Meimarakis quiere un equipo de fuerzas proeuropeas, con Syriza y tecnócratas
Atenas, 13 sep (EFE).- El líder de la conservadora Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, está decidido, si gana las elecciones del próximo domingo, a formar un Gobierno de fuerzas proeuropeas, con un equipo para negociar con los acreedores, en el que participe Syriza y también tecnócratas.
«Participe o no (Alexis) Tsipras en el Gobierno, su partido debe hacerlo», recalcó hoy Meimarakis en una rueda de prensa celebrada hoy en Salónica, al ser preguntado por el rechazo del líder de Syriza a formar una coalición con los conservadores.
Para Meimarakis, el argumento fundamental para incluir a Syriza en el ejecutivo es que ha sido el partido que negoció el rescate, -del que no se conocen algunos aspectos, dijo- y, por lo tanto, debe asumir esa responsabilidad desde el Gobierno.
«Si soy primer ministro, habrá colaboradores de Tsipras con los que pueda cooperar. No creo que él quiera ser viceprimer ministro», sostuvo el líder conservador, para quien la pregunta clave es por qué Syriza no quiere participar en un Gobierno con Nueva Democracia.
«¿Acaso quiere volver a hacer una campaña antimemorando?», se preguntó Meimarakis, quien cree que el problema fundamental de Tsipras es que sigue teniendo una corriente díscola dentro de su partido, a pesar de la reciente escisión y la creación de una nueva formación por parte de la facción más radical.
«¿Será Tsipras líder de un partido compacto? Cuando veo el texto de los 53 (grupo de diputados críticos) que participan en las listas de Syriza, me pregunto qué cohesión tendrá su grupo parlamentario», cuestionó Meimarakis, quien cree que la fortaleza de este partido es un fenómeno «transitorio», fruto de los electores que sentían «indignación» con las formaciones en el Gobierno.
«Cuando volvamos a la normalidad, Syriza volverá al 3 % o 4 % que solía obtener», añadió, en alusión a los porcentajes que lograba el partido antes de su despegue en las elecciones de 2012.
Meimarakis anunció que si gana las elecciones, se pondrá inmediatamente a trabajar en el borrador presupuestario para 2016 y reiniciará las obras públicas para poder absorber los fondos europeos de cohesión que «vamos a perder porque el Gobierno central no hizo lo que debía».
«Después crearemos un equipo nacional de negociación en el que deben participar todos los partidos», subrayó para añadir que el programa de rescate firmado por Tsipras tiene algunas obligaciones, privatizaciones y cambios estructurales que se deben aplicar «rápidamente».
Insistió en que su Gobierno «no será un ejecutivo de personas, sino de políticas», por lo que podrán participar en él todos los políticos de Syriza que se comprometan a respetarlas.
Pese a todo, reconoció que por ahora una posible participación de Syriza en un Gobierno dirigido por Nueva Democracia «no se plantea» por la oposición de estos.
«Si el tema se plantea, será bienvenido», apostilló.
Meimarakis reconoció que Nueva Democracia también cometió errores, aunque no quiso entrar a detallarlos.
Lo importante, dijo, es que los ciudadanos vean lo que hizo el Gobierno de coalición desde 2012 hasta 2014 y analicen si «su vida es ahora mejor que entonces».
En 2012, Nueva Democracia consiguió colaborar con dos partidos con los cuales había muchas diferencias (socialdemócratas e izquierda moderada).
«Para mantener al país en Europa pudimos elaborar un programa común. Yo creo que solo si nos entendemos entre todos en este país, manteniendo cada uno su propia identidad, podremos sacarlo de la crisis», manifestó.
El líder conservador no quiso prometer bajadas de impuestos y afirmó que la imposición de controles de capital, y el paso del crecimiento económico que se empezó a experimentar en 2014 a la recesión que habrá en este año, cambia la situación.
«El desempleo había comenzado a reducirse, ahora vuelve a aumentar, los bancos cerraron (corralito), el déficit comercial creció, no se utilizaron los fondos europeos de cohesión, no se cuál es la situación económica real. Por eso (Tsipras) ha convocado las elecciones», aseguró.
Los sondeos más recientes, a una semana de las elecciones, dan a Syriza y Nueva Democracia prácticamente empatados, algunos con ambos partidos completamente igualados, y otros con una ventaja marginal de la izquierda. EFE