dijo que es «impensable que la aplicación y, después, los desembolsos puedan tener lugar antes del fin de mes», lo que haría necesaria una nueva prórroga, admitió.
Lagarde reiteró que, si Grecia no paga a finales de mes los tres tramos que ha unido en un solo pago, el país «estaría suspendiendo pagos en su obligación con el FMI y las normas nos prohibirían hacer ningún desembolso más salvo que los retrasos sean subsanados».
También el director gerente del fondo de rescate de la eurozona, Klaus Regling, señaló que los 1.800 millones de euros y otros 10.900 millones en bonos para la recapitalización y liquidación de bancos ya no estarán disponibles para Grecia a partir del 30 de junio sin una extensión del rescate.
Todo ello hace que los países y las instituciones estén preparados para lo peor.
«Nuestro escenario preferido todavía es el que haya un acuerdo y todavía está esa posibilidad. Un acuerdo que sea creíble para Grecia y para la eurozona», afirmó Dijsselbloem, quien agregó no obstante que «por supuesto estamos preparados para cualquier eventualidad».
«Las instituciones preparan, las autoridades preparan…. pero no es nuestro escenario preferido», recalcó.
Varufakis por su parte afirmó al respecto que existe el riesgo de llegar a un «estado mental en el que se acepte un accidente» que pueda suponer la salida del euro de país e instó a sus socios a «no caer» en ello, en referencia a esa eventual posibilidad.
El ministro griego insistió en que pactar una reestructuración de la deuda helena es una condición «sine qua non», a lo que Lagarde dijo que la eurozona se comprometió en 2012 a considerar un alivio de la deuda si Atenas cumplía el programa, algo que aún no se ha dado.
«Es parte de lo que estamos pensando» en estas negociaciones, señaló. EFE