Tsipras afirma que dio la batalla para un rescate que asegura financiación
Atenas, 10 sep (EFE).- El líder de la izquierdista Syriza defendió ayer la «dura batalla» que dio su Gobierno en las negociaciones con los acreedores y aseguró que, aunque se cometieron errores, el resultado permitió garantizar la financiación de Grecia hasta 2019.
Tsipras hizo este balance en el debate televisivo de dirigentes políticos, el primero que se celebra en seis años, retransmitido por varias cadenas griegas.
«Todos saben que dimos una dura batalla», dijo Tsipras, quien como representante de la primera fuerza política fue el primero en responder.
El líder de Syriza recordó que su Gobierno logró reducir en las negociaciones los objetivos para el superávit primario impuestos al Ejecutivo anterior y, además, «arrancar» a los acreedores la promesa de que se abrirá la discusión sobre la renegociación de la deuda.
En el debate participaron siete líderes de los ocho partidos con representación parlamentaria, con excepción de los neonazis de Amanecer Dorado, que no fueron invitados.
El dirigente de la conservadora Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, por su parte, reconoció que cuando su partido estaba en el Gobierno prometió muchas cosas que no pudo cumplir por no tener la mayoría absoluta, sino que tuvo que compartir el poder con los socialdemócratas del Pasok.
A pesar de todo, sostuvo, la economía estaba en mejor situación, y, «de haber tenido la oportunidad de agotar los cuatro años de nuestro mandato, hubiéramos cumplido nuestra promesas».
Todos los dirigentes, salvo el de la formación comunista KKE y el del nuevo partido de izquierdas Unidad Popular, escindido de Syriza, defendieron, pese a sus diferencias, la firma del rescate.
El líder del centrista To Potami, Stavros Theodorakis, señaló que el tercer rescate, a pesar de contemplar subidas de impuestos, es «un mal menor».
En el debate, Theodorakis volvió a pedir la formación de un Gobierno de «mentes sensatas» que constituyan una amplia coalición, una reivindicación que también ha formulado repetidamente la líder socialdemócrata, Fofi Yenimatá.
La dirigente socialdemócrata atacó al Gobierno izquierdista, al asegurar que Tsipras logró que en siete meses el país pasara del superávit que había alcanzado al déficit y estuvo a punto de llevarlo al borde de la salida del euro.
El líder de Unidad Popular, Panayotis Lafazanis, insistió en que el regreso a la moneda nacional es algo que no debería de aterrorizar a nadie y recordó que hay diez países en la Unión Europea que han mantenido su divisa sin que haya ocurrido ningún desastre.
«El terror es el memorando (programa de rescate). No hay buenos y malos memorandos, todos llevan el país hacia el desastre…La moneda nacional estimulará la economía y el empleo», recalcó.
El dirigente del partido comunista, Dimitris Kutsumbas, quiso distanciarse claramente de la Unidad Popular al recalcar que esta formación se limita a defender la salida del euro y no a expropiar las riqueza a favor de la clase obrera, que es la única salida.
Finalmente, el líder de los nacionalistas Griegos Independientes, Panos Kammenos, socio de Gobierno de Tsipras y a cuyo partido las encuestas colocan fuera del arco parlamentario , volvió a ofrecerle cooperación y aseguró que, en caso de volver a gobernar, serán «una garantía para el sector privado». EFE